viernes, 17 de octubre de 2014

LOS PAÍSES QUE MÁS RECICLA





















Los suizos reciclan un 96% de todos los materiales que se pueden reciclar, lo que equivale al 50% de los desechos totales.

En 2006, luego de superar las metas impuestas por el gobierno, se decidió anular el impuesto de reciclaje sobre botellas y frascos de vidrio, ropa, textiles, botellas de plástico, baterías caseras, bombillos de luz y papel.

En ese país también se reciclan aluminio, hojalata, equipos eléctricos y electrónicos.

Algunos de estos materiales reciclables deben ser llevados a puntos de recolección que han sido instalados en almacenes y supermercados.

Cada supermercado en Suiza tiene una máquina que recibe botellas, con diferentes compartimientos para los distintos colores del vidrio.

En las cajas registradoras se reciben las baterías.
Los clientes que no deseen llevar los empaques de los productos que han comprado, pueden dejarlos en el supermercado, que se encarga de separar y reciclarlos.

Cada pueblo tiene camiones que recogen los materiales reciclables verdes, que son los desechos orgánicos como pasto, raíces, plantas, etc.

Hay otros camiones que recogen papel una vez al mes y ambos lo hacen de forma gratuita.

Los suizos reciclan periódicos, revistas y todo lo que está hecho de papel o cartulina, como cajas de cereales y recibos de servicios públicos.

En el país existen varias compañías especializadas en el reciclaje de los diferentes grupos de desechos, según su categoría.

Lo particular de la forma en que están organizadas es que funcionan en conjunto y ofrecen una plataforma en común que se encarga de educar a sus ciudadanos en materia de reciclaje.













Otro de los secretos del éxito del reciclaje y recolección de basuras en Suiza es que a pesar de que reciclar es gratis, la recolección de basura no reciclable tiene un costo. Cada bolsa de basura que sea recogida cuesta un euro y requiere una calcomanía que comprueba que este precio ha sido pagado.

Cuando la gente bota su basura sin pagar, la Policía y oficiales de sanidad abren dichas bolsas buscando evidencia que los lleve hasta la casa que no pagó por la recolección.
Buscan recibos de pago de servicios o sobres con el nombre y dirección de la familia. A los culpables se les impone una multa de casi 11.000 dólares.

Además, desde el año 2000 lo que no puede ser reciclado o usado como abono se quema en unos modernos incineradores que producen una polución ambiental mínima y generan electricidad para 250.000 hogares, lo que ha reducido sustancialmente las importaciones de aceite para las calefacciones.

Suiza no se convirtió en el líder mundial en reciclaje de la noche a la mañana sino gracias a un proceso lento.

El éxito que un lugar pueda alcanzar con el reciclaje depende del presupuesto que se invierta, pero también de la disposición ciudadana y su capacidad de organización.

El reciclaje es una cultura y los preocupantes índices de polución hacen que dicha cultura sea necesaria y obligatoria.

En Bogotá se producen alrededor de 6000 toneladas diarias de basura que podrían ser aprovechables si cambiamos nuestra mentalidad y tomamos ejemplo de países como Suiza.

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