jueves, 25 de diciembre de 2014

ORÍGEN DE LA INMIGRACIÓN HAITIANA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
















La República Dominicana, desde siempre, ha sido punto clave para la inmigración extranjera, de todo tipo de grupos sociales y culturales.

Nuestro País, es y ha sido siempre un lugar muy llamativo pata todos aquellos extranjeros que desean salir de su país.

Entre todos estos inmigrantes extranjeros, podemos reconocer a, nuestros vecinos, los haitianos, a los cuales también, por alguna u otra razón, les ha atraído nuestro país.

Por alguna u otra razón, los haitianos han estado arribando a nuestro territorio. Para bien o para mal están en él, ocupando nuestro espacio.

A continuación, el presente trabajo tratará sobre la situación e inmigración de los haitianos en la republica dominicana.

EL mismo, tiene el objetivo de dar a conocer cuáles son las causas y origen de la inmigración haitiana hacia la República Dominicana.

Además, saber la condición de estos en los bateyes y la industria azucarera.

También, recordar que pasó en el 4 de octubre del año 1937. Por otro lado, analizar cómo está creciendo en nuestro país, si de manera legal o ilegal.

Por último, hablar sobre el complejo racial dominico-haitiano, y cuáles son las consecuencias y posibles soluciones de estos extranjeros en nuestro país.

Este proyecto tiene como base arduas investigaciones, así como también algunas entrevistas que se realizaron a algunas personas para saber que opinan al respecto. Además, dicho trabajo contiene anexos, en los cuales están artículos periodísticos resientes que aportarán más sobre este fenómeno migratorio.



LA INMIGRACIÓN HAITIANA EN REPUBLICA DOMINICANA

2.1 ¿QUE ES LA INMIGRACION?

La inmigración es el cambio de residencia de una persona o grupo de personas de una región o país a otro, desde el punto de vista del lugar de destino de los desplazados.
La inmigración es interna si las personas cambian de territorio en un mismo país, y es externa si proviene del extranjero.













2.2 ORIGEN DE LA INMIGRACION HAITIANA

Las raíces históricas de esta situación se encuentran en la ventaja comparativa para la industria azucarera dominicana que representa la disponibilidad de una amplia fuente de mano de obra barata por su efecto contenedor, sino descendente, sobre el nivel de los salarios.

La industria del azúcar dominicana empezó su gran expansión después de la segunda guerra mundial y encontró una fuente cercana en la contratación de haitianos para el corte de caña durante las zafras.

La mano de obra haitiana resultaba ser barata debido a las condiciones económicas y de mercado presente y al abuso que originaba la falta de alternativas, incluso frente a condiciones de vida misérrimas.

Históricamente se ha denunciado que los trabajadores haitianos que cruzan la frontera para trabajar en los cultivos de la caña en la República Dominicana han sido víctimas de toda clase de atropellos por parte de las autoridades, desde asesinatos, malos tratos, expulsiones masivas, explotación, condiciones de vida deplorables y la falta de reconocimiento de sus derechos laborales.












Las relaciones entre Haití y la República Dominicana han estado siempre marcadas por el conflicto y la confrontación, una situación heredada de la dominación colonial, en la que los intereses metropolitanos tuvieron la Isla como escenario.

El hecho más importante que ha contribuido a marcar de este modo las relaciones, es que, los haitianos ocuparon el territorio dominicano durante 22 años, por lo que el país del Este no se independizó de una metrópolis europea, sino de Haití.

Estas relaciones estuvieron marcadas en forma negativa por confrontaciones y perturbaciones políticas que distorsionaron los objetivos de paz y amistad entre los dos países vecinos.

A pesar de que a lo largo de la frontera con República Dominicana, siempre han vivido miles de haitianos, fue solo para 1919 cuando éstos comenzaron a cruzar para trabajar como braceros en las plantaciones de azúcar.

A diferencia de otros países latinoamericanos, los reclamos de límites fronterizos fueron resueltos desde el siglo diecinueve, con el tratado de 1929. Ello contribuyó a que no se produjeran conflictos armados entre los países.

Sin embargo, los gobiernos dictatoriales o autoritarios que hubo en la Isla, se empeñaron en manejar las relaciones, como si ambos países estuviesen a punto de un conflicto.

