Este
recurso no es nuevo. En 2009, los chinos bombardearon su capital, Beijing, para
que nevara.
En
2010, el gobierno venezolano hizo el plan Sembrado de Nubes con el mismo
propósito. En casos de sequía extrema algunas medidas han afectado los hábitos
diarios:
En
2005, por ejemplo, se decretó en Huelva (España) que las personas sólo podían
ir a las piscinas públicas a tomar sol... ¡pero sin bañarse!
El bombardeo de nubes con
yoduro de plata para que se incrementen las lluvias es un método utilizado en
Chile, que atraviesa por una severa sequía, y en el estado de Zacatecas en
México, y representa según los expertos una de las nuevas formas para paliar
los cambios climáticos del mundo.
El bombardeo consiste en
rociar con aviones, antenas o cohetes el químico en nubes específicas, lo que
provoca que las gotas de lluvia se ensanchen y se precipiten.
Este procedimiento es un
proceso con un costo muy elevado.
MITOS SOBRE EL BOMBARDEO DE
NUBES
CUALQUIER TIPO DE NUBES ES
BOMBARDEABLE
No todas las nubes son estimularles
y que el bombardeo no genera lluvias, las aumenta.
SU EFECTIVIDAD NO ESTÁ
COMPROBADA
Diversas personas han sido
críticas en señalar que el costo de esta iniciativa es muy elevado y que los
logros que se han obtenido en otras ocasiones no han sido óptimos.
EL YODURO DE PLATA GENERA
PROBLEMAS DE SALUD
Existe la tendencia a creer
que el utilizar químicos como el yoduro de plata, la acetona y el yoduro de
amoniaco para incrementar precipitaciones podría generar que, una vez que el
agua haya caído, éstos produzcan efectos en la salud de las personas que están
en contacto con las lluvias.
EL YODURO DE PLATA GENERA
CONTAMINACIÓN
Hay quienes consideran también
que el contacto de estos productos con la flora y fauna de la cordillera, donde
se realiza el procedimiento, podría provocar daños en el medio ambiente.
LA ESTIMULACIÓN GENERA CAMBIOS
CLIMÁTICOS
Durante las últimas semanas,
se han registrado días con presencia de densas neblinas en algunos sectores de
la región. También calores que no se condicen con el mes de otoño que se está
viviendo, cambios climáticos que algunos atribuyen al inicio de la estimulación
artificial de nubes.
VERDADES
DEBE EXISTIR UN FRENTE DE MAL
TIEMPO ADECUADO
María Ester Baeza, gerente
técnico de RG Aircraft, empresa encargada de bombardeos de nubes, explica que
no todas las nubes tienen las condiciones para recibir el yoduro de plata.
“Éstas
son las que contienen mayor cantidad de temperatura de agua sobre enfriada.
La
isoterma tiene que estar entre -2 y -18 grados bajo cero. Deben estar a un
nivel donde se pueda volar”, precisa.
EXPERIENCIA HABLA DE
INCREMENTOS ENTRE 10 Y 20%
Especialistas explican que
antes no hubo resultados debido al rudimentario sistema y el poco conocimiento
de las nubes, pero hay experiencias en diversos países que avalan incrementos
entre un 10 y un 20% .
“En
Salamanca, el promedio de lluvias en abril fue de 3 mm y el día de la
estimulación fueron 18 mm”, dice Baeza.
LAS CONCENTRACIONES DE
QUÍMICOS SON MUY BAJAS
Miguel Martínez, meteorólogo y
gerente de Hidromet, es enfático en señalar que “ni siquiera me atrevería a
decir que el riesgo es bajo, es nulo. Se han hecho estudios en Estado Unidos,
que dicen que si el yoduro de plata tiene una concentración sobre 50 partes por
millón podría ser nociva.
Con la siembra la máxima concentración que se ha
logrado captar es 0,1 parte por millón”.
ASEGURAN QUE SE TRATA DE UN
PRODUCTO INOCUO
María Ester Baeza señala que
“el yoduro de plata es inocuo, Estados Unidos es uno de los países que más
cuida su ambiente y ellos tienen hace 50 años este programa
ininterrumpidamente”.
Miguel
Martínez agrega que “no hay ningún efecto en el ambiente, de hecho el yoduro de
plata es un elemento bastante inerte e inofensivo, no es corrosivo, no es
tóxico, la concentración es muy baja”.
LOS EFECTOS VIENEN DESDE HACE
AÑOS
Generar cambios climáticos a
gran escala es imposible.
