lunes, 28 de noviembre de 2016

EL PLANETA AFRONTA UNA 'NUEVA ERA' CLIMÁTICA



















Los niveles de CO2 ya habían alcanzado anteriormente la barrera de las 400 ppm en algunos lugares concretos durante varios meses del año, pero nunca antes a escala mundial durante un año entero.


Las concentraciones de CO2 en la atmósfera se han disparado de nuevo este año, y ya se espera que permanezcan por encima de la barrera simbólica de 440 partes por millón durante todo 2016.


En 2015 la concentración atmosférica media mundial de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó por primera vez el umbral simbólico y, a la vez, significativo de 400 partes por millón, y se disparó de nuevo en 2016, alcanzando nuevos récords como consecuencia del episodio de El Niño de gran intensidad, según se indica en el Boletín sobre los gases de efecto invernadero que publica anualmente la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y que habla ya de una 'nueva era' de realidad climática.

Los niveles de CO2 ya habían alcanzado anteriormente la barrera de las 400 ppm en algunos lugares concretos durante varios meses del año, pero nunca antes a escala mundial durante un año entero.

Según las predicciones de la estación más antigua de vigilancia de los gases de efecto invernadero, situada en Mauna Loa (Hawái), las concentraciones de CO2 permanecerán por encima de las 400 ppm durante todo 2016 y no descenderán por debajo de ese nivel durante muchas generaciones.


El crecimiento acelerado que experimentó el CO2 fue impulsado por el episodio de El Niño, que empezó en 2015 y cuyos fuertes efectos se prolongaron hasta bien entrado 2016.

Eso provocó sequías en las regiones tropicales y redujo la capacidad de los "sumideros" -como los bosques, la vegetación o los océanos- para absorber CO2.

Esos sumideros absorben actualmente alrededor de la mitad de las emisiones de CO2, pero existe el riesgo de que se saturen, lo cual aumentaría la fracción de las emisiones de dióxido de carbono que permanece en la atmósfera, según se indica en el Boletín sobre los gases de efecto invernadero.


Entre 1990 y 2015 el forzamiento radiativo -que provoca un efecto de calentamiento del clima- experimentó un incremento del 37% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, tales como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), resultantes de las actividades industriales, agrícolas y domésticas.

"El año 2015 inauguró una nueva era de optimismo y de acción por el clima con el acuerdo sobre el cambio climático alcanzado en París.

Pero también hará historia por haber marcado una nueva era climática, en la que las concentraciones de gases de efecto invernadero han alcanzado niveles sin precedentes", dijo el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.


"El episodio de El Niño se ha terminado.

El cambio climático no." "El acuerdo alcanzado recientemente en Kigali para enmendar el denominado Protocolo de Montreal y eliminar progresivamente los hidrofluorocarbonos, que actúan como potentes gases de efecto invernadero, es una buena noticia. 

La OMM celebra que la comunidad internacional haya adquirido un compromiso significativo con la acción por el clima", dijo el señor Taalas.

 "Pero el verdadero problema aquí es el dióxido de carbono, que permanece en la atmósfera durante miles de años y en el océano aún mucho más. 

Si no nos ocupamos de las emisiones de CO2, no podemos hacer frente al cambio climático ni limitar el aumento de la temperatura a 2 ºC con respecto al nivel preindustrial.

Así pues, es de suma importancia que el Acuerdo de París entre en vigor el 4 de noviembre, mucho antes de la fecha prevista, y que aceleremos su aplicación", manifestó el Secretario General. 

En el Boletín de la OMM sobre los gases de efecto invernadero se informa de las concentraciones atmosféricas de los gases de efecto invernadero. 

Se entiende por emisión la cantidad de gas que va a la atmósfera y por concentración la cantidad que queda en la atmósfera después de las complejas interacciones que tienen lugar entre la atmósfera, la biosfera, la criosfera y los océanos. Aproximadamente un cuarto de las emisiones totales de CO2 son absorbidas por el océano y otro cuarto por la biosfera, reduciéndose de ese modo la cantidad de ese gas en la atmósfera.

 El dióxido de carbono (CO2) contribuyó aproximadamente en un 65% al aumento total del forzamiento radiativo causado por los gases de efecto invernadero de larga duración. 

Su concentración en la era preindustrial, de alrededor de 278 ppm, representaba un equilibrio entre la atmósfera, los océanos y la biosfera.