Durante la dictadura de Rafael Trujillo (1930-1961), se construyó en esta parte de la isla una ideología anti-haitiana a la luz de la cual se produjeron muchos estereotipos y prejuicios, acompañados de los supuestos propósitos expansionistas de los haitianos, llegando a distorsionar el hecho de la incipiente inmigración haitiana como una estrategia de re-ocupación del territorio dominicano.

Con tales premisas, se dio rienda suelta a un rechazo en bloque de todo lo que procediera de aquel país, llegando a conformarse en la estructura mental de los dominicanos un espacio que permitía una constante manipulación por parte de la dictadura.

Este rechazo se logró reproducir posteriormente a ese período histórico y aunque los últimos gobiernos dominicanos iniciaron un esfuerzo para superar esas percepciones y lograr un acercamiento con sus vecinos, todavía se puede decir que la superación de esa mentalidad es una de las tareas del siglo veintiuno.

En Haití, el dictador dominicano Trujillo llegó a tener mucha influencia, sobre la base de corromper importantes personalidades, incluyendo presidentes haitianos que obtenían beneficios de la importación de braceros para la industria azucarera dominicana.

Por su parte, los intelectuales haitianos desarrollaron una actitud de distanciamiento hacia el país vecino, siendo muy pocos los que reflexionaron o publicaron algo sobre el tema.














2.3 CAUSAS DE LA INMIGRACION HAITIANA

Desde hace más de un siglo, los haitianos han estado penetrando pacíficamente en el país asentándose en tierras agrícolas abandonadas por los dominicanos en tiempos de la Primera República.

Por más esfuerzos que se hicieron en el siglo XIX por llegar a un acuerdo con Haití, nunca fue posible aclarar la cuestión de los límites fronterizos, pues el tratado de 1874 fue un instrumento defectuoso; las negociaciones de Lilís poco antes de morir otorgaron los derechos de los haitianos sobre las tierras, hasta entonces reclamadas por los dominicanos.

Durante muchos años, a principios del siglo XX, se trató de llegar a un arreglo sobre los límites fronterizos, el cual solo pudo aclararse en 1929 durante el Gobierno de Horacio Vásquez.

Pero a pesar de haberse firmado el 21 de enero de ese año un Tratado sobre la fijación de Límites, en el país quedaron viviendo varias decenas de millones de haitianos trabajando como obreros de la industria azucarera o como sirvientes en las casas de familia o como agricultores y pequeños comerciantes en el sur y en la Línea Noroeste cerca de la Frontera.

Esos haitianos estaban totalmente marginados de la vida dominicana y el territorio por ellos ocupado era una extensión de la República de Haití.

Los haitianos han ido llegando a la República Dominicana tratando de escapar de los problemas sociales que se encuentran en su país natal, la República de Haití.

En Haití el principal problema social que se presenta en todo el territorio es la discriminación racial y la mala distribución de los ingresos.

A pesar de que la mayoría de los haitianos son negros -un 95% de la población total – estos han sido discriminados por la poca cantidad de mulatos que hay en ese país. Los haitianos mulatos tienen más en común con las clases adineradas de los demás países.

La inmigración haitiana hacia la República Dominicana se relaciona directamente con el desarrollo de la industria azucarera en el país.

En el último cuarto del siglo pasado, comenzó a florecer la industria azucarera en la República Dominicana, cuando muchos cubanos que vinieron a nuestro país, huyendo de la Guerra de los Diez años en Cuba, para establecer ingenios.
Desde ese momento, muchos haitianos se fueron a trabajar a esas empresas, atraídos por los salarios relativamente elevados que ofrecían en la industria azucarera de ese entonces.

La ocupación Norteamericana en Haití en 1915, guarda una estrecha relación con el carácter y el contenido migratorio desde ese país hacia la República Dominicana.

Después de la Ocupación Norteamericana en 1915, la ocupación de la isla por la marina de los Estados Unidos, el fenómeno migratorio adquirió rasgos diferentes y un nuevo contenido.

Todo el capital de Wall Street se propuso convertir la Cuenca del Caribe en una gran plantación de caña.