El
cambio que estamos sufriendo ahora, del calentamiento global, es debido a la
acción masiva del hombre desde hace muchos años. Lo único que hacemos es hacer
más intensas las lluvias, pero la intervención es mínima e inmediata.
CONCEPTOS BASICOS DE FISICA DE
NUBES:
La “siembra de nubes”, está
orientada a actuar sobre la microfísica de la nube, facilitando el proceso de
formación de gotas en nubes cálidas o cristales de hielo en nubes frías, y
tratar que estos meteoros alcancen tamaños mayores en menos tiempo, y con esto
lograr velocidades de caída mayores que les permite precipitar (lluvia o
nevada).
Para que una gota de agua
pueda ser calificada como gota de lluvia, tiene que tener una velocidad de
caída superior a 1 m/s lo que se logra con tamaños superiores a 1 milímetro.
De
lo contrario, la gota no precipita y se queda suspendida en la nube para formar
niebla, neblina o camanchaca.
Para formar una nube, primero
se requiere vapor de agua, que como todo gas está formado por moléculas y por
lo tanto no precipita o en palabras simples, no tiene velocidad de caída
suficiente (no llueve).
El vapor de agua se concentra
en las capas bajas de la atmosfera, principalmente sobre los océanos o grandes
cuerpos de agua. Para lograr formar una nube, la que está constituida por
pequeñas gotitas de agua (del orden 10 micrones), se requiere condensar el
vapor de agua y formar agua líquida.
Al
igual como ocurre en el parabrisas del auto cuando se “empaña” por efecto del
frío externo, para condensar el vapor de agua, la atmósfera recurre al
enfriamiento del aire húmedo mediante un ascenso forzado que puede ser generado
por un sistema frontal, un obstáculo físico como la cordillera o el
calentamiento del suelo durante el verano (tormentas), esto es posible debido a
que la temperatura del aire decrece con la altura a una razón media de 6,5°C
por cada 1.000 metros.
La condensación se logra
mediante un proceso denominado nucleación heterogénea, el cual se realiza en
presencia de pequeñas partículas denominadas núcleos de condensación o CCN que
tienen un tamaño de décimas de micrones (Figura 1), partículas que permiten
concentrar alrededor de ellas moléculas de agua (higroscópica), dentro de estas
partículas se encuentran los aerosoles naturales como la sal comun o arcilla y
los artificiales como es el yoduro de plata (IAg) o el hielo seco (CO2)
utilizados para el “sembrado de nubes”, mediante este proceso se logran formar
gotas de agua con diámetros de 1 micrón, las que son aún muy pequeñas para
precipitar.
El diámetro óptimo de la
gotita de agua, resulta del equilibrio entre el efecto curvatura de las gotas
(mayor evaporación que en una superficie plana) y las características químicas
del CCN o soluto (menor evaporación que agua pura), efectos que se combinan en
la Ecuación de Köhler.
Se requiere un segundo
mecanismo para hacer crecer las gotas de agua en un orden de magnitud, este es
la difusión.
Básicamente en este mecanismo las moléculas de vapor agua migran
desde zonas con mayor concentración (sobre-saturadas) a zonas con menos
moléculas (sub-saturadas).
La difusión solo actúa alrededor de pequeñas
partículas, donde el efecto de curvatura de las gotas es importante. Con este
mecanismo las gotas pueden alcanzar un tamaño de 10 micrones, luego de alcanzar
este tamaño el mecanismo de difusión deja de ser eficiente.
Mediante la nucleación y
difusión, se pueden forman gotas del orden de 20 micrones, las que aún tienen
velocidades pequeñas para precipitar y por tanto no generan lluvia, solo niebla
o llovizna.
En nubes frías, con
temperaturas de aproximadamente entre -5°C y -20°C, y donde se cuenta con agua
en estado líquido, la presión de saturación del hielo es menor que la del agua
líquida, por lo que el crecimiento de los cristales de hielo se realiza a
expensas de la evaporación de las gotas de agua, en un proceso denominado
deWegener-Bergeron-Findeisen (WBF).
Para lograr formar gotas de
lluvia con un tamaño del orden de los 2 milímetros que tengan velocidades de
caída de aproximadamente 1 m/s, se requiere agrupar aproximadamente 1 millón de
gotas en la nube, esto es posible mediante el mecanismo denominado colisión y
recolección, donde gotas más grandes y que tienen velocidades mayores
recolectan o “barren” las gotas más pequeñas creciendo a expensas de éstas
Dentro de la nube la
distribución estadística del radio de las gotas de agua, sigue aproximadamente
la distribución de Marshall-Palmer.
