viernes, 16 de agosto de 2019

IDENTIFICAN EN EE.UU. UNA NUEVA FORMA DE ELIMINAR CÉLULAS CANCERÍGENAS
















EFE
Los Ángeles (EE.UU.)
Una nueva proteína que envía una señal al sistema inmunológico para que no destruya las células cancerígenas fue descubierta por científicos de la Universidad de Stanford que buscan bloquearla para consolidar otra forma de combatir el cáncer en el futuro.

Al bloquear la señal, las células del sistema inmunológico "devoraron" las células destructoras en ratones infectados con células cancerosas humanas, señala la investigación divulgada este martes.


La proteína CD24 actúa como una señal de protección enviada al sistema inmunológico por parte de las células cancerosas para protegerse a sí mismas.

Otros estudios anteriores habían identificado que las proteínas PD-L1 y CD47 cumplían esta misma función en las células cancerosas, por lo que ya algunos tratamientos contra el cáncer funcionan bloqueándolas.

De igual forma, anticuerpos que bloquean la CD47 están en la etapa de prueba clínica con la posibilidad de ser utilizados en tratamientos efectivos una vez sean aprobados.


No obstante, los investigadores encontraron que no todos los pacientes respondían satisfactoriamente al bloqueo de estas dos proteínas por lo que la identificación de la CD24 significa otra forma importante de eliminar las células cancerosas.

"El encontrar que no todos los pacientes respondían a los anticuerpos contra la CD47 ayudó a alimentar nuestra investigación en Stanford para probar otra alternativa", explicó hoy Irving Weissman, director del Instituto Stanford para Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa y autor sénior del estudio.

Los investigadores notaron que la CD24 se producía más abundantemente en muchos casos de cáncer en comparación con los tejidos sanos.


Al implantar células humanas de cáncer del seno que contenían altas cantidades de CD24 en ratones y bloquear las señales emitidas por esta proteína, el sistema inmunológico de los animales rápidamente atacó las células cancerosas.

Asimismo, los científicos identificaron una "abundante presencia de CD24" tanto en el cáncer de seno triple negativo (TNBC) como en el de ovarios, ambas formas cancerosas difíciles de combatir.

Otra observación interesante del estudio publicado hoy en la revista científica Nature, es que la CD47 y la CD24 trabajan complementariamente al enviar señales para bloquear el sistema inmunológico.

Así, algunos cánceres como de la sangre son más susceptibles al bloqueo de las señales de la CD47 pero no de la CD24, mientras lo contrario sucede en el cáncer de ovario, en el que para atacar la enfermedad es más efectivo bloquear la CD24.


Weissman igualmente destacó que estas dos proteínas fueron descubiertas por estudiantes de posgrado de programas en Stanford en trabajo conjunto con otros investigadores de la universidad.

"Esto muestra que combinar investigaciones y entrenamiento médico puede acelerar los descubrimientos potencialmente salvadores de vidas", concluyó el científico.

Estudio, celulares cancerígenas, Listín Diario,


EL CÓNDOR: UN AVE EN PELIGRO QUE SUSTENTA LA FRÁGIL RELACIÓN CON LOS ANDES
















Quito
El cóndor andino, el ave voladora no marina más grande del mundo y que se encuentra en peligro de extinción, es un ser mágico para la cosmovisión indígena de Suramérica, porque sustenta la frágil relación entre el hombre y los Andes.
Los incas lo consideraban inmortal y amo de los cielos, por su grandeza, con 3,3 metros de envergadura de alas en su edad adulta, y su marcial mirada que apunta al futuro.

Quedó como emblema patrio de casi todos los países andinos y en Ecuador es la figura central de su escudo de armas, al igual que en Bolivia, Colombia, Chile y Perú.


Sin embargo, su historia se volvió trágica por la acción del hombre, que ha provocado que su población merme a niveles críticos en países como Colombia y Ecuador, mientras que en Venezuela su presencia es casi nula.

Aunque es difícil conocer su población total, algunos estudios estiman que hay entre 5.000 y 6.500 individuos distribuidos a lo largo de la cordillera andina, con mayor presencia en Argentina, Chile, y algo menor en Bolivia y Perú.

Ante la critica situación, toda la región ha ido en su ayuda, pues en todos estos países se han implementado programas para su salvamento y protección.

En Ecuador, en el marco de una "Estrategia de Conservación del Cóndor Andino", se declaró al 7 de julio como el Día Nacional de esta ave emblemática (vultur gryphus), cuya población en el país se calcula en 150 ejemplares.

Efraín Cepeda, de la Fundación Jocotoco, que dirige la reserva Antisanilla, donde se concentra un tercio de la población silvestre estimada de cóndores, no dudó en animar a la población para que proteja y admire a esta "extraordinaria ave", que supone un lazo entre la ciudad y el campo.

"Las ciudades deberían crear un lazo muy importante" con el cóndor, porque es uno de los elementos que sustancia el equilibrio ecológico de los páramos, de donde surge el agua que consumen los ciudadanos, explicó Cepeda a Efe.

