Según últimos datos de la OMS hasta
el 3 de octubre, el número de infectados por el ébola en África occidental es
de más de 8.000, de los que 3.500 han fallecido
El ébola es una enfermedad
infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates
(monos, gorilas y chimpancés) y cuya tasa de mortalidad puede llegar al 90%.
Afecta a múltiples sistemas de órganos en el cuerpo y con frecuencia se acompaña
de sangrado.
El virus del ébola fue identificado
por primera vez en 1976 durante una epidemia con alta mortalidad en Sudán y el
Congo.
Su nombre proviene del río Ébola en
la República Democrática del Congo, antiguo Zaire.
Los primeros síntomas –de 8 a 10
días después de la exposición al virus, pero que pueden aparecer hasta los 21
días después de la exposición–, incluyen fiebre repentina, debilidad, dolor
muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta.
Más tarde progresan a vómitos,
diarrea, alteración de la función renal y hepática, a veces erupciones
cutáneas, y hemorragias internas y externas.
El virus altera las células
"endoteliales" que recubren la superficie interior de los vasos
sanguíneos y la coagulación.
Al dañar los vasos sanguíneos las
plaquetas no son capaces de coagular, y los pacientes sucumben a un shock
hemorrágico que deriva en una pérdida muy grave de sangre.
No existe un tratamiento seguro
contra el ébola.
Algunos enfermos se tratan con suero con anticuerpos de
pacientes que superaron la enfermedad, un tratamiento recomendado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque no hay pruebas sólidas de que
funcione.
También existe un antiviral, el
Favipiravir, que no fue probado en humanos, pero ha demostrado efectividad en animales
pequeños.
Otro fármaco llamado ZMapp podría
ayudar, pero no está probado y sólo hay cantidades limitadas.
TAMPOCO
EXISTE ACTUALMENTE UNA VACUNA.
Se están probando varias, pero
ninguna está aún disponible para uso clínico. Investigadores del U.S. Army
Medical Research Institute of Infectious Diseases están desarrollando una
primera vacuna experimental.
El virus se contagia a través del
contacto con los órganos y fluidos corporales tales como sangre, saliva, orina
y otras secreciones de una persona infectada y que presente síntomas de la
enfermedad o de personas muertas infectadas.
También puede transmitirse por
exposición a objetos contaminados con secreciones infectadas como prendas de
vestir o ropa de cama sucias o agujas usadas, según informa la OMS.
El virus del Ébola no se transmite
ni por el agua, ni por el aire.
Se puede contraer por el contacto
con sangre o fluidos de animales como monos, antílopes y murciélagos, y por el
consumo de su carne mal cocinada.
Los monos han sido una fuente de
infección, pero los murciélagos Pteropodidae podrían ser los huéspedes
naturales.
Esto no está confirmado; al
desconocerse el origen natural del virus, no se sabe aún cómo apareció el ébola
por primera vez en un ser humano. Según la OMS “Desde 2008, el virus RESTV (una
de la variedades del Ebola) se ha detectado en varios brotes epidémicos de una
enfermedad mortal en cerdos en Filipinas y China”.
Un pequeño porcentaje de personas
parece tener inmunidad al virus del ébola.
En particular, una proporción sorprendentemente
alta de la población de Gabón podría tener inmunidad contra el ébola, incluidos
quienes viven en zonas donde nunca ha habido un brote.
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