Para que el mecanismo de
colisión y recolección sea efectivo, se requieren nubes con espesores
superiores a 1.000 metros, de lo contrario, no se logra formar gotas de un
tamaño suficiente para precipitar. Es por esto, que no se produce lluvia en los
estratocúmulos costeros de todo el norte chileno y solo se alcanza la categoría
de niebla o camanchaca.
En lo expuesto anteriormente,
aún hay preguntas en física de nubes sin respuestas, una de ellas es ¿cómo se
logra formar una población de gotas heterogénea, sin la cual el mecanismo de
recolección no es efectivo, a partir de una población homogénea?
TECNICAS UTILIZADAS EN EL
BOMBARDEO DE NUBES:
La técnica más utilizada para
el “sembrado de nubes” consiste en incorporar dentro de la nube algún compuesto
higroscópico como yoduro de plata (AgI) o hielo seco (CO2). Lo que permite
actuar sobre la microfísica de nubes, “acelerando” el crecimiento de las
pequeñas gotas de agua o cristales de hielo.
Para
que esto sea posible se requiere:
1) Vapor de agua, que no esta
disponible en zonas secas, temporada seca (verano en Chile) o sequias (cada 4 o
5 años), definitivamente no se puede hacer llover en el desierto de Atacama!
2) Una nube (sistema frontal)
de gran desarrollo vertical, la que muy probablemente de todas formas
precipitaría. Es por esto que en Chile cuando se quieren mostrar éxitos de esta
técnica se recurre a ejemplos de inicio de la temporada de lluvias (mayo o
junio).
3) Se requiere algún compuesto
higroscópico o núcleo de condensación que ayude en el crecimiento de las gotas
de agua en la nube, usualmente:
a) Yoduro de Plata, el cual es
caro y contaminante.
b) Hielo Seco (CO2) más
económico, pero es un gas Efecto Invernadero que todo el mundo esta tratando de
reducir.
RESULTADOS:
En general, los resultados de
la aplicación de la técnicas de “sembrado de nubes” son discutibles, mientras
que las empresas dedicadas al “sembrado de nubes” habla de incrementos cercanos
al 5% en la precipitación total e incluso llegan a mencionar 20%. Los pocos
estudios existentes solo muestran valores de 0% a 3%, mientras los más
escépticos, dentro de los cuales yo me encuentro, pensamos que incluso puede
ocurrir una reducción en las precipitaciones totales, que de todas formas
ocurrirían sin mediar sembrado alguno.
El gran problema está en poder
demostrar que efectivamente, un sembrado de nubes genera un incremento en la
lluvia de un sistema frontal, que de todas formas generaría precipitaciones, ya
que la técnica de terreno contempla “sembrar” nubes existentes que están muy
cerca de precipitar, las que son seleccionadas utilizando un radar
meteorológico, la técnica no se puede aplicar con cielos despejados!.
En un contexto meteorológico,
lo anterior resulta difícil de explicar, ya que las lluvias que afectan la zona
central y norte de Chile, durante el invierno, son principalmente sistemas de
mal tiempo que abarcan grandes extensiones territoriales y superan largamente
los miles de kilómetros, pensar que la incorporación de algunas toneladas de
sales pueda modificar uno de estos sistemas resulta muy difícil de creer y
demostrar en contexto físico.
Para colocar lo anterior en
números, permítame asumir el caso más favorable de una ganancia de un 5% en las
precipitaciones, en el caso de las cuencas chilenas más beneficiadas con el
“sembrado de nubes” se tendría que esperar durante un:
Año Normal.
Copiapó Llueve 12 mm +5%
significaría un incremento <1 mm al año.
Serena Llueve 80 mm, +5%
significaría un incremento 4 mm al año.
San Felipe Llueve 235 mm, +5%
significaría un incremento 12 mm al año.
Santiago Llueve 310 mm, +5%
significaría un incremento 15 mm al año.
Curicó Llueve 780 mm, +5%
significaría un incremento 25 mm al año.
Año Seco: (ejemplo durante la
sequía de 1998)
Copiapó Llovió 4 mm, +5%
significaría un incremento <1 mm en el año.
Serena Llovió 20 mm, +5%
significaría un incremento 1 mm en el año.
San Felipe Llovió 40 mm, +5%
significaría un incremento 2 mm en el año.
Santiago Llovió 90 mm, +5%
significaría un incremento 4 mm en el año.
Curicó Llovió 170 mm, +5%
significaría un incremento 10 mm en el año.
