jueves, 30 de julio de 2015

AGUAS TERRITORIALES















Se llama aguas territoriales de la República Dominicana (o, simplemente, mar dominicano) a las aguas comprendidas entre sus costas y una trazada a 6 millas náticas (11 kilómetros) de las mismas.


El Estado Dominicano tiene facultades exclusivas de propiedad y jurisdicción sobre ellas, así como sobre el suelo y subsuelo de las mismas.



Y se llama Zona Contigua dominicana a una franja de otras 6 millas náticas a partir de nuestras aguas territoriales sobre las que el país tiene derecho de patrullaje a fin de prevenir la violación de los reglamentos de aduanas, sanidad, inmigración o fiscalía, dentro de su territorio o mar territorial.

Pero no tiene derecho a impedir el paso de buques de otros países por ella.



La Ley No.

573 de 1977 estableció la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas, incluyendo al norte, los bancos de La Plata y de la Navidad de tradicional interés pesquero para la República Dominicana y hoy convertido en Santuario de Ballenas Jorobadas.




El área total marina bajo la jurisdicción de la República Dominicana, incluyendo la zona económica exclusiva, es de unos 138,000 km².

Por plataforma continental o insular se entiende la parte de la línea costera sumergida, cuya profundidad no es mayor de 200 metros.

El límite exterior de la plataforma submarina forma lo que se llama zócalo continental o insular.

Nuestra plataforma insular es reducida (9,484 km²); su anchura promedia es de unos 7.4 kilómetros.



En general es más amplia en la costas norte y este que en la sur.

Sus zonas de mayor extensión son de Montecristi a Punta Rucia (abarcando el Banco de Montecristi y los Cayos 7 Hermanos); la Bahía de Samaná; frente a Cabo Engaño, donde llega hasta 44 kilómetros de la costa; alrededor de la isla Saona; al sur de Baní y en la Bahía de Ocoa; y alrededor de las islas Beata y Alto Velo.

Estas zonas coinciden con las de mayor potencial pesquero del mar dominicano.

Los suelos de la plataforma insular, al igual que en otros lugares de la región del Caribe, están constituidos por afloramientos de rocas y corales y por llanuras de arenas coralinas.


La Bahía de Samaná es quizás de las pocas áreas con sedimentos lodosos debido principalmente a que en ella desembocan dos caudalosos ríos:

Yuna y Barracote.

La plataforma continental continúa en un talud de una longitud aproximadade 1,300 km. La cresta y ladera, con profundidades entre 200 y 1,000 m., presenta fuertes pendientes (a lo largo de la costa norte y en el suroeste en la península de Pedernales) y menos pendientes en la parte meridional.

Los suelos están dominados por sedimentos lodo-arenosos y en las regiones de fuertes declives por afloramientos rocosos.

A unos 140 km. de la costa Atlántica se encuentran dos bancos oceánicos:




El Banco de la Plata y el de La Navidad con fondos principalmente dominados por arena coralina y con formaciones rocosas y coralinas.

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