EFE
Johannesburgo
Una estudiante de doctorado de la
Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo) descubrió una nueva especie de
dinosaurio gracias a un fósil que se venía identificando de forma incorrecta
desde hace tres décadas, informaron hoy martes fuentes del centro educativo.
El animal ha sido bautizado como
Ngwevu intloko (equivalente a "calavera gris" en lengua xhosa) y es
una nueva especie de sauropodomorfo perteneciente al Jurásico temprano, cuando
los grandes dinosaurios comenzaban a dominar la Tierra.
El Ngwevu intloko era bípedo, tenía
un cuerpo robusto, un cuello largo y delgado y una cabeza pequeña.
Medía unos tres metros desde el
hocico hasta la punta de la cola y probablemente era omnívoro, capaz de
alimentarse tanto de plantas como de pequeños animales.
La autora del descubrimiento es la
investigadora Kimberley Chapelle, quien contaba con la supervisión del profesor
Paul Barrett del Museo de Historia Natural británico.
"Es un nuevo dinosaurio que
había estado escondido a plena vista", explicó Barrett, según un
comunicado difundido hoy por la Universidad de Witwatersrand.
"El espécimen estuvo en las
colecciones de Johannesburgo durante unos 30 años y muchos científicos lo
habían estudiado ya. Pero todos pensaron que se trataba de un ejemplo extraño
de massospondylus", detalló el investigador.
Los massospondylus, pertenecientes al
grupo de los sauropodomorfos (predecesores de los saurópodos), son hallados con
relativa regularidad en el sur de África, pero este hallazgo levanta
interrogantes sobre la posibilidad de que existieran más variantes de
sauropodomorfos en la zona de lo que se creía hasta ahora.
"Para estar seguros de que se
trata de una nueva especie es crucial descartar la posibilidad de que se trate
de una versión más joven o más antigua de una especie ya existente. Esto es muy
difícil de lograr con fósiles ya que es raro tener una serie completa de
fósiles de distintas edades de una sola especie", indicó Chapelle.
Dado que sí que hay bastantes
muestras de massospondylus encontrados en la región, la investigadora fue capaz
de descartar que las diferencias se puedan atribuir a la edad.
"Esta nueva especie es
interesante porque antes pensábamos que realmente solo había una solo tipo de
sauropodomorfo viviendo en Sudáfrica en este periodo", completó Barrett.
El fósil que dio lugar al
descubrimiento está bastante completo y la calavera está remarcablemente bien
conservada.
El hallazgo, que ha sido difundido en
la publicación científica PeerJ, ayudará a entender mejor la transición entre
el Triásico y el Jurásico, un periodo que transcurrió hace unos 200 millones de
años.
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