“Las
verdes colinas volcánicas que se elevan por encima de la localidad de Aputzio
de Juárez han comenzado a llenarse de enjambres de mariposas monarcas, que
regresan como cada año para pasar el período invernal de su célebre migración.”
En
peligro de extinción Pero en el refugio de montaña de estas mariposas, en los
bosques de robles, abetos y pinos que bordean este pequeño pueblo agrícola, se
esconde una nueva amenaza para su hábitat de invierno:
La
lujuria por cultivar los lucrativos aguacates, que el mercado de los Estados
Unidos requiere cada día en mayores cantidades.
Estimulados
por la creciente demanda de esta fruta, los agricultores en el estado
occidental de Michoacán están despejando tierras para dar cabida a huertos de
aguacate, talando árboles autóctonos que forman un amortiguador vital alrededor
de los bosques de montaña donde anidan los monarcas.
Si
bien es cierto que durante años se ha cultivado aguacates, melocotones y otros
frutos cerca del pueblo, lo que pasa ahora se denuncia por parte de los
activistas, como “mega negocio” que está acabando con la flora natural y con
los ecosistemas de los que depende la monarca para su supervivencia.
Aputzio
se asienta en el borde occidental de la reserva de la biosfera de la mariposa
monarca, un área protegida de 135.000 acres, donde las mariposas descansan
durante la temporada invernal en los bosques de oyamel o abeto nativo. El
número de mariposas se ha reducido drásticamente en los últimos años, debido a
que la maleza disminuyó en los Estados Unidos donde pasan los veranos y a que
la deforestación afectó su hábitat en México.
Los
ambientalistas suelen esperar la llegada de las mariposas conteniendo el
aliento, ya que cada vez el número de ejemplares que viaja hacia el sur es
menor, por lo que la conservación del santuario de invierno se entiende que es
fundamental para la supervivencia de la especie.
Aguacate
versus mariposas Según los cálculos de los especialistas, cada estadounidense
consumió el doble de aguacates en 2015 de lo que lo hacía en 2008 y el 80 % de
esas frutas provenían de las plantaciones que se encuentran en el estado de
Michoacán. Y es que Michoacán es único estado mexicano autorizado para exportar
aguacates a los Estados Unidos, por las autoridades estadounidenses, que
prohíben los de otras regiones del país por temor a diversas plagas.
Si
bien las exportaciones han ayudado a la economía de la región, la cara oscura
de este “negocio” es que quienes pagan las consecuencias son las mariposas
monarcas, ya que en los últimos veinte años miles de hectáreas de bosques de
las tierras altas centrales de Michoacán (el hábitat de invierno de las
monarcas) se convirtieron en huertos de aguacates.
Fuente: medio ambiente
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