domingo, 10 de noviembre de 2019

IPCC DE LA ONU: EL NIVEL DEL MAR PODRÍA SUBIR MÁS DE UN METRO EN 2100 POR EL CALENTAMIENTO














El nivel del mar podría subir más de un metro de aquí al año 2100 si se mantiene el actual aumento de las temperaturas, avanzó este miércoles un informe de la ONU, que advierte de que eso podría obligar a desplazar a millones de personas.

Las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) no dejan lugar a dudas: la subida podría situarse en entre 30 y 60 centímetros si las emisiones de gases con efecto invernadero se reducen fuertemente y el calentamiento climático se limita a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

Pero en comparación con finales del siglo XX, podría llegar hasta los 110 centímetros si continúa la tendencia actual en el aumento de las temperaturas.


Cambios acelerados
El informe, aprobado por 195 gobiernos, concluye que los océanos, el hielo y la nieve de la Tierra están cambiando a un ritmo acelerado debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. A menos que las emisiones disminuyan rápidamente, las consecuencias de este siglo incluirán el rápido aumento del nivel del mar, el colapso de los glaciares de montaña, la muerte generalizada de la vida marina y los ciclones cada vez más destructivos.

El IPCC es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático y el nuevo informe especial sobre los océano aborda las principales amenazas que el cambio global plantea al mundo marino, como el aumento de la temperatura, la disminución de las poblaciones pesqueras, la sobrepesca, el aumento del nivel del mar o la creciente acidificación del las aguas.


En el informe han trabajado por 104 autores -dos de ellos españoles-  y editores de 36 estados, 19 de los cuales son países en desarrollo o en transición; 31 son mujeres y 73 son hombres, que revisaron 6.981 publicaciones, según el borrador final.

Océanos en peligro
La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha alertado en declaraciones a Efeverde de que nuestros océanos “están en peligro” a un ritmo “mucho más deprisa del que nos imaginábamos”, a la vista de los resultados del último informe de cambio climático de la ONU, publicado este miércoles.


 El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU sobre océanos y criosfera advierte de que los cambios acelerados en estos ecosistemas son uno de “los síntomas mas visibles y dramáticos” de la crisis climática con cambios que continuarán incluso si el clima del planeta llegara a estabilizarse.


Para Ribera, el documento es “una llamada de atención más desde que se puso de manifiesto para el gran público la relación tan estrecha entre océano y sistemas climáticos”.
Mañana, Teresa Ribera participará  en el acto organizado por el MITECO para debatir sobre el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático junto con los dos autores españoles de este informe, Íñigo Losada, del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y Javier Arístegui, del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y el investigador francés Alexandre Magnan, del Instituto para el Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI).


Principales conclusiones del Informe Especial del IPCC sobre los océanos y la criosfera en un clima cambiante
El océano, el hielo y la nieve de la Tierra están siendo transformados por el cambio climático
El aumento del nivel del mar se está acelerando y, si no se reducen las emisiones, el océano aumentará más de 10 veces más rápido para el año 2100 de lo que lo hizo durante el siglo XX.
Los glaciares perderán más de un tercio de su masa en promedio con altas emisiones, reduciendo el suministro de agua para las personas que dependen de ellos; algunas cadenas montañosas podrían perder más del 80% de sus glaciares para el año 2100 y muchos glaciares desaparecerán por completo.

La vida marina ya está siendo afectada por el calentamiento de los océanos y seguirá disminuyendo, aunque la reducción de las emisiones podría reducir los daños; entre el 84 y el 90% de todas las olas de calor marinas son ahora atribuibles al cambio climático.

Los cambios en el océano están haciendo que el clima del mundo sea más extremo y esto empeorará sin recortes en las emisiones.

La descongelación del permafrost y el derretimiento del hielo marino podrían causar un calentamiento adicional, acelerando aún más el cambio climático.

Las consecuencias de la inacción serían cada vez más rápidas y dolorosas a lo largo de este siglo, mientras que las reducciones inmediatas de las emisiones podrían reducir en gran medida estos riesgos.


