Algunas floraciones de algas nocivas (FAN) liberan toxinas que causan
enfermedades en las personas y los animales, dañando el medio ambiente;
Una nueva investigación relaciona una toxina de las algas con problemas
neurológicos;
Las personas con enfermedad hepática son más propensas a sufrir
problemas neurológicos causados por las floraciones;
Las FAN son cada vez más frecuentes y abundantes. Es fundamental
aprender qué tipos son dañinas y cómo evitar el contacto con ellas.
Se sabía que algunas toxinas producidas por algas unicelulares y
cianobacterias podrían provocar enfermedades graves. Los síntomas de la
exposición a las cianotoxinas pueden ser leves a graves. Tocar y nadar en agua
contaminada o inhalar toxinas en el aire puede causar irritación de:
Pulmones
Piel
Ojos
Nariz
Garganta
Los problemas más graves ocurren al tragar agua o alimentos
contaminados, e incluyen:
Dolor de estómago
Dolores de cabeza
Síntomas neurológicos como debilidad muscular
Vómitos
Diarrea
Daño hepático
Algae bloom in front of a coast
line
Recientemente, una nueva investigación de la Universidad de Carolina del
Sur ha descubierto una relación de problemas neurológicos con la microcistina,
una toxina producida por las floraciones de cianobacterias. Los hallazgos
también sugieren que las personas con enfermedad hepática son más propensas a
sufrir problemas neurológicos si se exponen a estas floraciones. Esto equivale
al 25 por ciento de la población.
Las toxinas y la enfermedad hepática se relacionan entre sí. Según el
estudio, hay una abertura en la barrera alrededor del cerebro que permite que
«las sustancias químicas o moléculas que causan inflamación se transporten de
un lado a otro del hígado al cerebro«. Esto implica que, a largo plazo, las
toxinas dañinas podrían afectar negativamente a otros órganos, lo que
representa un gran riesgo para la salud de las personas.
La lista de preocupaciones relacionadas con las algas no se detiene ahí.
A principios de este año, los investigadores descubrieron la toxina anatoxina-a
(ATX) en el aire por primera vez, lo que demuestra que simplemente por inhalar
el aire alrededor de un cuerpo de agua contaminado, las peligrosas toxinas de
las algas pueden causar pérdida de coordinación, parálisis respiratoria o
incluso la muerte en humanos y animales. Los científicos encontraron una
solución: las mascarillas médicas pueden protegernos de las toxinas de algas en
aerosol. Sin embargo, esta es solo una solución temporal para un desafío
persistente.
Las floraciones nocivas no solo afectan a las personas, sino también al
ecosistema acuático, a los animales y al medio ambiente en general. El aumento
de nutrientes que fluyen hacia nuestras aguas y el calentamiento global solo
empeoran el problema con las algas.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Evitar el contacto con las floraciones de algas. Pueden aparecer como
una espuma verde o suciedad en la superficie de un cuerpo de agua, incluyendo
los que se utilizan para beber o con fines recreativos. Algunas floraciones
también causan olores fétidos a humedad. Estar atento a las páginas web
gubernamentales, como la EPA o la DHEC, que se actualizan continuamente con los
últimos recursos e información relacionados con las algas.
En resumen, es necesario mejorar los métodos de detección y tratamiento.
Controlar la entrada de nutrientes es fundamental; sin embargo, no es factible
de inmediato. Mientras tanto, existen soluciones tecnológicas que pueden
ayudarnos a comprender, predecir y tratar mejor las algas y sus subproductos.
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