martes, 28 de octubre de 2014

LA CUMBRE DE COPENHAGUE





















¿A QUÉ SE DENOMINA CUMBRE DE COPENHAGUE?

Se denomina así a la 15º Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que se celebra en Copenhague, Dinamarca, desde el 7 al 18 de diciembre de 2009, organizada por la Conve nción Marco de Naciones Unidas para Cambio Climático (CMNUCC).

También se la denomina COP15, en alusión a la Conferencia de las Partes.

 ¿PARA QUÉ SE REALIZA?

Se realiza para alcanzar un acuerdo global sobre el marco que gobernará la lucha internacional contra el cambio climático, que tiene que ver con un plan de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que aporte adaptación, tecnología y financiamiento.


















¿QUÉ OBJETIVO TIENE LA CONFERENCIA?

El objetivo de la Conferencia es, según los organizadores, “la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido para todo el mundo, que se aplica a partir de 2012” o, lo que es lo mismo, una COP decisión, con una referencia expresa de que se traduzca de forma inmediata en un tratado, para lograra así poner al mundo en camino hacia la limitación del aumento de las temperaturas en el siglo XXI a 2ºC.

¿QUÉ SE DISCUTE?

Se discutirán futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kyoto de 1997 que termina en 2012, en el cual los países los países industrializados se comprometieron a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero.
El objetivo principal fue disminuir el cambio climático antropogénico cuya base es el efecto invernadero.


¿EN QUÉ CONSISTIRÍA EL NUEVO ACUERDO DE LA CUMBRE DE COPENHAGUE?

Según las previsiones de los científicos de la ONU (IPCC), los países desarrollados deberían adoptar compromisos verificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25 y un 40% en 2020 con respecto a los niveles de 1990.

Los países en desarrollo (emergentes y pobres) podrían continuar incrementando sus emisiones, pero entre un 15 y un 30% menos de lo que lo harían si no tomaran ninguna medida, en el mismo horizonte temporal.

Todo ello para evitar que la temperatura medie del planeta no crezca en más de 2ºC a fines del siglo XXI, una cifra que, en todo caso, no aparece plasmada en ningún acuerdo de la COP.

Además de las reducción de gases a corto plazo, el futuro acuerdo debe recuperar una señal clara a medio y largo plazo, en 2050; definir la cooperación para la adaptación al calentamiento; diseñar un sistema de reconocimiento de valor para frenar la deforestación; incrementar notablemente la transferencia tecnológica y los recursos financieros (100.000 millones de euros adicionales/año en el entorno de 2020, según la UE) a través de recursos domésticos, mercados de carbono y solidaridad vía presupuestos adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo; y determinar un sistema de monitoreo transparente que dé credibilidad.



















Junto con ello, aún hay que trabajar intensamente en los acuerdos relacionados con las emisiones en aviación y navegación marítima y dilucidar si las negociaciones paralelas sobre los mecanismos previstos en el Protocolo de Kioto se incorporan o no al futuro acuerdo.

¿QUÉ SON CAMBIO CLIMÁTICO Y EFECTO INVERNADERO?

Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático:

Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables

ARTÍCULO 1, PÁRRAFO 2

Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera, retienen la energía que el suelo terrestre emite y una parte de la misma la re-emiten a la superficie de la Tierra.

Este fenómeno evita que gran parte de la energía emitida por la Tierra se trasmita directamente al espacio, lo que provocaría un continuo enfriamiento de la superficie terrestre e impediría la vida.

El efecto invernadero se está viendo acentuado por la emisión de ciertos gases debidos a la actividad humana, como el dióxido de carbono y el metano, que está produciendo un calentamiento en la Tierra.



¿QUIÉNES PARTICIPAN DE COPENHAGUE?

Las partes: Cada año, los países firmantes del Protocolo de Kioto, nombran sus delegaciones para participar de la Conferencia de las Partes o COP, cuya duración es de aproximadamente 14 días.

La delegación puede estar conformada por ministros, negociadores, asesores, entre otros.

Es la primera vez que los Estados Unidos participan, siendo éstos los únicos que no han firmado la ratificación del Tratado de Kioto.

LOS GRUPOS DE EXPERTOS:
Abarcan distintos grupos de especialistas que trabajan en aspectos concretos de la Convención, como por ejemplo el Grupo de Expertos de los Países Menos Adelantados (GEPMA), cuya función es apoyar la ejecución de los planes de acción climática en los países en desarrollo.