Desde la alianza Oceans Services, el profesor Dan Laffoley, de la CMAP de la UICN, ha declarado: “Somos un mundo oceánico, movido y regulado por un océano único, y estamos llevando ese sistema de soporte vital al extremo de su capacidad mediante el sobrecalentamiento, la desoxigenación y la acidificación. Ya quedó atrás el momento de las ‘llamadas de atención’ – lo que necesitamos ahora es guiarnos por nuestro propio interés y con conocimiento de causa para emprender acciones que protejan el océano y el clima, protegiendo y apoyando a la vez a la humanidad”.

Lisa Speer, del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, afirma: “El océano está enfermo. Tenemos que eliminar ya algunas de las causas de esa enfermedad para que tenga una oportunidad mejor de resistir los estragos del colapso climático. Es como curar la neumonía para que el cuerpo humano pueda resistir mejor el cáncer”, apuntan también desde Oceans Services.

EFEverde

HALLAN TRES NUEVAS ESPECIES DE HONGOS CONSIDERADAS HASTA AHORA COMO UNA SOLA













Un equipo internacional de científicos ha descrito tres nuevas especies de hongos que inicialmente estaban consideradas como una sola -el Phallus indusiatus, radicado en la Amazonía-, según un comunicado del Real Jardín Botánico/CSIC.


Esta especie tropical de la familia Phallaceae (Basidiomycota) fue descrita en 1798 por Etienne Pierre Ventenat, aparece en suelos de bosques ricos en restos leñosos y se la conoce popularmente como “velo de novia” por el indusio o estructura protectora similar a una membrana de color blanco que la recubre.

El hongo estaba clasificado hasta ahora como “cosmopolita” por entender que podía desarrollarse en ecosistemas de todo el mundo, pero un estudio de los científicos publicado en la revista especializada ‘MycoKeys’ de Bulgaria demostró que distintas especies pueden mostrarse bajo una apariencia similar, aunque estén separadas genéticamente.


El equipo de investigadores estaba integrado por expertos brasileños del Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia, la Universidad Federal da Bahia y la Universidad Federal do Rio Grande do Norte, japoneses del National Museum of Nature and Science de Tokio y la española María Paz Martín Esteban, micóloga del Botánico.

Tras desarrollar diversos análisis moleculares en una muestra del Phallus indusiatus, los científicos descubrieron que existían tres especies diferentes, cada una con caracteres únicos como la volva o estructura en forma de copa en la base del pie, que es de color blanco en el tipo de hongo ya conocido, pero además tiene escamas en el Phallus squamulosus. En el caso del Phallus denigricans es de tinte marrón al madurar y, en el Phallus purpurascens, es púrpura.


El estudio “muestra una clara congruencia entre los datos morfológicos detallados y los análisis filogenéticos de ADN realizados en las tres nuevas especies descritas, que comparten mismo nicho ecológico” con la ya conocida, ha indicado la investigadora española.

EFEverde

sábado, 9 de noviembre de 2019

MICROPLÁSTICOS, UNA FUENTE DE CONTAMINACIÓN ESCONDIDA POR TODAS PARTES














Mareas que inundan los mares, pedazos diminutos que contaminan lugares remotos como el Ártico o tan cercanos como el aire que respiramos. Los microplásticos pueden encontrarse en productos tan dispares como los cosméticos o los neumáticos, pero sus efectos sobre la salud no están claros.


Mareas que inundan los mares, pedazos diminutos que contaminan lugares remotos como el Ártico o tan cercanos como el aire que respiramos. Los microplásticos pueden encontrarse en productos tan dispares como los cosméticos o los neumáticos, pero sus efectos sobre la salud no están claros.

Unos auténticos desconocidos hasta hace una década, cada vez son más frecuentes los estudios que hablan de la presencia de microplásticos en los lugares más insospechados, desde la orina y heces humanas, a las nieves del Ártico o las profundidades marinas.


Los microplásticos son partículas de polímeros sintéticos que llegan de dos fuentes: pueden fabricarse como tal para una infinidad de productos o ser resultado de la degradación del plástico por el efecto, entre otros factores, de la luz ultravioleta.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que no hay evidencias sólidas de que la presencia de estas partículas en el agua potable sea una amenaza grave de salud pública, aunque considera necesario hacer estudios más completos.


