Un bosque (de la palabra germánica
busch: arbusto y por extensión monte de árboles) es un área con una alta
densidad de árboles.
Estas comunidades de plantas cubren
grandes áreas del globo terráqueo y funcionan como hábitats animales,
moduladores de flujos hidrológicos y conservadores del suelo, constituyendo uno
de los aspectos más importantes de la biosfera de la Tierra.
Aunque a menudo se han considerado
como consumidores de dióxido de carbono, los bosques maduros son prácticamente
neutros en cuanto al carbono, y son solamente los alterados y los jóvenes los
que actúan como dichos consumidores, aunque juegan un importante papel en el
ciclo global del carbono, como reservorios estables de carbono y su eliminación
conlleva un incremento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico.
Los bosques pueden hallarse en
todas las regiones capaces de mantener el crecimiento de árboles, hasta la
línea de árboles, excepto donde la frecuencia de fuego natural es demasiado
alta, o donde el ambiente ha sido perjudicado por procesos naturales o por
actividades humanas.
Por regla general, los bosques
dominados por angiospermas (bosques de hoja ancha) son más ricos de especies
que aquellos dominados por gimnospermas (bosques de coníferas, de montaña, o de
hoja estrecha), aunque hay excepciones (por ejemplo, las zonas de abedules y
álamos temblones de las latitudes boreales, que tienen muy pocas especies).
Clasificación
de los Bosques
Los bosques pueden clasificarse de
diferentes maneras, y en diferentes grados de especificación.
Una forma, es
determinar el ecosistema en el que existen, junto con la longevidad de las
hojas de la mayoría de los árboles (sea de hojas perennes o caducas).
Otra clasificación se establece por
la composición predominante de los bosques, de tipo de hoja ancha, coníferas
(pinos), o ambos.
Los Bosques Boreales: ocupan la
zona subártica, y son por lo general de árboles con hojas perennes,
(coníferas).
Los Bosques de las Zonas Templadas:
en ellos se encuentran bosques caducifolios de hoja ancha, y bosques
perennifolios coníferos.
En las zonas templadas cálidas hay
árboles perennifolios de hojas anchas, como el bosque mediterráneo y la
laurisilva (bosque de laurel).
Los Bosques tropicales y
subtropicales: incluyen a los bosques tropicales y subtropicales húmedos, los
bosques tropicales y subtropicales secos y los bosques tropicales y
subtropicales de coníferas.
La Fisionomía, clasifica los
bosques por su estructura física total o etapa de crecimiento. Los bosques
pueden también ser clasificados más específicamente por las especies dominantes
presentes en los mismos.
Desde el punto de vista de su
historia y grado de alteración, los bosques pueden ser clasificados en:
Bosques primarios: También llamados
nativos; son los que no han sufrido intervenciones antrópicas. Los bosques
naturales sólo tienen los patrones originales de la biodiversidad. Esta
biodiversidad y sus procesos no han sido afectados por los humanos con una
frecuencia o intensidad que se pueda considerar grave.
Bosques antropogénicos, sí han sido
afectados por los humanos con una frecuencia o intensidad suficiente para
marcar grandes cambios en los patrones del bosque. A menudo, en estos tipos de
bosques se encuentran especies exóticas.
Bosques secundarios: los que se han
regenerado después de una primera tala, parcial o total.
Bosques artificiales o plantación:
los que han sido plantados por el hombre, para cualquier fin.
Los bosques se constituyen en los espacios
más importantes de la biosfera terráquea.
El bosque es una área en la que
existe una alta densidad de árboles y funcionan como hábitat de animales,
modulan los flujos hidrológicos y son conservadores del suelo.
Conservar un bosque significa
proteger su flora y fauna y su aporte a la biodiversidad.
Los bosques además fijan el dióxido
de carbono mitigando el efecto invernadero y ayudan a luchar contra el cambio
climático.
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