Vista de Salto Grande, considerado un baluarte ecológico de Azua.
“¿Cómo recuerda el Salto Grande?”, fue una de las preguntas que
reporteros de Diario Libre hicieron a comunitarios del municipio Las Charcas,
en Azua, quienes, pese a tener años sin acercarse a la zona, tienen en su
memoria la imagen de un balneario al que acudían decenas de bañistas, una vista
contraria a lo observado actualmente.
El equipo acudió a la zona tras una denuncia en redes sociales sobre “la
destrucción de esta belleza natural”, acompañada de dos fotos: la primera
muestra grandes cantidades de agua de la cascada, mientras que en la segunda se
observa el entorno prácticamente seco.
En el lugar se encontraban Luis Carvajal, Eleuterio Martínez y Milton
Martínez, en representación de la Academia de Ciencias de la República
Dominicana, quienes fueron a la zona al recibir la citada denuncia.
Los ambientalistas explicaron que, en el salto, a donde se conectaron largas mangueras, se observa una estructura para la construcción de una toma de agua, con un dique “que está totalmente colmatado (relleno total de una cuenca mediante la acumulación de sedimentos); si lo limpian ahora, en tres días estará colmatado otra vez, esto te lleva a la inutilidad absoluta de esto (la estructura)”
Luis Carvajal, miembro de la Academia de Ciencias.
El hallazgo más notorio, expresa Carvajal, “es que estamos en el
interior del Parque Francis Caamaño”. El Parque Nacional Francisco Alberto
Caamaño Deñó, nombrado así en honor a la figura de la Guerra de Abril homónima,
tiene más de 500 kilómetros cuadrados y fue declarado como parque nacional en
2009.
“Ya en el camino ustedes vieron una intervención sobre el bosque
ribereño, eliminar bosques ribereños, en cualquier río, es un delito, pero
hacerlo al interior de un Parque Nacional es mucho más grave aún”, añade
Carvajal. El ambientalista explicó que la gravedad de este hecho se agudiza
debido a que la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y la Ley de Áreas Protegidas
prohíbe este tipo de intervenciones.
“Esta intervención no puede tener permiso (ambiental), y si lo tiene es
de carácter irregular. Nosotros todavía desconocemos si alguien se le ocurrió
dar un permiso en esta zona, pero peor aún, algo más grave y que desconocemos,
es si alguna autoridad ha sido parte”, sostuvo.
Luis Carvajal manifestó: “Aquí está el Instituto Nacional de Aguas
Potables y Alcantarillados, que es el Estado, y resulta extraño que siendo
Inapa parte de la mesa de agua y de los estamentos donde se discute una
política nacional de agua, se cometa un delito de este tipo”.
“Necesitamos agua para la población, pero bajo este esquema, lo que
comprometemos es el agua de la población, y es inconcebible”, subrayó.
Los miembros de la Academia de Ciencias estuvieron acompañados por el
Ministerio Público, entidad a la que presentarán un informe sobre los
hallazgos.
Eleuterio Martínez, vicepresidente de la Academia de Ciencias.
El extraordinario valor del parque
El vicepresidente de la Academia de Ciencias, Eleuterio Martínez,
explicó a Diario Libre el valor histórico y ecológico del parque. Sobre el
primero, señaló que “este es el recorrido que hizo Francis (Caamaño) antes de
adentrarse en el corazón de la cordillera Central y llegar hasta Valle Nuevo”.
Sobre el valor ecológico, indicó que “el área marina, la parte más
céntrica de la Bahía de Ocoa, incluyendo un poco la Bahía de Azua, tiene 200
kilómetros cuadrados, es decir, es un señor parque en el agua, y justamente la
parte que está en el agua está en tierra firme, es un parque mixto”.
Calificó como “extraordinaria” la diversidad biológica del parque
“porque se trata de un bosque seco, uno de transición, un bosque húmedo y la
parte del bosque de galería, que es el que se da entorno a todos estos ríos,
que es sumamente diverso”.
Aseguró que los helechos de la zona hablan de los microambientes que se
crean cuando se habla de un bosque de galería. Destacó que este parque nacional
tiene un valor extraordinario para el sistema de áreas protegidas. De igual
forma, resaltó el estatus de conservación del parque, que calificó como
“envidiable”.
“Cuando aparecen estructuras como esta, no aparece mucha explicación,
porque no hay un criterio técnico, yo estoy seguro de que aquí no ha venido un
técnico para ver lo que se está haciendo”, sostuvo Martínez.
¿A dónde va a parar el agua?
Sobre el origen de la problemática se han manejado varias informaciones
que van desde el uso del agua para fines agrícolas hasta la construcción de un
acueducto. Este último dato fue otorgado por un empleado de la Alcaldía de
Estebanía, que coincidió con Diario Libre en momentos en que concluía una
actividad en la Plaza Ceremonial.
Al indicársele que se trataba de un trabajo sobre Salto Grande,
manifestó: “Eso (la situación de la cascada) es un problema”. Afirmó que hace
alrededor de 12 años se desarrolló un proyecto para un acueducto múltiple para
los municipios de Las Charcas y Estebanía, sin embargo, no prosperó.
Sobre este particular hablaron varios residentes de Las Charcas, como un
hombre oriundo de la zona, quien indicó: “Esa gente (las autoridades) gastaron
muchísimos millones dizque para traer agua del salto para acá”.
El señor, quien vive en Estados Unidos, manifestó: “Aquí hay poca agua.
Quien no tiene cisterna tiene que coger mucha pela”. Otro ciudadano sostuvo que
las personas pagan hasta 1,500 pesos por el servicio a camiones cisterna.
Diario Libre ha intentado hacer contacto con Inapa sobre la situación
del Salto Grande, sin embargo, no ha sido posible obtener una respuesta. El
ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, manifestó que estaba al tanto
de la situación y que esperaba un informe de un equipo que investiga en Azua.
Diario Libre