LOS OBSERVADORES:
Este grupo está conformado por la sociedad civil y representantes de las Organizaciones No Gubernamentales, quienes asisten en calidad de observadores por sus países.

¿CUÁLES SON LOS ANTECEDENTES DE ESTE ENCUENTRO?

El ciclo de negociaciones para preparar la Cumbre de Copenhague se inició con la 13ª Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Bali, en septiembre de 2007.

Se llegó a un acuerdo sobre un proceso de dos años, u hoja de ruta de Bali, que tiene como objetivo establecer un régimen post 2012 en la COP15.

Esa hoja de ruta se complementa con el Plan de Acción de Bali, que hace foco en cuatro aspectos centrales:
Acciones de Mitigación, Adaptación, Transferencia de Tecnología y Flujos Financieros de los países industrializados hacia las naciones con menores recursos.

¿CUÁL ES LA POSICIÓN DE LA ARGENTINA EN LA CUMBRE DE COPENHAGUE?

La secretaría de Ambiente de la Nación reunió a autoridades de otras agencias de Estado; representantes de las principales universidades y centros de investigación; del sector productivo; de la banca nacional e internacional; de la sociedad civil y del movimiento obrero organizado a los fines de sumar sus aportes para la elaboración de la posición nacional frente al calentamiento global que será presentada en Copenhague.
Argentina propuso la creación de un mecanismo que permita de financiación de acciones de adaptación y mitigación que incluya tecnología y desarrollo de capacidades en los países en vías de desarrollo, por parte de las naciones más ricas.

Las iniciativas en adaptación se efectivizarían a partir de un Fondo de Adaptación integrado por los estados responsables históricos de las emisiones.
En tanto, las acciones de mitigación tendrían tres fuentes de financiación: un Fondo de Mitigación para cuestiones estructurales; mecanismos de mercado a través de bonos de carbono y préstamos de organismos multilaterales.

Para las naciones con menores recursos, dada la vulnerabilidad que presentan y el bajo índice de emisiones que significan en el total global, la adaptación a los nuevos escenarios climáticos debe ser el eje de sus políticas para enfrentar este fenómeno.

En especial, teniendo en cuenta que las comunidades locales no poseen tecnología, infraestructura adecuada y medios idóneos para absorber o amortiguar los efectos de estos impactos.
Ese contexto conlleva desafíos y oportunidades para la Argentina, donde la base agropecuaria de su economía depende del clima.

¿CUÁLES SON LAS ÁREAS MÁS AFECTADAS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL EFECTO INVERNADERO?

Según R. K. Pachauri (Premio Nobel, Presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático y Director General del Instituto de Energía y Recursos), “algunas partes del mundo son más vulnerables que otras a los cambios climáticos.
La región ártica, en particular, se ha estado calentando a tres veces el ritmo del resto del planeta.
Los arrecifes de coral, los grandes deltas (que incluyen ciudades como Shanghái, Calcuta y Dhaka) y los pequeños estados formados por islas son también extremadamente vulnerables al aumento del nivel del mar.
Entre otros efectos negativos del cambio climático se encuentra la posible reducción del rendimiento de las cosechas.
Por ejemplo, en algunos países africanos podría llegar a disminuir en un 50% para el año 2020.
El cambio climático produciría una mayor escasez de agua, que para el año 2020 podría afectar a entre 75 y 250 millones de personas tan sólo en África. En general, se estima que las temperaturas aumentarán para el año 2100 entre 1,1ºC y 6,4ºC.
Para centrarse con mayor precisión en estos escenarios, la IPCC ha concluido que lo más probable es que el extremo inferior de esta gama sea 1,8ºC, y 4ºC el superior.
Incluso en la estimación más baja, las consecuencias del cambio climático podrían ser graves en varias partes del mundo, lo que incluiría una mayor escasez del agua, graves efectos sobre los ecosistemas, y vidas y propiedades amenazadas debido a inundaciones en zonas costeras.
Puede haber además graves consecuencias para la salud humana si no se pone control al cambio climático, particularmente mayor morbilidad y mortalidad como resultado de olas de calor, inundaciones y sequías.
Más aún, cambiaría la distribución de algunas enfermedades, haciendo más vulnerables a las poblaciones humanas”.


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