jueves, 27 de noviembre de 2014

EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS DE ORIENTE














En China existe un punto maldito, donde se han producido incontables desapariciones misteriosas. 

Las “aguas de la muerte” del lago Boyang mantienen su fama desde hace siglos; nunca dejaron de perderse allí barcos de pesca, transportes de carga y buques militares.

Una similitud con el Triángulo de las Bermudas, la cual agudiza el misterio, es su ubicación: ambos se encuentran casi a la misma latitud, entre 28,22 – 29,45 N. Muchas razones se han esgrimido para explicar el anormal régimen de hundimiento de barcos en las proximidades del Templo Laoye: los patrones de viento poco habituales, los remolinos, campos magnéticos que atraen relámpagos… pero ninguna de estas explicaciones técnicas alcanza.



Algunos casos han sido particularmente llamativos y se han vuelto míticos, como el de la embarcación japonesa Kobe Maru, que llevaba más de 200 personas a bordo el 16 de abril de 1945, en una jornada de sol y aguas calmas, apacible para la navegación; de un momento a otro se levantó una gran marea que destrozó la nave y absorbió sus restos hacia lo profundo del lago; acto seguido, volvió a salir el sol.

Siete buzos se sumergieron para buscar al barco naufragado, pero solo uno volvió, cuenta la leyenda, habiendo perdido la memoria por completo. Entre 1960 y 1980 se hundieron más de 200 barcos en aguas del lago Boyang. A finales de 1970 se construyó allí una represa de 609 metros de largo y 48,7 metros de ancho, elevada 15 metros por sobre la superficie del agua.

Una noche desapareció sin dejar un solo rastro. El último caso resonante sucedió en 2010, cuando un barco de 1.000.000 de kilogramos se hundió junto a la orilla de manera inexplicable.


Todos los años naufragan embarcaciones de todo tipo en este lago, y nunca se encuentran sus restos.

Miles de personas han sido testigos de las extrañezas de este lago caprichoso, en el que los días soleados y calmos se convierten de pronto, y por pocos minutos, en tormentas con mareas endemoniadas.

Lejos de los términos científicos, una leyenda antigua ofrece su explicación: en 1368, el emperador Ming Zhu Yuanzhang se enfrentó en una batalla importante y decisiva contra su rival Han Chen Youliang.

Al cruzar el lago, fue atrapado por su oponente. Fue entonces que una gran tortuga salió a la superficie y lo transportó hasta el otro lado sobre su caparazón.


Zhu, ya convertido en emperador, construyó el Templo Laoye, con la estatua de una tortuga en su entrada. Y, dicen los lugareños, es el propio lago Boyang el que repite cada tanto el episodio de aquella batalla fundacional

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