Vivir verde es vivir saludablemente y
uno de los componentes esenciales para tener una vida saludable es dormir bien
y descansar el tiempo necesario para permitir que nuestro cuerpo y mente se
recuperen de los azares de la vida.
Conciliar el sueño parece ser, para
muchos, una tarea titánica y difícil de llevar a cabo. Ahora, revelamos una
serie de consejos para lograr un plácido sueño cada noche (insomnio incluido),
esencial para que nuestro cuerpo esté saludable y con energías para afrontar
cualquier tarea el día siguiente.
El sueño es uno de los misterios más
grandes de la vida. Al igual que la gravedad o el campo cuántico, aún no se
sabe con exactitud por qué dormimos- aunque cada día se está aprendiendo más
sobre el tema.
Sin embargo, lo que si sabemos es que
dormir bien es una de las piedras angulares de la salud.
De seis a ocho horas por noche parece
ser la cantidad óptima de sueño para la mayoría de los adultos; y dormir mucho
o dormir muy poco puede tener efectos adversos en su salud.
Hoy en día, la privación del sueño es
una enfermedad crónica que podría padecer y ni siquiera saberlo. En la
actualidad, la ciencia ha establecido que el déficit de sueño puede tener
efectos serios y de gran alcance en su salud.
Por ejemplo, interrumpir o alterar el
sueño puede:
·
Debilitar dramáticamente su sistema inmunológico
· Acelerar el crecimiento de un tumor- los tumores crecen de dos a tres
veces más rápido en animales de laboratorio con trastornos de sueño severos
·Causar un estado pre-diabético, haciéndolo sentir
hambriento incluso
cuando acaba de comer, lo que puede causar estragos en su peso
·
Afectar su memoria seriamente, incluso con una sola noche en la que no
duerma bien- lo que significa que dormir tan sólo de 4 a 6 horas- puede tener
un impacto en su capacidad de pensar con claridad al día siguiente
·
Afectar su desempeño tanto físico como mental y disminuir su capacidad
para resolver problemas
· Cuando su ritmo cardiaco es interrumpido, su cuerpo produce menos
melatonina (una hormona Y antioxidante) y tiene una capacidad menor para
combatir el cáncer, debido a que la melatonina ayuda a suprimir los radicales
que pueden provocar cáncer. Esta es la razón por la que los tumores crecen más
rápido cuando no duerme bien.
Alterar el sueño también puede
aumentar los trastornos relacionados con el estrés, incluyendo:
·
Enfermedades cardíacas
·
Úlceras estomacales
·
Estreñimiento
·
Trastornos del estado de ánimo como la depresión
No dormir lo envejece prematuramente
al interferir con su producción de la hormona del crecimiento, que por lo
general es liberada por la glándula pituitaria durante el sueño profundo (y
durante ciertos tipos de ejercicio, como la Técnica Peak Fitness). La hormona
del crecimiento lo ayuda a verse y sentirse más joven.
Incluso un estudio demostró que las
personas con insomnio crónico tiene un riesgo tres veces mayor de morir por
cualquier causa.
El sueño perdido se pierde para
siempre y la constante falta de sueño tiene un efecto acumulativo cuando se
trata se dañar la salud. No dormir bien puede hacer su vida miserable, como
probablemente ya lo sepan muchos de ustedes.
La buena noticia es que existen
muchas técnicas naturales que puede aprender para restaurar su “sueño de
salud”.
Ya sea que le cueste trabajo dormir,
que se despierte muchas veces durante la noche o cuando se levante por la
mañana se sienta cansado- o quizás porque simplemente desea mejorar la calidad
de su sueño- está a punto de encontrar algo de alivio en mis trucos y consejos
a continuación.
Si a usted le cuesta conciliar el
sueño, o bien se despierta antes de la hora deseada o tiene un sueño inquieto y
poco satisfactorio, tal vez le sea de utilidad alguna de las recomendaciones
que se ofrecen a continuación.
1. Haz ejercicio: Mantenerse
físicamente activo cada día con actividades al alcance de la mano como caminar,
correr o nadar, nos aportan tres beneficios clave de cara a obtener un sueño
reparador: cuando uno está cansado por el ejercicio se duerme más rápido,
consigue un mayor porcentaje de sueño profundo y se despierta con menos
frecuencia durante la noche.
2. La cama es sólo para dormir y para
tener relaciones sexuales: El resto de actividades como tumbarse en la misma
para ver la televisión, leer las redes sociales, revisar el correo o jugar en
el móvil, tableta o portátil no nos aporta ningún factor positivo si queremos
dormir mejor al final del día.
3. Horarios y rutina: Para conseguir
dormir bien necesitamos organizar nuestro sueño y hacerlo de forma responsable.
Hay que irse dormir a la misma hora cada día y despertarse también a la misma
hora, en la medida de lo posible. Entrenar a nuestro cuerpo de cara al sueño
hará que nos durmamos también más rápidamente y nos despertemos más frescos.
4. Adiós al tabaco: Fumar es un gran enemigo del
descanso, aparte de nuestra salud en general. La nicotina provoca en nuestro
organismo un efecto que dificulta que nos quedemos dormidos con facilidad.
5. Una buena zona de descanso: El lugar donde duermes debe ser
un templo de tranquilidad y silencio. El móvil, el portátil o la televisión
deberán estar fuera de la zona de descanso. Lo ideal es que esté oscuro,
relativamente fresco y todo lo tranquilo que sea posible. La habitación deberá
estar ordenada y con pocos objetos alrededor para facilitar ese ambiente de
tranquilidad que requiere un sueño reparador.
6. Menos bebidas con cafeína: El café, el té o los refrescos
pueden apetecer mucho a lo largo del día pero la cafeína nos provocará más
dificultad para dormir por la noche y también aumentan la necesidad de
despertarse para hacer pis durante la noche.
7. Los somníferos tampoco son buenos
aliados: Intenta evitar las pastillas para dormir y consulta con un
especialista la forma más eficaz de tomarlas durante el período de tiempo más
corto posible.
8. Beber menos alcohol: El alcohol deprime el sistema
nervioso, lo que ayuda a quedarse dormido. Sin embargo, este efecto desaparece
a las pocas horas, lo que provoca que podamos despertarnos varias veces a lo largo
de la noche, impidiendo un buen sueño. Además de esto, el alcohol magnifica los
ronquidos y otros problemas respiratorios relacionados con el sueño.
9. Siestas sí, pero cortas: Dormir la siesta es beneficioso
para continuar con energía el resto del día, pero no si son extensas. Un máximo
de 20 minutos nos sentará fenomenal. Más, sólo impedirá que por la noche no
consigamos conciliar el sueño.
10. Si no consigues dormirte,
levántate: Quedarse en la cama tras 20 minutos de haberse ido a dormir es un
indicador de que no estamos relajados y por tanto, nos va a costar quedarnos
dormidos. Levántate, ponte a leer un poco, y luego vuelve a la cama. Dar
vueltas y vueltas en la misma durante horas no acelerará el proceso
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