Según él, el cóndor es un catalizador de la vida en las montañas andinas pues, al ser un ave carroñera, elimina el riesgo de propagación de enfermedades a otros animales de los páramos.

En la reserva Antisanilla, situada unos 60 kilómetros al noreste de Quito, las escarpadas laderas de algunas montañas sirven de vivienda a los cóndores que recorren toda una gran planicie para rastrear cadáveres en descomposición.
Su labor ha permitido también el desarrollo de otras especies como águilas, quilicos (pequeños halcones endémicos), osos de anteojos, venados de cola blanca, llamas y lobos andinos, entre otros, también importantes para el equilibrio ambiental.

Cepeda dijo sentirse orgulloso de que en la reserva que dirige, de casi 2.000 hectáreas situadas a entre 3.500 y 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, haya las dos parejas de cóndores más fértiles del país.
Ello gracias a que los programas de conservación del páramo también han contribuido a que la gigante ave voladora tenga un hábitat propicio para surcar el cielo sin casi amenazas.


Y eso lo pueden constatar los ciudadanos, a quienes invita a visitar los páramos de Antisanilla para observar el majestuoso vuelo de los cóndores, pero también la mágica fauna de las montañas.

Incluso la fundación Jocotoco ha emprendido programas de protección de los humedales de la zona, el origen de un gran volumen del agua que nutre a Quito.

El cóndor andino, cuyo nombre quichua es "kuntur", según Cepeda representa esa frágil relación de la ciudad y la montaña y por ello dice estar preocupado por la escasa población en Ecuador.

"Sabemos que hay unos 150 individuos, son tan pocos. Nos preocupa mucho", se lamentó e identificó como una de las causas que amenazan al cóndor la presencia de perros ferales, jaurías de canes que son abandonados en las fueras de la ciudad por sus amos que ya no desean mantenerlos.

Estos perros, que se han vuelto depredadores y salvajes, "provocan muchos problemas para la fauna silvestre, como el cóndor" al que le disputan el alimento, pero también persiguen venados y otro tipo de aves silvestres, agregó Cepeda.
"Buscamos que la gente haga conciencia ambiental" y "llegue a apreciar y proteger" a esta emblemática ave, añadió Cepeda que invitó a los ciudadanos a visitar el "Peñón del Isco" y el "Peñón del Cóndor", en la meseta de Antisanilla, uno de los "pocos lugares donde se puede ver algo así", al ave voladora más grande de la tierra en su hábitat natural


miércoles, 7 de agosto de 2019

HALLAN UN NUEVO TIPO DE DINOSAURIO EN SUDÁFRICA CON UN FÓSIL MAL
















EFE
Johannesburgo
Una estudiante de doctorado de la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo) descubrió una nueva especie de dinosaurio gracias a un fósil que se venía identificando de forma incorrecta desde hace tres décadas, informaron hoy martes fuentes del centro educativo.
El animal ha sido bautizado como Ngwevu intloko (equivalente a "calavera gris" en lengua xhosa) y es una nueva especie de sauropodomorfo perteneciente al Jurásico temprano, cuando los grandes dinosaurios comenzaban a dominar la Tierra.


El Ngwevu intloko era bípedo, tenía un cuerpo robusto, un cuello largo y delgado y una cabeza pequeña. 
Medía unos tres metros desde el hocico hasta la punta de la cola y probablemente era omnívoro, capaz de alimentarse tanto de plantas como de pequeños animales.
La autora del descubrimiento es la investigadora Kimberley Chapelle, quien contaba con la supervisión del profesor Paul Barrett del Museo de Historia Natural británico.
"Es un nuevo dinosaurio que había estado escondido a plena vista", explicó Barrett, según un comunicado difundido hoy por la Universidad de Witwatersrand.


"El espécimen estuvo en las colecciones de Johannesburgo durante unos 30 años y muchos científicos lo habían estudiado ya. Pero todos pensaron que se trataba de un ejemplo extraño de massospondylus", detalló el investigador.
Los massospondylus, pertenecientes al grupo de los sauropodomorfos (predecesores de los saurópodos), son hallados con relativa regularidad en el sur de África, pero este hallazgo levanta interrogantes sobre la posibilidad de que existieran más variantes de sauropodomorfos en la zona de lo que se creía hasta ahora.
"Para estar seguros de que se trata de una nueva especie es crucial descartar la posibilidad de que se trate de una versión más joven o más antigua de una especie ya existente. Esto es muy difícil de lograr con fósiles ya que es raro tener una serie completa de fósiles de distintas edades de una sola especie", indicó Chapelle.


Dado que sí que hay bastantes muestras de massospondylus encontrados en la región, la investigadora fue capaz de descartar que las diferencias se puedan atribuir a la edad.
"Esta nueva especie es interesante porque antes pensábamos que realmente solo había una solo tipo de sauropodomorfo viviendo en Sudáfrica en este periodo", completó Barrett.
El fósil que dio lugar al descubrimiento está bastante completo y la calavera está remarcablemente bien conservada.