Las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, han alterado el equilibrio natural y en 2015 el promedio mundial de CO2 se situó en un 144% de su nivel en la era preindustrial y su concentración media mundial alcanzó las 400 ppm. De 2014 a 2015 el incremento de CO2 fue mayor que el año anterior y que la media de los diez años anteriores.

Además de reducir la capacidad de la vegetación para absorber CO2, el intenso episodio de El Niño también produjo un aumento de las emisiones de CO2 procedentes de los incendios forestales. Según la base de datos sobre las emisiones de incendios mundiales, las emisiones de CO2 en Asia Ecuatorial -que entre agosto y septiembre de 2015 registró graves incendios forestales en Indonesia- duplicaron con creces la media de 1997-2015.

El metano (CH4) es el segundo gas de efecto invernadero de larga duración más importante y contribuye aproximadamente en un 17% al forzamiento radiativo.

Aproximadamente el 40% de las emisiones de metano a la atmósfera proceden de fuentes naturales (humedales, termitas, etc.), mientras que cerca del 60% proceden de actividades humanas (ganadería, cultivo del arroz, explotación de combustibles fósiles, vertederos, combustión de biomasa, etc.)

El metano atmosférico alcanzó un nuevo máximo en 2015, de aproximadamente 1 845 partes por mil millones (ppmm), por lo que ahora equivale al 256% de su nivel preindustrial. El óxido nitroso (N2O) que se emite a la atmósfera procede tanto de fuentes naturales (casi el 60%) como antropógenas (aproximadamente el 40%), que incluyen los océanos, el suelo, la quema de biomasa, los fertilizantes y diversos procesos industriales.

Su concentración atmosférica en 2015 fue de unas 328 ppmm, lo que equivale al 121% de los niveles preindustriales.
Este gas también contribuye significativamente a la destrucción de la capa de ozono estratosférico, que nos protege de los rayos ultravioleta nocivos del Sol. Es el causante de aproximadamente un 6% del forzamiento radiativo provocado por los gases de efecto invernadero de larga duración.

El hexafluoruro de azufre es un potente gas de efecto invernadero de larga duración. 

Producido por la industria química, se utiliza principalmente como aislante en los equipos de distribución de energía eléctrica.


Los niveles atmosféricos de este gas son aproximadamente el doble de los observados a mediados de los años noventa.

Los clorofluorocarbonos (CFC), que destruyen la capa de ozono, y los gases halogenados menores contribuyen aproximadamente al 12% del forzamiento radiativo causado por los gases de efecto invernadero de larga duración.


Aunque los CFC y la mayoría de los halones están disminuyendo, los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC), a su vez potentes gases de efecto invernadero, están aumentando a un ritmo relativamente rápido, aunque todavía son poco abundantes.

Fuente: 
medio ambiente

EL PNUMA IMPLEMENTA EL PRINCIPIO 10 DE LA DECLARACIÓN DE RÍO


















"El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda.

En 1992, cuando la comunidad internacional adoptó la Declaración de Río, en el Principio 10 se acordó lo siguiente:

"El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda.

En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones.


Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos.

Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre estos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes”. 

El Principio 10 establece los siguientes tres derechos fundamentales como pilares esenciales de una gobernabilidad ambiental sana:

Acceso a la información, acceso a la participación pública y acceso a la justicia. Los "derechos de acceso" se han vuelto imperativos en la promoción de la gobernabilidad ambiental transparente, incluyente y responsable.


El acceso a la información permite a los ciudadanos y les anima a participar en la adopción y los procesos de formulación de políticas de manera informada. Cada vez más se percibe que la participación del público es una parte vital de la solución de los problemas ambientales y el desarrollo sostenible al motivar a los gobiernos a adoptar políticas y promulgar leyes que tomen en cuenta las necesidades de la comunidad.

El acceso a la justicia constituye el fundamento de los "derechos de acceso", ya que facilita la capacidad del público para hacer valer su derecho a participar, a ser informado, y a hacer a los reguladores y los contaminadores responsables por daños ambientales.


La Conferencia de 2012 de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, más conocida como Río + 20, volvió a confirmar el Principio 10 en su documento final El futuro que queremos y también subrayó su importancia a nivel regional.