Otra contaminación menos conocida

Sin embargo, el problema no son solo los microplásticos, sino otra contaminación menos conocida. Al polímero plástico se le añaden productos químicos, “muchos de los cuales se sabe que son tóxicos”, señala la investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC Ethel Elajarrat.

La alerta sobre la contaminación por plásticos llegó desde el mar. Estos residuos han creado la que se conoce como isla de plástico o isla basura en el norte del océano Pacífico o las terribles imágenes de animales muertos con el estómago lleno de plásticos o enredados en ellos.

Sin embargo, -agrega la experta- se ha visto que no es solo un problema marino, sino también terrestre y, aunque sobre este hay menos estudios, se han extrapolado los realizados en el medio marino.


Elajarrat explica que hay dos vías principales de exposición humana a los microplásticos: la ingesta de alimentos y la inhalación de aire, que “es importante y considerable”.

El grupo de investigación de Elajarrat está empezando a estudiar la presencia de estos elementos en el aire de interiores -casas, oficinas, coches- y en el exterior.

Cualquier producto que contenga microplásticos -tejidos, cuerdas, pinturas o barnices- los va desprendiendo de manera gradual y quedan atrapados en las partículas que hay en el aire que respiramos, señala.


Un reciente documento de la Universidad canadiense de British Columbia cifra ente 74.000 y 121.000 las particulas anuales que una persona -estadounidense según la muestra del trabajo- puede ingerir por los alimentos y la inhalación de aire.

Microplásticos que salen de nuestras coladas y “van a parar a las vías fluviales y de ahí al mar” o que usa la industria cosmética -en Europa se estima que cada año se producen más de 3.000 toneladas para su uso en ese sector- para jabones, cremas exfoliantes o dentífricos que con el uso contaminan el agua.

Una contaminación que puede alcanzarnos de maneras insospechadas, como a través de los plásticos en la agricultura -por ejemplo en invernaderos- de los que muchos quedan en los suelos donde se fragmentan y sus compuestos químicos pueden ser absorbidos por los cultivos.

Las aguas que llegan a las depuradoras también llevan estas partículas que quedan retenidas en los fangos, los cuales se usan como abono en la agricultura provocando su presencia en los suelos.

Nuevas investigaciones demuestran que la presencia de microplásticos puede frenar el crecimiento de las lombrices de tierra, e incluso hacer que pierdan peso, lo que puede tener un impacto grave en el ecosistema del suelo.


Un problema de gran magnitud

Elajarrat señala que no somos conscientes de la magnitud del problema, que es “bastante grave y a nivel mundial”, no solo por la cantidad que usamos, sino porque son contaminantes que no se quedan en el foco de emisión, sino que se distribuyen por todo el planeta y pueden alcanzar las zonas remotas, como el Ártico o la Antártida.

Sin embargo, aún no están claros los efectos que esta contaminación puede tener en la salud, de ahí que muchos estudios científicos se dirijan ahora en esa dirección.

Aunque el tamaño de los microplásticos parece grande para atravesar las células humanas, pueden seguir degradándose hasta partículas nanométricas, que “sí podrían atravesar la pared de las células” por lo que hay que estudiar si esto es así y qué efectos puede causar.


Además “una gran cantidad de compuestos químicos” que se añaden a los plásticos ya se sabe que son tóxicos para los seres humanos y causan -recapitula- desde cáncer a disrupción endocrina o efectos neurotóxicos”.

El único remedio frente a la contaminación de los plásticos es “reducir desde ya el consumo abusivo” y ver que se hace con la gran cantidad de residuos que ya existen. Hay líneas de investigación -indica Elajarrat- para desarrollar métodos que puedan degradar los plásticos, por ejemplo con algunos hongos o bacterias.

EFEVerde

ASÍ ES COMO SE FABRICA EL PAPEL


















Desde pequeños siempre nos preguntamos cómo se fabrica el papel, esa lámina tan fina que desde la antigüedad permite al ser humano desarrollar su vida diaria con facilidad.