De los ejemplos anteriores se
desprende que:
1) Durante años normales, sólo
se lograría un incremento en las precipitaciones de entre 1 y 25 mm, ninguno de
estos casos se puede calificar de temporal o lluvia significativa, una lluvia
débil en la zona central supera los 25mm en tan solo un día.
2) Ni siquiera durante años normales,
el “bombardeo de nubes” permite asegurar una precipitación suficiente para
modificar el déficit climatológico en las cuencas desde Curicó al Norte.
3) Durante años secos, los
beneficios serían mínimos, tan solo unos milímetros anuales, el equivalente a
una niebla o llovizna.
4) La aplicación de la técnica
no cambiará la hidrología de la cuenca beneficiada, un año seco continuará
siendo seco antes y después de aplicar la técnica.
5) No se puede aplicar la
técnica en años lluviosos con una lluvia anual sobre 700mm en Santiago, y donde
35 mm de lluvia extra pueden hacer la diferencia entre una inundación o no.
6) La aplicación de la técnica
durante los meses de primavera u otoño puede tener un fuerte impacto en la
actividad agrícola como la fruticultura, ya que incluso precipitaciones de 1mm
obligarían a la aplicación de productos como plaguicidas, incrementando los
costos y disminuyendo la calidad de la producción.
7) Claramente hablar de
“lluvia artificial” es una exageración, en el mejor de los casos correspondería
a una “llovizna artificial”.
Efectos Colaterales:
1) Indudablemente su alto
costo, el bombardeo de nubes es una técnica que requiere instalaciones (radar),
insumos (sales) y horas de vuelo costosas.
2) La oportunidad de las
precipitaciones. Esta es una técnica que de ser efectiva no se puede aplicar
cuando se requiere el agua que es durante la temporada de riego, simplemente
porque no hay nubes de lluvia.
3) La Técnica no se puede
aplicar en invierno de años secos, porque son escasas o no ocurren nubes
adecuadas.
4) La técnica no se puede
aplicar en el litoral del norte chico y grande de Chile, ya que dominan nubes
de bajo espesor vertical como son los estratocúmulos costeros que son muy
delgados para generar gotas de lluvia.
5) En la zona central y norte
de Chile, la técnica solo se puede aplicar durante la aproximación de un
sistema frontal o pre-frontal, generando la duda si la lluvia fue generada por
la técnica o simplemente tenía que llover.
6) El Bombardeo de Nubes,
tiene efectos ambientales negativos al requerir productos que son contaminantes
para el medioambiente (sales o CO2).
7) Eventual problema legal, de
ser correcto lo que afirman las empresas dedicadas al bombardeo de nubes, que
logran un 20% o más de sobre precipitación.
Queda
claro que de aplicarse la técnica de manera incorrecta, por ejemplo durante la
llegada de un sistema frontal en Mayo o Junio, como ocurrió durante el invierno
de 2002, con 200 mm de lluvia acumulada en Santiago. Un 20 % extra puede hacer
la diferencia entre una crecida y una gran crecida en el Río Mapocho, generando
daños a la infraestructura publica y privada, en este caso
¿Quién
será el responsable? ¿Se requerirán seguros por daños a terceros?
Provocar lluvia por bombas de
yoduro de plata no es inocuo, es caro y en general poco eficaz, según expertos
MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS)
-
Provocar lluvia por bombas de
plata no es inocuo, es caro y en general poco eficaz, según manifestaron a
Europa Press expertos en la materia, ante la intención de China de provocar
precipitaciones mediante este procedimiento y evitar así que se produzcan
durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
Así, el responsable de
Ecologistas en Acción, Santiago Martín, explicó que este método "no es
inocuo" y advirtió de que "no es la forma de regular el clima".
En este sentido, señaló que este procedimiento "siempre tiene
impacto" sobre el medio ambiente, aunque "no sea excesivo".
Por su parte, el jefe del Área
de Predicción Operativa de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel
Alcázar, resaltó que es un procedimiento con resultados "poco
llamativos", aunque señaló que, en determinadas condiciones, "puede
ser eficaz".
Sobre las posibles
repercusiones negativas en el medio ambiente, Alcázar manifestó que son
"pocas", pero reiteró que es un método con un coste
"altísimo" y con "poca eficacia" en general.
El Ayuntamiento de Pekín ya
realizó un ensayo general, con lanzamiento de bombas, el año pasado, y los
cielos amanecieron de un inusual color azul el día 8, por lo que las autoridades
se muestran confiadas en que podrán repetir la hazaña.