El hallazgo, que ha sido difundido en la publicación científica PeerJ, ayudará a entender mejor la transición entre el Triásico y el Jurásico, un periodo que transcurrió hace unos 200 millones de años.


INFARTOS AL MIOCARDIO PUEDEN SER PROVOCADOS POR CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
















Las partículas provenientes de la contaminación pueden acelerar infarto al miocardio, ya que la acumulación de las mismas puede producir vasoconstricción y daño severo isquémico, alertó este lunes una investigación mexicana.

El estudio fue realizado por la neuropatología e investigadora de la Universidad del Valle de México Lilian Calderón, quien explicó a través de un comunicado que debido a su tamaño manométrico estas partículas se introducen a través de la inhalación por el tracto respiratorio y son transportadas por el torrente sanguíneo.



Debido a ello, pueden llegar a cualquier órgano, e incluso los bebés en el útero pueden sufrir cambios genéticos.


En su investigación titulada "Nanopartículas magnéticas de contaminación atmosférica derivadas de la combustión -y la fricción- en corazones humanos", la experta analizó 72 corazones humanos de personas fallecidas en edades de entre 9 y 24 años.

La mayoría de ellos eran residentes de la zona metropolitana de la Ciudad de México, y "a pesar de su juventud, ya presentaban un daño neurovascular significativo y la enfermedad de Alzheimer en evolución", dijo la especialista.


En el análisis se encontró que estas partículas contienen diferentes materiales orgánicos e inorgánicos, incluyendo endotoxinas y metales que producen un estrés oxidativo importante y alteran cada uno de los organelos del ventrículo derecho e izquierdo.
Esto daña directamente al miocardio y trae alteraciones con consecuencias graves a corto y largo plazo.
La investigadora también encontró que altas concentraciones de magnetita e hidrocarburos poli aromáticos unidos a partículas, especialmente el benzopireno de alto peso molecular formado durante la combustión, pueden causar leucemia.


La experta dijo que esto es preocupante debido a que un niño inhala diferentes volúmenes de contaminantes que un adulto o que una persona de la tercera edad.
Es por ello que los pequeños deben evitar realizar actividades deportivas a las 12 del día.

"Ya que esto provoca que ingrese una gran cantidad de aire contaminado en relación a su tamaño y por sus características tienen un cerebro en desarrollo vulnerable a cualquier alteración neurotóxica", explicó Calderón Garcidueñas.


Explicó que si no se compensa la inflamación crónica del miocardio y el estrés oxidativo del retículo endoplásmico, se puede estimular el desarrollo de estados cardiovasculares fisiopatológicos en niños y adultos jóvenes en ambientes contaminados.
Resaltó la importancia de atender las recomendaciones de contingencias ambientales, tales como, no exponerse en los horarios pico de contaminantes, evitar exposición durante tiempo prolongado a vialidades con tráfico pesado, no exponerse a quema de madera, ni de petardos.

Mientras que en los niños, dijo, es imprescindible que realicen ejercicio en ambientes cerrados, tomar vitamina D y tener dieta basada en verduras, nueces, almendras, carne en cantidades moderadas, aceite de oliva y evitar bebidas con fructuosa y energéticas


VIAJAR AL ESPACIO PROFUNDO PUEDE AFECTAR AL CEREBRO DE LOS ASTRONAUTAS























Madrid
La exposición a radiaciones crónicas de baja dosis (las condiciones presentes en el espacio profundo) causa deficiencias neuronales y conductuales en ratones.

Según publican investigadores norteamericanos en 'eNeuro', estos resultados destacan la necesidad apremiante de desarrollar medidas de seguridad para proteger el cerebro humano de la radiación durante las misiones en el espacio profundo mientras los astronautas se preparan para viajar a Marte.


Se sabe que la radiación interrumpe la señalización entre otros procesos en el cerebro. Sin embargo, los experimentos previos utilizaron exposiciones a la radiación a tasas de dosis más altas a corto plazo, lo que no refleja con precisión las condiciones en el espacio.


Para investigar cómo los viajes al espacio profundo podrían afectar el sistema nervioso, Charles Limoli y sus colegas de la Universidad de California Irvine, la Universidad de Stanford, la Universidad Estatal de Colorado y la Escuela de Medicina del Este de Virginia expusieron a los ratones a radiación crónica de baja dosis durante seis meses.


Descubrieron que la exposición a la radiación perjudicaba la señalización celular en el hipocampo y la corteza prefrontal, lo que resulta en problemas de aprendizaje y memoria.
También observaron un aumento de los comportamientos de ansiedad, lo que indica que la radiación también impactó la amígdala.


Los investigadores predicen que durante una misión en el espacio profundo, aproximadamente uno de cada cinco astronautas experimentaría un comportamiento similar a la ansiedad y uno de cada tres experimentaría ciertos niveles de deterioro de la memoria. Además, los astronautas pueden luchar con la toma de decisiones.