Para catalizar y acelerar la acción en términos de la implementación del Principio 10, en el año 2010 en la 11ª Sesión Especial del Consejo de Administración del PNUMA/Foro Mundial de Ministros del Medio Ambiente en Bali, Indonesia, los Estados miembros adoptaron las Directrices para la elaboración de legislación nacional sobre el acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en asuntos ambientales, conocidas como las Directrices de Bali.


Estas directrices ya se han utilizado para desarrollar la legislación ambiental nacional en varios países. Para promover la ejecución anticipada del Principio 10 y el uso de las Directrices de Bali entre los países, en octubre de 2015 el PNUMA puso en marcha la guía de implementación de las Directrices de Bali en inglés.

En agosto de 2016, el PNUMA publicó y lanzó la guía de implementación en español. La organización tiene el objetivo de traducir la guía de implementación también en otros idiomas.


Fuente: medio ambiente

CONSUMIDOR RESPONSABLE




























El consumidor responsable puede actuar como tal tanto al comprar alimentos en un supermercado como al elegir una tienda de ropa donde comprar o al escoger un banco donde ingresar dinero.

Cada vez más, los ciudadanos se perfilan como consumidores responsables que tienen en cuenta lo que hay detrás de un producto a la hora de comprar. 

En sus decisiones, la ética entra en juego y se valoran aspectos como el comportamiento de las empresas con sus empleados, el impacto ambiental o la transparencia.

El consumidor responsable puede actuar como tal tanto al comprar alimentos en un supermercado como al elegir una tienda de ropa donde comprar o al escoger un banco donde ingresar dinero.



¿CÓMO SER UN CONSUMIDOR RESPONSABLE?

CONSUMIR LO NECESARIO Es recomendable pensar antes de adquirir un producto si realmente lo necesitamos o no.

Para ello es recomendable hacer una lista antes de acudir al lugar de compra, evitar que la influencia de la publicidad nos cree necesidades superfluas y no dejarse llevar por los impulsos a la hora de comprar.

También hay que valorar la opción de intercambiar, reutilizar o reparar antes de reemplazar un producto.

PRIORIDAD A PRODUCTOS ECOLÓGICOS, PRÓXIMOS Y DE COMERCIO JUSTO Ser consumidor responsable pasa por dar prioridad a los productos ecológicos, de proximidad (cuanto más corto sea el transporte del producto, menos contaminación se emitirá) y de Comercio Justo.

El Comercio Justo es la venta de artículos elaborados por pequeños productores en países en vías de desarrollo y pueden adquirirse en tiendas especializadas o incluso en algunos supermercados e hipermercados tradicionales. 

Aquí puedes ver una muestra de varios puntos de venta de comercio justo repartidos por España y tiendas online.

COMPRAR PRODUCTOS RECICLABLES Optar por los productos que puedan ser reciclados y que puedan tener vida más allá de nuestro período de utilización y evitar los desechables. Según FACUA-Consumidores en Acción, los artículos de usar y tirar (pañuelos de papel, servilletas, papel de cocina, etc) tienen un gran coste ambiental que favorecen la contaminación y la acumulación de residuos ya que no se degradan nunca y no se pueden reciclar.

Si tienes dudas sobre cómo reciclar correctamente envases o cualquier producto, puedes informarte aquí. 

Aparte de estas tres instrucciones, para ser un consumidor responsable hay que valorar la durabilidad del producto ya que una baja duración hace que el consumidor se deshaga antes de él y se produzca un mayor impacto ambiental.

Otro consejo es evitar las bolsas de plástico cada vez que se acude al supermercado y optar por bolsas propias más resistentes que puedan ser reutilizadas y también se recomienda que los productos que adquirimos tengan el mínimo embalaje posible. Los productos de segunda mano son otra opción y esta alternativa se está popularizando a la hora de comprar, especialmente en el sector textil. 

Los consumidores pueden acudir a tiendas de ropa de segunda mano o también vender la suya siempre que se encuentre en buen estado.

Tiendas como La Mona Checa en Madrid o Retro City en Barcelona son sólo algunos de los ejemplos de establecimientos que ofrecen ropa de segunda mano. Lo mismo ocurre en el caso de las librerías y algunas como Ábaco en Madrid o Re-Read, presente en varias ciudades de España, venden y compran libros usados.


