Es un hecho que un tercio de todos
los alimentos producidos en el mundo acaba convertido en residuos.
Es por ello que constantemente se
realizan investigaciones y estudios de cómo generar menos desechos o de cómo
convertirlos en un elemento sustentable.
De acuerdo a un estudio elaborado
por el Programa de Reutilización de Residuos (WRAP, por sus siglas en inglés,
la reducción de residuos orgánicos podría generarle al mundo un ahorro de hasta
US$ 300.000 millones al año.
Para lograr esto, sin embargo, se
requiere de una reducción del 20% al 50% de los desechos de los alimentos.
El informe denominado “Estrategias
para alcanzar beneficios económicos y ambientales reduciendo los desperdicios
de alimentos”, también identifica oportunidades significativas para mejorar el
desempeño económico y para enfrentar el cambio climático mediante la reducción
de la comida que se desperdicia en la agricultura, el transporte, el
almacenamiento y el consumo.
Richard Swannell, Director de
Sistemas Alimentarios Sustentables de WRAP, advirtió la importancia de este
tema en todo el mundo. “Los desperdicios de alimentos son un problema mundial y
abordarlo es una prioridad“, señaló.
El reporte hace hincapié en los
beneficios que pueden obtener tanto las empresas, como los consumidores y el
propio medio ambiente.
La dificultad, según el estudio, es
a menudo saber por dónde empezar y cómo generar los mayores ahorros económicos
y ambientales.
En colaboración con el PNUMA y la
FAO, el WRAP ha presentado un programa de orientación internacional sobre cómo
lograr a través de la implementación de estrategias efectivas la prevención de
residuos de alimentos en todo el mundo
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