jueves, 16 de octubre de 2014

LAS MONTAÑAS OCULTAS BAJO LA ANTÁRTIDA


















La investigación contó con el aporte científico y logístico de siete países.

Los científicos dicen que ahora pueden explicar la existencia de las que son, quizás, las montañas más extraordinarias de la Tierra.

LAS MONTAÑAS GAMBURTSEVS
Son del tamaño de los Alpes europeos y sin embargo están totalmente enterradas bajo el hielo de la Antártida.
Su descubrimiento en la década de 1950 fue una gran sorpresa.

Se creía que el lecho de piedra del continente helado era plano y sin accidentes.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature revela que la cadena montañosa se formó hace más de mil millones de años.

Las montañas Gamburtsevs son importantes porque se cree que allí fue donde la capa de hielo que hoy conocemos inició su marcha a través de la Antártida.

El desentrañar la historia de estas montañas escondidas también ayuda a los estudiosos del clima, pues les sirve para comprender no sólo los cambios pasados en la Tierra, sino también los posibles escenarios futuros.



“Estudiar estas montañas fue un reto increíble, pero lo hemos conseguido y hemos conseguido una historia fascinante”, le dijo a la BBC Fausto Ferraccioli de la British Antarctic Survey (Investigación Antártica Británica).

Ferraccioli fue investigador principal del proyecto AGAP, acrónimo en inglés de Provincia Antártica de Gamburtsev.

Cómo se formó Para este trabajo multinacional realizado durante 2008 y 2009, se realizaron vuelos con aviones de un lado a otro en la parte oriental del continente blanco y con un radar de penetración se trazó un mapa de la forma del sistema de montañas oculto entre el hielo.

Con otros instrumentos se registraron los campos gravitatorios y magnéticos locales y se utilizaron sismómetros para observar las profundidades.
















El equipo de AGAP cree que todos estos datos ahora pueden construir una narrativa creíble sobre la formación de las cadenas de montañas Gamburtsevs y su persistencia en el tiempo geológico.













La búsqueda también serviría para analizar el hielo antiguo.

Al examinar las burbujas de aire atrapadas en la nieve compacta, es posible que los investigadores puedan recopilar datos sobre las condiciones ambientales del pasado, incluyendo la temperatura de la concentración de gases de la atmósfera como el dióxido de carbono.

En algún lugar de la región de Gamburtsev debe haber hielos de más de un millón de años.

Esto sería por lo menos 200.000 años más que los núcleos de hielo antártico más antiguos que los científicos han estudiado hasta ahora.


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