domingo, 26 de octubre de 2014

EL CAMBIO CLIMÁTICO PUEDE TRAER CONSIGO EL DESORGANIZACIÓN GEOLÓGICO


























El calentamiento global podría desencadenar epidemias de erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis.

Los acontecimientos subterráneos están íntimamente ligados a los de la superficie, y nosotros estamos despertando a esos monstruos.

En la actualidad, ya hay abundantes evidencias de que las explosiones catastróficas de la actividad geológica venían precedidas de períodos anteriores de rápido cambio climático, por ejemplo, cuando se salía de las edades de hielo.

El estrés y las tensiones de las subidas y bajadas en los niveles del mar, y la creación y pérdida de las capas de hielo provocaban dichas explosiones. 

El cambio climático, señala, puede estar ya sacudiendo la tierra de nuevo.

Durante la última glaciación, el peso del hielo había suprimido las erupciones volcánicas.

Cuando el hielo se derritió de la superficie de la tierra, ésta se elevó, a veces por cientos de metros, reduciendo la presión hacia abajo volviendo la roca sólida en magma líquido.

La fuerza reprimida de la Tierra se desató. Conforme la edad de hielo iba desapareciendo, el número de erupciones volcánicas aumentó 50 veces. 

El calentamiento global de hoy día amenaza con una repetición.




















La Tierra cambia junto con las estaciones, como el agua de los hemisferios, aplastando o liberando la tierra de debajo.

En el hemisferio norte, de noviembre a abril, es temporada de volcanes.

Como el cambio de las aguas y el hielo desestabilicen fallas ocultas en la corteza terrestre, los terremotos se unirán a esta danza de gigantes.

En las últimas décadas, hemos visto "grupos sin precedentes de grandes terremotos",Desde 1900, son siete los que han superado los 8,8 grados de magnitud.
















Tres "megasismos" cerca de Sumatra, Chile y Japón desgarraron la Tierra, en los últimos siete años.

Es posible que algo se esté tramando.

Hace seis años,que la disminución de los glaciares al sur de los Alpes de Nueva Zelanda podría desencadenar un terremoto.

La huella sucedió el año pasado en Christchurch, Nueva Zelanda.

El clima, como sabemos, ha sido inusualmente estable en los últimos 10.000 años.

Esto significaba que el mundo era geológicamente más estable.



















Ahora, cuando nos enfrentemos al caos climático del futuro, también tendremos que enfrentar el caos geológico.


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