La contaminación y los residuos tóxicos son la otra
cara de la moneda del desarrollo económico concebido como panacea y sinónimo de
progreso.
Entre las sustancias contaminantes más importantes
por su mayor volumen o por su mayor toxicidad están los contaminantes clásicos:
Ø Dióxido de Carbono (CO2), principal
gas responsable del calentamiento global.
Ø Óxidos
de Nitrógeno (NOx), contribuyen a la formación de la niebla urbana.
Ø
Dióxido de
Azufre (SO2), principal responsable de la lluvia ácida; partículas sólidas
(partículas gruesas y partículas finas), las partículas finas son las más
peligrosas ya que pueden ser arrastradas cientos de kilómetros por el viento y
el cuerpo humano no cuenta con ninguna protección contra ellas, así que
penetran fácilmente en los sacos alveolares de los pulmones, desde donde los
contaminantes que transportan pasan directamente a la sangre; los metales
pesados, son muy peligrosos ya que producen problemas como daños en el sistema
neurológico, en los riñones y genera trastornos en el desarrollo mental de los
niños, su toxicidad se agrava debido a su carácter persistente y bioacumulativo
(no se degradan y los seres vivos no cuentan con mecanismos para eliminarlos).
Entre los pilares sobre los que se asienta toda economía industrializada y por tanto, los que se constituyen en las principales fuentes de los contaminantes arriba descritos están: el refino de petróleo, cuya combustión de sus derivados multiplica por cientos la corrosión atmosférica; la siderurgia del hierro, emite toneladas de contaminantes como el SO2; la electricidad de origen térmico y las cementeras y afines, emiten millones de toneladas de partículas sólidas, SO2 y Óxidos de Nitrógeno); las fábricas de celulosa, papel y cartón, emiten miles de toneladas de partículas sólidas, SO2 y NOx, no se debe olvidar la nefasta influencia de este sector industrial sobre la política forestal (monocultivos de pino y eucalipto), o el "consumo" de bosque que implica la producción de cada tonelada de pasta de papel; las químicas, cuyo conjunto emite nada menos que el 30% de las toneladas de residuos tóxicos y peligrosos que se generan en el mundo.
Las sustancias tóxicas utilizadas por las industrias
se incorporan a los bienes de consumo y a los materiales de construcción.
Durante la utilización de estos bienes y su
posterior gestión como residuos, estas sustancias tóxicas son emitidas al
entorno dañando la salud pública y el medio ambiente.
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