miércoles, 25 de marzo de 2015

EL GIGANTESCO MURO QUE CONSTRUYE JAPÓN PARA DETENER TSUNAMIS












Muro para proteger a Japón de un tsunami
El muro estará compuesto por una serie de predes más pequeñas.

Una altura de 12,5 metros y una extensión de más de 400 kilómetros.

Así será la gigantesca muralla que el gobierno de Japón ha empezado a construir en la costa noreste del país para protegerse ante un eventual tsunami.

Estará hecha de cemento y formada, en realidad, por una cadena de paredes más pequeñas, que harán más fácil su construcción.

La obra, cuyo costo ronda los US$6.800 millones, quiere evitar un desastre como el de marzo de 2011, en el que un maremoto provocado por un terremoto de 9º de magnitud en el Océano Pacífico destruyó comunidades costeras enteras, la planta nuclear de Fukushima y dejó un saldo de cerca de 19.000 muertos.

Quienes están a favor de este controvertido proyecto lo consideran una suerte de mal necesario.
También sostienen que creará al menos por un tiempo -se estima que la construcción se demorará alrededor dos años- puestos de trabajo.

Los que se oponen, no sólo consideran que arruina completamente el paisaje sino que también daña los ecosistemas marinos y perjudica a la industria pesquera.

Pero cuán útil es una muralla de hormigón a la hora de defender a una comunidad vulnerable de la brutal fuerza de un tsunami.

¿Es este un sistema realmente efectivo?

Lea: Japón recuerda a las víctimas del tsunami en el cuarto aniversario del desastre
Los peligros de confiar en la tecnología
Según diversos expertos, si bien reduce la potencia del impacto y por ende, el nivel del daño, puede crear una suerte de falsa confianza.

De hecho, muchos de los que perecieron o desaparecieron en el último tsunami no prestaron atención a las advertencias del peligro.

Muro para proteger a Japón de un tsunami
El tener un muro hará que muchos no estén pendientes de las advertencias de un tsunami, dicen críticos del proyecto.

Si bien la falta de infraestructura básica puede ser catastrófica en los países en desarrollo, la dependencia extrema de esta clase de protección puede hacer que la gente se sienta demasiado segura, señaló Margareta Wahlstrom, directora de la Oficina de la ONU para la Reducción de Riesgos en Desastres.

"Hay una fe exagerada en la tecnología como solución, pese a que todo lo que hemos aprendido nos muestra que el conocimiento y la intuición de la propia gente es lo que hace la diferencia y, la tecnología, de hecho, nos hace un poco más vulnerables", dijo Wahlstrom durante una conferencia la semana pasada en Sendai, Japón.

Akie Abe, esposa del primer ministro japonés, Shinzo Abe, manifestó en el pasado la misma preocupación.


En su opinión, las paredes harán que los residentes de las ciudades costeras no estén atentos a las señales de un tsunami en el futuro y, además, son costosas de mantener

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