La ceiba tuvo un significado mítico para algunas culturas indígenas de
América. Para la cosmogonía maya prehispánica, la ceiba era el árbol que
sostenía el universo, una conexión entre el cielo y el inframundo.
Para nuestros taínos, también era un árbol sagrado aunque era utilizado
para hacer canoas.
A orillas de la carretera Licey-Taboril, en la sección de Monte Adentro,
Santiago, existe una Ceiba petandra, considerada el árbol más grande o robusto
del territorio nacional, según el historiador Frank Moya Pons.
Como una muestra representativa del bosque original en el valle de El
Cibao, esta ceiba pudiera rondar los mil años de antigüedad, según Milciades
Mejía de la Academia de Ciencias y el director del Jardín Botánico Nacional,
Ricardo García.
Sus medidas son excepcionales, con 55 metros de altura, una corona de 43
metros de diámetro, una base con tronco y raíces de alrededor de 30 metros a la
altura del pecho (ADP).
Por sus características fue declarada Monumento Natural, bajo Decreto
Presidencial 571-09, en la categoría III de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN), el 5 de mayo de 2019, Día Internacional
del Árbol.
Mediante el acuerdo DJ-A-1-2018-0016 del 19 de abril de 2018, se firmó
entre el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y La Fundación
Acción Verde, Inc. un convenio de co-manejo, bajo la modalidad de
administración de este importante espacio, en el cual se han incorporado además
un comité compuesto por la Sociedad Ecológica del Cibao, Inc. (SOECI), las
alcaldías de Santiago, Licey y Tamboril, Representantes comunitarios y el
Jardín Botánico de Santiago.
De uso ornamental, en Centroamérica es común ver ceibas como centro de
plazas y parques. En Guatemala es el árbol nacional.
Con 21 especies aceptadas por la ciencia, se distribuyen en zonas
tropicales y subtropicales de América y África, justo donde ambos continentes
se separaron hace cerca de 120 millones de años.
En nuestra isla la Ceiba petandra, se encuentra por debajo de los 1000
metros sobre el nivel del mar. Esta se adapta bien a zonas secas como húmedas,
pudiendo vivir durante varios siglos en constante crecimiento, en zonas
abiertas no consigue tanta altura porque no debe competir por el sol.
¿Sabes de una más grande?
Si sabes de alguna ceiba que pueda
competir con estas en el territorio nacional, déjanos un comentario con la ubicación.
En la Avenida del Puerto se ubica la “Ceiba de Colón”, nombre atribuido por
la leyenda que Cristóbal Colón amarró una de las carabelas al tronco de esta
ceiba a su entrada por el río Ozama.
Actualmente solo queda la base del tronco, la cual fue cubierta con cemento
hace muchos años para su preservación.
En la siguiente imagen de finales del siglo XIX, se puede ver la ceiba ya
envejecida.
Pueden sobrepasar los 60 metros de altura con una corona superior a los 50
metros de diámetro y un tronco de unos 3 metros de grosor. Con raíces
tubulares, que pueden llegar hasta los 8 metros de altura, pueden propagarse
decenas de metros bajo tierra.
Muchas ceibas poseen cavidades en el tronco tan grandes que pueden servir
de refugio para animales y humanos.
Esta ceiba en Mencía, Pedernales, tiene espacio en su interior para
albergar hasta 6 personas adultas de pie, donde además se pueden observar
murciélagos dentro de ella