Las generaciones pasadas aprendieron a escribir o dibujar en el papel, con el papel se hace la caja en la que nos llega un nuevo televisor a la casa, gracias a él podemos preparar regalos personalizados y hasta decorar una fiesta de un ser querido. Sin embargo, el papel pasa por un proceso que pocos conocen para llegar finalmente a nuestras manos.


En una visita a la planta de fabricación de papel de Smurfit Kappa Colombia, se mostraron los pasos que se ejecutan para su creación. La materia prima principal son los troncos de los árboles, por eso la empresa tiene como pilar la sostenibilidad.

Un árbol es transformado en papel, pero cuando se reforesta y no se usan las plantaciones naturales, se hace un compromiso con el medioambiente.


EL PROCESO POR EL QUE PASA PARA LLEGAR A SUS MANOS
PASO 1: LOS FORESTALES

El jefe de la división forestal de Smurfit Kappa Colombia, Nicolás Botero, explicó el primer proceso que la compañía ejecuta para la fabricación del papel.
Dentro de la industria papelera, Smurfit Kappa no utiliza los árboles de los bosques naturales, sino que cuenta con plantaciones forestales comerciales certificadas de donde proviene el 100% de la madera que se utiliza para hacer el papel, es decir, la organización siembra sus propios árboles para causar menos impacto al medioambiente.

En las operaciones se necesitan dos tipos de plantas: el pino y el eucalipto. Botero comenta que para usar el primer árbol hay que esperar 18 años y para el segundo siete años.


Para no quedarse sin su materia prima ni tener que recurrir a los bosques naturales, en el vivero de Smurfit Kappa todos los años se siembran estos árboles y a través de investigación se ha impulsado la clonación de plantas forestales.

El eucalipto se utiliza para los papeles blancos y el pino para los corrugados o cartones.

Algunos procesos de fabricación de papel tienen un modelo de economía circular inspirado en materias primas renovables y reciclables que toma en cuenta a las futuras generaciones. 


PASO 2: PULPA O RECICLAJE

Una vez los árboles pueden ser cortados para hacer el papel, los troncos son llevados a la planta de Smurfit Kappa Colombia donde pasan por los molinos de papel y cartón que divide las fibras de la madera que serán utilizadas.

Esa máquina es conocida como “planta de pulpa” y en ella se separan los dos componentes de la madera que son la celulosa y el vinil. Las celulosas son esos “pelitos” que se le ven al papel cuando se rompe y la unión de ellas es lo que hace que el cartón sea rígido.

No siempre el papel nace de los árboles. Como este material se puede reusar hasta siete veces, una vez es recogido de los puntos de reciclaje, pasa a una máquina donde es convertido en rollos.

La fibra virgen (la de los árboles) es más larga que la fibra reciclada. Una caja de fibra virgen será más resistente que una que se haga con papel reciclado. Smurfit Kappa tiene una planta recicladora en República Dominicana.


PASO 3: LOS ROLLOS

Sea de fibra reciclada o virgen, la pulpa de la madera o los desperdicios son convertidos en rollos de papel.

Los aparatos industriales y la innovación tecnológica han permitido que la fabricación del papel sea más sencilla. Cuando este se usará para hacer, por ejemplo, cuadernos o libros, sale de la máquina con un color blanco, mientras que si el papel se utilizará para el cartón el color es marrón.


PASO 4: LAS CONVERTIDORAS

Esos rollos de papel son colocados en las máquinas de Smurfit Kappa para crear cartones, los cuales están compuestos por dos capas de papel y en medio de esta un corrugado. Si el cartón será más duro tiene tres capas de papel y dos corrugados.


Las máquinas convertidoras también forman sacos para cementos y alimentos. Además, se cortan las cajas según el gusto de los clientes, se imprimen en ellas los logos de empresas y se crean más de 1,000 productos a base de papeles y cartones que están en el portafolio de venta de Smurfit Kappa Colombia, como cartulinas, exhibidores y empaques para el comercio en línea