anuncia
que tantos los modelos diésel examinados de Renault como otras dos marcas
extranjeras exceden las emisiones permitidas.
Tanto
el gobierno francés como la compañía niegan que los excesos procedan de un
trucaje del software del motor, como pasó con Volkswagen.
Agentes
de la oficina antifraude de Francia registraron varias sedes por supuesto
fraude en la homologación y en la puesta a punto de los controles del motor.
Las
acciones de la compañía caen un 10% y arrastran al resto del sector. ECO
Actividad social ¿QUÉ ES ESTO? 92% 57 +1 HÉCTOR GARRIDO 14.01.2016 -
17:50h@hectormgarridoGoogle+ Renault revive este jueves la pesadilla que en
septiembre sufrió Volkswagen.
Esta
jornada se ha conocido que agentes franceses de la Dirección General de la
Competencia, del Consumo y de la Represión del Fraude investigaron el pasado 7
de enero varias sedes de la compañía automovilística Renault por un presunto
fraude en sus emisiones de contaminantes, según informaba la agencia Bloomberg
citando fuentes sindicales que atestiguaron los registros.
Otras
imágenes 2 Fotos El fraude, aparentemente, estaba relacionado con las pruebas
de "homologación" y con la "puesta a punto de los controles del
motor" según Florent Grimaldi, un portavoz del sindicato CGT en la sede
que la empresa francesa tiene en la localidad gala de Lardy.
Los
registros tuvieron lugar en el centro de ingeniería de Lardy, el de tecnología
de Guyancourt, la planta de Plessis-Robinson y su sede de Boulogne-Billancourt,
todos en los alrededores de París.
Según
ese sindicato, los agentes se incautaron de varios ordenadores porque las
pesquisas podrían estar relacionadas con "las consecuencias del caso de los
motores trucados de Volkswagen".
El
posible engaño iría, de este modo, en línea con el que llevó a finales de 2015
al consorcio alemán a su mayor crisis de su historia por manipular sus
motores diésel para engañar a la inspección medioambiental y rebajar
ficticiamente sus emisiones durante los exámenes oficiales.
Royal:
"Superan el límite de emisiones" El grupo Renault ha defendido sin
embargo este jueves que no hay pruebas de "la presencia de un programa de
trucaje" en sus vehículos, tras los exámenes llevados a cabo por la
Dirección General de la Energía y el Clima, dependiente del Ministerio de
Ecología y Energía. Y así lo ha confirmado esta tarde la ministra del ramo,
Ségolène Royal.
No
existe trucaje, pero sí un exceso de emisiones.
La ministra Royal ha asegurado este jueves que
que tantos los modelos diésel de Renault como los de otras dos marcas
extranjeras están excediendo las emisiones permitidas de dióxido de carbono
(CO2) y de óxido nitroso (NOx).
Los
exámenes del Ejecutivo francés comenzaron en octubre, después de que la
ministra Ségolène Royal anunciase pruebas aleatorias al parque diésel francés
tras la crisis de Volkswagen.
Del
centenar de coches que se analizan desde entonces, 25 corresponden a la marca
Renault, aunque de momento solo se han analizado 22 (cuatro de ellos, de la
firma gala).
En
ningún caso el caso de Renault es comparable al de VolkswagenEl grupo
automovilístico francés, aparte de negar que se haya descubierto manipulación
alguna en estos modelos, matiza hoy en su comunicado que los registros se
hicieron para "complementar" la investigación y "validar los
primeros elementos de análisis" de la comisión técnica independiente.
Royal también ha confirmado que los registros no estaban relacionados con los
exámenes.
Emmanuel
Macron, ministro de Economía, ha indicado por su parte que "en ningún caso
lo de Renault no es comparable al de Volkswagen" y asegura que
"mantiene la confianza" en el grupo automolístico del que el Estado
francés es su principal propietario, con el 19,7% de las acciones.
Con la
crisis de Volkswagen en el recuerdo, los inversores han corrido a deshacer
posiciones en el sector tras conocer las sospechas sobre Renault Las
acciones de la compañía se hundían al inicio de la sesión de la Bolsa de París
más de un 23% –la mayor caída intradía de Renault desde 2008– aunque al cierre
se amortiguaron las pérdidas hasta un 10,28%.
La
desconfianza se contagió al resto de compañías: Peugeot cayó un 3,4%, Daimler
un 3,4% y Volkswagen un 2,24%. También Fiat sufrió el pánico, aunque su
derrumbe en Milán (6,9%) se explica por la denuncia tras un presunto amaño de
sus cifras de ventas en EE UU.
Un
asociación denunció emisiones excesivas de NOx en el modelo Espace La mirada
sobre todos los constructores automovilísticos se intensificó tras producirse
el escándalo por el engaño masivo de Volkswagen en las emisiones de10 millones
de sus vehículos con propulsores diésel. Y Renault, que en 2014 comercializó
2,7 millones de vehículos, no ha sido ajena a la vorágine.
El pasado mes de
noviembre, la asociación ecologista alemana Deutsche Umwelthilfe (DUH) denunció
que el nuevo diésel Renault Espace 1.6 dCi, vendido en el mercado desde la
pasada primavera, multiplicaba de 13 a 25 veces los niveles máximos de óxido
nitroso (NOx) que especifican las norma Euro-6.
El
límite exigido de partículas emitidas es de 80 mg/km y los tests que la
asociación realizó junto a la Universidad de Ciencias Aplicadas de Suiza midió
emisiones de hasta 2.000 mg/km en los modelos testados del nuevo Espace.
Los
sindicatos en España piden "prudencia" y esperan información de la
compañía La filial española de Renault, preguntada por 20minutos, no ha querido
realizar ningún tipo de declaración.
"Sabemos
que hay muchas marcas en el punto de mira, tendrán que hacernos desde la
empresa las aclaraciones correspondientes", explica a este medio Laura del
Ser, portavoz del sindicato UGT en la fábrica de Valladolid.
"Estamos esperando a recibir información
oficial, porque nos hemos enterado a la vez que todo el mundo. De momento solo
queremos trasladar un mensaje de calma y prudencia", añade Del Ser. Por su
parte, el delegado general de CCOO en Renault, Rubén González, ha reconocido a
Europa Press que hay "cierta inquietud" en la plantilla.
Tendrán
que hacernos desde la empresa las aclaraciones correspondientes Renault tiene
cuatro factorías en nuestro país:
en la
fábrica de Palencia se montan los modelos Megane y Kadjar, mientras en
Valladolid se ensambla el Captur.
Además
existe una fábrica de Motores en Valladolid y otra de de Cajas de Velocidades
en Sevilla. La producción de vehículos (345.000 unidades a finales de 2014)
supone un 11,5% del total de la fabricación mundial del grupo francés, la de
motores un 49,45% y la de caja de velocidades un 29,51%.
El
grupo emplea de forma directa a 12.000 personas en España y los sindicatos
calculan que son "cuatro veces más" los trabajadores que dependen de
forma indirecta de la compañía en nuestro país.
Además,
Renault en España cuenta con una red comercial cercana a las 1000 instalaciones
repartidas por todo el territorio, incluyendo Gibraltar y Andorra.