La tranquilidad de Jatinga, un
pintoresco pueblo enclavado en Borail Hills, en India, se rompe todas las
noches por un inquietante suceso al que los científicos no encuentran
respuesta: el suicidio en masa de cientos de aves.
Este fenómeno ha despertado la
curiosidad de muchos viajeros que acuden al lugar para presenciarlo con sus
propios ojos.
Ocurre invariablemente entre
septiembre y noviembre, al menos en los últimos años.
Cuando el sol se pone, cientos de
pájaros descienden sobre el pueblo volando a toda velocidad para estrellarse
contra los edificios y los árboles.
Jatinga, con una exuberante
vegetación y abundante agua dulce, es un lugar de descanso para muchas aves
migratorias que atraían a los amantes de la naturaleza del país, deseosos de
observar de cerca las garzas, patos y drongos.
Hoy los que se acercan a Jatinga lo
hacen por un motivo más macabro: quieren ver en directo la terrible escena del
suicidio, si es que se le puede llamar así.
Los ornitólogos no creen que se
trate de eso. Los animales se ven atraídas por la luz y se precipitan
violentamente contra ella, con las consecuencias que ya conocemos.
A nature lover releasing bird
Jatinga, donde los pájaros se suicidan
En realidad el verdadero misterio
es saber por qué estas aves vuelan después de la puesta de sol, algo realmente
anómalo y desconcertante para los estudiosos, dado que todas estas aves son
diurnas.
Por definición, todas ellas están
profundamente dormidas de noche, como sucede en el resto del planeta.
El harakiri aviar, como lo llaman
los lugareños, está ampliamente documentado en la historia de la región.
Pero a pesar de los estudios
realizados sigue sin encontrarse una explicación.
Algunos especialistas atribuyen el
fenómeno a las fuerzas electromagnéticas de esta zona, aunque no hay pruebas
concluyentes.
Mientras ésta llega, Jatinga sigue
recibiendo turistas cada año. Otra forma de migración estacional, bien mirada.
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