CRITERIOS DE EVALUACIÓN

El consumo responsable no sólo se limita a los supermercados, tiendas de ropa o centros comerciales, sino que puede aplicarse en prácticamente todos los sectores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) plantea los siguientes criterios de evaluación a tener en cuenta en su estudio sobre el consumo responsable:

1. Protección del medio ambiente Se incluyen el tipo de materias primas utilizadas en la fabricación, el impacto ambiental, contaminación producida y el respeto a las leyes medio ambientales. Los sectores peor valorados por los consumidores en cuanto a este criterio son el energético, productos de limpieza y cosméticos y el automovilístico.

2. Derechos humanos y laborales El derecho a tener un sueldo digno, las condiciones de trabajo, la no utilización de mano de obra infantil, la conciliación o la discriminación condicionan este criterio. Aquí son los sectores financiero, textil e inmobiliario los peor valorados.

3. Ética de los negocios Este criterio valora el respeto por las leyes y las normas éticas de comportamiento empresarial además de la responsabilidad social de la dirección de la empresa y si ésta "contribuye a un mundo más justo y sostenible". Es, con diferencia, el sector financiero el que lidera la clasificación como el peor valorado (44%) y en mucho menor medida el inmobiliario y energético.

4. Derechos de los consumidores El respeto de las normas que protejan a los consumidores, responder a sus reclamaciones, informarles de forma clara y escuchar a sus representantes. Bancos y aseguradoras vuelven a encabezar la lista como los peor valorados según este criterio seguido del sector de telecomunicaciones y el energético.

5. Transparencia e información Aquí se tiene en cuenta si la empresa es transparente al informar sobre el impacto de su actividad y también si su mercadología engaña o esconde la realidad. Una vez más el sector financiero es para la gran mayoría el peor valorado y sorprende que un 7% de los encuestados incluye a las ONG como un sector mal valorado en este criterio. 

El mismo estudio aporta otros datos interesantes como que el 48% opina que las ONG y las asociaciones de consumidores trabajan para controlar el buen comportamiento de las empresas. La mayoría de los consumidores cree que sus decisiones de compra influyen para que las empresas mejoren sus prácticas (55%) y en cuanto a las empresas españolas, un 40% afirma que su comportamiento empeora cuando se establecen en países en desarrollo.


PROPUESTAS PARA EL CONSUMO ÉTICO MUNDIAL

La Organización de las Naciones Unidas ya lo avisó en la Cumbre de la Tierra en 2002: "Las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados".

La Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario, una iniciativa de la Fundación Charles Léopold Mayer para el progreso del hombre, propuso un año antes un decálogo de propuestas que pretende cambiar el modelo "en el que no existen límites" y en el que la economía se basa en la "acumulación y el consumo ilimitado de bienes materiales".
1. Promocionar el modelo de consumo responsable y estimular el debate sobre las consecuencias ecológicas y humanas de los modelos de consumo.

2. Romper la idea social que asocia el consumismo con la realización social.

3. Promocionar el control democrático sobre la industria publicitaria y denunciar los mecanismos psicológicos utilizados para modelar deseos y carencias.

4. Incrementar la transparencia y la honestidad de la información al consumidor

5. Impulsar, por parte de los poderes públicos, la promoción del consumo ético y sostenible y penalizar el desperdicio, la contaminación o la marginación social.

6. Fortalecer el consumo ético en la producción de la infraestructura colectiva.

7. Actuar (boicot colectivo, denuncia...)

contra los bienes de consumo que promuevan la injusticia y la insostenibilidad, las empresas que exploten a sus trabajadores, animales o la naturaleza y a los productos de países que fomenten guerras y que no respeten al ser humano o al medio ambiente.

8. Difundir los beneficios de los bienes de consumo benéficos, sostenibles y socialmente justos.

9. Promocionar las necesidades sociales de consumo a través de la economía solidaria, difundiendo informaciones sobre las actuaciones solidarias para potenciar las opciones éticas.

10. Estimular una cultura del consumo ético, sensibilizando a través de la educación y de la información.

DÓNDE INFORMARSE

Al buscar información de un producto, un servicio o una empresa, la fórmula más rápida es utilizar un buscador en Internet. Una vez realizada la búsqueda obtendremos una larga lista de varias fuentes de información, y son normalmente las asociaciones de consumidores las principales plataformas que proporcionan detalles concretos y análisis comparativos entre marcas, además de denunciar prácticas y proporcionar consejos para los usuarios.

