Naciones Unidas teme una devastadora
falta de agua potable: en el año 2050 aumentará la necesidad de agua en un 55
por ciento, según pronostica el informe que presentó hoy en Nueva Delhi.
Ahora ya se puede asegurar que “el planeta nunca
había estado tan sediento”. Y la construcción de sistemas de riego para la
agricultura, la creciente industrialización, así como la construcción de nuevas
centrales térmicas no hace más que aumentar la demanda.
La humanidad tiene que aprender a emplear menos
agua, afirma el informe. Muchos agricultores utilizan sistemas de riego
ineficientes y ahí puede intervenir la política con subvenciones adecuadas.
Los autores de este informe de la ONU recomiendan
también construir menos centrales de carbón, nucleares y de gas, ya que estas
instalaciones consumen mucha agua para la refrigeración. Sin embargo, piden “un
aumento drástico” del apoyo a las energías renovables como la solar o la
eólica, para así reducir el consumo de agua.
Otro llamamiento de Naciones Unidas, que se realiza
justo antes del Día Mundial del Agua, es que no hay que contaminar ni ensuciar
el agua.
En la actualidad, 748 millones de personas no
tienen acceso a agua potable limpia debido a los pesticidas y químicos que
acaban en las aguas subacuáticas, pero también por la falta de depuradoras. Más
del 80 por ciento de las aguas residuales ni se canalizan adecuadamente ni se
limpian.
En muchos lugares del mundo, según el informe,
constituye además un problema que se está recurriendo masivamente al agua de
las capas freáticas.
En las llanuras del norte de China, el nivel de las aguas
subterráneas ha llegado a disminuir en más de 40 metros. “Tenemos que cambiar
la forma y el modo en el que evaluamos, gestionamos y empleamos este recurso”,
dijo la secretaria general de la Unesco, Irina Bokova.
La organización ecologista WWF advirtió que una
crisis de agua puede desembocar en una catástrofe ecológica. En los últimos
años se han ido perdiendo en todo el mundo más del 50 por ciento de los
sistemas de ríos, pantanos y lagos. La cómoda situación que viven varios países
europeos y norteamericanos con el agua potable es una excepción si se compara a
nivel global, señalan desde WWF.
El cambio climático además agudiza aún más la
escasez de agua en numerosos lugares, según se señala desde Naciones Unidas.
Ciudades costeras como la india Calcuta, la capital de Bangladesh,
Dacca, o la de Indonesia, Yakarta, luchan contra el avance del agua salada en
las capas freáticas. En pequeñas islas del Pacífico como Tuvalu o Samoa la
gente tiene que consumir cada vez más agua embotelladas y no siempre todos se
lo pueden permitir a la larga.
Una de las soluciones para hacer ahorrar más agua
podría ser encarecer el coste. “Los precios actuales del agua son en general
demasiado bajos como para disuadir a las casas más ricas o las industria de que
consuma menos agua”, se señala en el informe.
Los bajos precios del agua hacen además
que para los gestores públicos no sea rentable hacer llegar la canalización a
los pobres en muchas regiones. Por ello tienen que comprar el agua a empresas
privadas, a un precio superior que el que pagan los ricos
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