Estas son las principales asociaciones en España a las que podemos acudir:

- FACUA-Consumidores en Acción
- Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)
 - Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU)
- Asociación General de Consumidores (ASGECO)
 - Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) - Federación UNAE
- Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios-Hispacoop Las ONG también son un importante soporte de comunicación y entre ellas destacan Oxfam Intermón, Greenpeace, Ayuda en Acción, Igualdad Animal, UNICEF o Plan International.

Los medios de comunicación son otro de los soportes utilizados junto a las propias compañías, distribuidoras, gobiernos o sindicatos.

 "FALTA DE INFORMACIÓN CREÍBLE"

Cuando el consumidor trata de comprar de forma ética, el principal problema es la dificultad para creer en la información de los productos.

Esa es la conclusión a la que llegó la Organización de Consumidores y Usuarios tras realizar una encuesta a usuarios españoles sobre consumo responsable.

Según el estudio de esta organización, Internet y los medios de comunicación son las fuentes más utilizadas a la hora de buscar información sobre aspectos éticos como el comportamiento de las empresas.

A poca distancia se encuentran las asociaciones de consumidores y familiares y amigos (69%) seguidos por las ONG (65%). 

El último grupo formado por Organizaciones Internacionales, empresas, distribuidoras, sindicatos y poderes públicos es una fuente de información para el 50%.
Las fuentes más utilizadas no son las más creíbles por los usuarios según esta encuesta que indica que las asociaciones de consumidores, ONG, familiares y amigas e Internet son en este orden las más fiables.


En el otro extremo, las menos creíbles son las empresas, los poderes públicos y los sindicatos. ep

Fuente: 
medio ambiente

domingo, 27 de noviembre de 2016

UNA NUEVA PARA LA INVESTIGACIÓN SOBRE BOSQUES


















En lo que algunos denominan la sociedad de la “Post-verdad”, es una pena que el papel de los resultados científicos con frecuencia se cuestione en la política de hoy
Será inevitable que los debates se desvíen en torno a la inversión de los escasos fondos públicos en más trabajos académicos: 
¿Puede la investigación ser, en verdad, un camino eficaz para generar beneficios en condiciones reales? 
¿No hay formas más valiosas de lograr objetivos políticos?
En momentos como este, es importante defender la ciencia y la investigación, y los importantes impactos que pueden, y deben, tener en el corto y largo plazo. Hay demasiadas cosas en juego para el oportunismo político contemporáneo. En este contexto, es un placer brindarle una actualización de la investigación realizada por CIFOR y sus múltiples socios.
El Programa de Investigación del CGIAR sobre Bosques, Árboles y Agroforestería (FTA) es el programa internacional de investigación más ambicioso del mundo en su campo. 

En 2015, más de 200 investigadores del FTA produjeron más de 600 publicaciones en el marco del programa, de las cuales el 80 % son de acceso abierto. Se capacitaron más de 50.000 personas, y se alcanzaron grandes audiencias por medio de los eventos, los sitios web y las redes sociales del programa. Desde 2011, el FTA está ejecutando investigaciones y haciendo una diferencia en los paisajes, los medios de vida y la gobernanza en todas las regiones.
El programa trabaja con una amplia variedad de sistemas basados en los árboles y los paisajes a lo largo de los trópicos, desde la agroforestería en pequeña escala hasta la protección y el uso sostenible de los bosques tropicales remanentes, por ejemplo:
  • Transferencia de la gobernanza forestal en Kenia;
  • Conciliación de los múltiples usos de los bosques en la cuenca del Congo;
  • Forestería y agroforestería sostenible en Sulawesi, Indonesia;
  • Datos confiables para hacer frente al cambio climático;
  • Cadenas de valor sostenibles de aceite de palma; e
  • Integración de los aspectos de género en todas las investigaciones.
Estas son solo algunas de las áreas de trabajo del FTA, en las que la investigación tiene un impacto en las vidas de los más vulnerables y desfavorecidos.
Tenemos la obligación de evaluar el retorno de la inversión pública en nuestro programa, que se financia principalmente con presupuestos para el desarrollo internacional. Algunos de los impactos previstos en condiciones reales del FTA hasta el momento son los siguientes:
  • Se ha evitado la deforestación de alrededor de 1,2 millones de hectáreas, y se podría prevenir la degradación de 1 millón de hectáreas;
  • Más de 20 millones de hectáreas de bosques en África y América Latina cuentan con un mejor manejo;
  • La definición legal de la agroforestería en Perú se ha modificado, con efectos positivos en 2 millones de personas y 4,5 millones de hectáreas de la Amazonia peruana; y
  • En el Sahel, el rendimiento de los cultivos alimentarios de los árboles presentes en las granjas ha aumentado en un 15-30 %, y los ingresos de los agricultores se han elevado en  200 dólares por año
Estos logros no habrían sido posibles sin una sólida asociación entre las principales organizaciones de investigación forestal.
Y algo muy importante: muchos donantes generosos apoyan nuestra labor.
¿Y ahora qué sigue?
Nos estamos preparando para la Etapa 2 del FTA que se llevará a cabo durante el período 2017-2022. El  Comité del Sistema del CGIAR aprobó los próximos seis años del FTA como parte de un conjunto de programas del CGIAR fundamentales para la seguridad alimentaria, el manejo de los recursos naturales y el desarrollo sostenible. Esto significa que socios y donantes están seguros de que el FTA continuará generando resultados de gran relevancia. Nuestro presupuesto es de alrededor de 80 millones de dólares por año, a fin de garantizar que el FTA logre un mayor impacto en los medios de vida y los paisajes en todo el mundo.

El Programa de Investigación del CGIAR sobre Bosques, Árboles y Agroforestería (FTA) es el programa internacional de investigación más ambicioso del mundo en su campo"
 Peter Holmgren
A partir de 2017, el FTA tendrá cinco proyectos emblemáticos:
1. Recursos genéticos de los árboles para subsanar los déficits de producción y promover la resiliencia;
2. Mejora de la contribución de los árboles y los bosques a los medios de vida de los pequeños productores;
3. Cadenas de valor e inversiones mundiales sostenibles para apoyar la conservación forestal y el desarrollo equitativo;
4. Dinámicas de los paisajes, productividad y resiliencia; y
5. Oportunidades de adaptación y mitigación del cambio climático en los bosques, los árboles y la agroforestería.
El programa se rige por tres hipótesis generales:
Hipótesis de gobernanza: Las instituciones y los acuerdos de gobernanza en los planos público y privado deben transformarse y ajustarse a fin de crear el entorno necesario en el que los bosques, los árboles y los sistemas agroforestales puedan contribuir plenamente al logro de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Hipótesis de medios de vida: Existen posibilidades de realizar inversiones para lograr importantes aumentos en los ingresos, la seguridad alimentaria y nutricional, y la resiliencia frente al cambio climático para al menos 100 millones de personas. Esto comprende un acceso más inclusivo y equitativo en materia de género, así como una mejora en el manejo y el aprovechamiento de los bosques, los árboles y los sistemas agroforestales.
Hipótesis de los Trade-offs: A fin de maximizar los beneficios de los diversos actores en distintas escalas, desde la granja hasta la global, es necesario entender y sopesar de forma activa los Trade-offs (ganancias y pérdidas) entre la producción de alimentos, la fibra, la energía, el agua y otros servicios de los ecosistemas, la regulación del clima y el mantenimiento de la biodiversidad de los bosques y los árboles en los paisajes.
Así nos estamos embarcando en una emocionante nueva etapa del FTA.
Quisiera aprovechar esta oportunidad para presentar a nuestro nuevo director, el Dr. Vincent Gitz, que se unirá al FTA y a CIFOR en noviembre de 2016. Vincent cuenta con una sólida experiencia internacional en forestería, agricultura, uso de la tierra y seguridad alimentaria, incluida su labor en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, donde coordinó el Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición, una experiencia de gran relevancia para asumir la compleja tarea de coordinar el FTA. Tomará el lugar del Dr. Roberto Nasi, quien  dirigió el programa desde sus inicios y ahora liderará toda la investigación de CIFOR.
El Programa sobre Bosques, Árboles y Agroforestería es posible gracias a un gran equipo de investigadores y profesionales, así como muchos socios financiadores que nos confían sus recursos. Al entrar en la siguiente etapa del FTA, nuestra mirada está puesta en avanzar hacia el desarrollo sostenible en los paisajes del mundo