Las condiciones histórico-sociales y económicas en Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, permitieron realizar una empresa de semejantes dimensiones. Pero en Haití, diversos factores estructurales, en particular la tenencia de la tierra, impidieron la realización de este proyecto.

En estas condiciones, paro no desaprovechar una mano de obra barata y evitar nuevas revueltas agrarias, los norteamericanos impulsaron y animaron la salida temporal de los trabajadores agrícolas hacia los ingenios azucareros en Cuba y Santo Domingo.

La medida constituía una fuente segura de lucro y a la vez una válvula de escape para aliviar la tensión interna en Haití y la represión que los gobernantes de Haití tienen sobre esta masa subyugada.

Todo esto trajo como consecuencia la devaluación social de la mano de obra haitiana al construir una serie de prejuicios que hacían del haitiano un ser inferior y un trabajador al cual se le daba entrada al mercado laboral por razones humanitarias, corriendo los dominicanos el riesgo de recibir las supuestas influencias negativas de una población considerada “primitiva”.

Al mismo tiempo, se desarrolló un proceso de etnización de los inmigrantes haitianos al ser estigmatizados como buenos para realizar únicamente aquellos trabajos no deseados por los dominicanos.

La nueva inmigración haitiana, que empezó a esbozarse desde finales de los años setenta, presenta características que la diferencian del pasado, en la medida en que ya no existen los mecanismos represivos de restricción estatal. Ahora los inmigrantes ingresan al mercado de trabajo por vías individuales basadas en redes informales de amigos y familiares que se conectan directamente con los demandantes de esa mano de obra.

Los nuevos mecanismos de restricción operan mediante las repatriaciones con el propósito de disuadir a los ilegales de ingresar o permanecer en el territorio.

Actualmente, éstos no solo demandan el área laboral azucarera, sino también, el área de construcción, chiriperos (vendedores de coco, vendedores ambulantes), además, se prostituyen, (los Hombres como Sankinpankis y las Mujeres como Servidoras Sexuales), Entre otras ocupaciones que estos desempañan para sobrevivir




2.4 LA INDUSTRIA AZUCARERA Y TRABAJADORES AGRICOLAS












1. La Industria del Azúcar en República Dominicana

La industria azucarera es considerada en términos económicos como la espina dorsal, dependiendo siempre de los niveles de producción y de los precios del mercado.
Algunos años ha representado mas del 50% de las exportaciones del país, y por lo tanto, de las divisas extranjeras.

Dentro del país, la producción de azúcar representa el mayor generador individual de capital y de empleo para estos inmigrantes.

El cultivo y cosecha de la caña de azúcar en la República Dominicana, como la mayor parte de los países latinoamericanos, especialmente en los del Caribe, se divide en dos períodos de tiempo, la zafra (cosecha) y el tiempo muerto.

La zafra generalmente se extiende de diciembre a junio. Durante este periodo se emplea el mayor número de trabajadores, mientras que en el tiempo muerto, la mayoría de ellos son despedidos.

En términos tecnológicos, administrativos y sociales, la primera y básica división interna de la industria dominicana es en el sector agrícola y en el sector industrial. Aunque estas dos partes forman juntas la industria azucarera, sin embargo son distintas en casi todos los aspectos.

2. Haitianos en República Dominicana

Desde agosto de 1941, el Gobierno Dominicano ha ido firmando tratados comerciales temporales con el Gobierno Haitiano, para facilitar la importación de braceros haitianos

El número total de trabajadores haitianos, insignificante al principio porque presentaba sólo una cuarta parte de la fuerza laboral de una industria en expansión, nunca llegó a más de 5,000.

Sin embargo, para el primer censo en 1920, los haitianos llegaron a representar el 59% del total de la población total de extranjeros, que eran unos 47,780; y el 3% de la población total del país.

Los inmigrantes estaban concentrados en las provincias de Monte Cristi, Azua, Barahona, San Pedro de Macorís y el Seibo, porque estas eran localidades importantes para la producción de azúcar. La mayoría de estas ciudades, a excepción de San Pedro de Macorís y El Seibo, están cercanas a la frontera.

Los trabajadores haitianos constituyen más del 50% de los trabajadores agrícolas en la producción de café y arroz, desplazando gradualmente a los dominicanos, como fuente de mano de obra barata.









3.El Batey y tipos de Bateyes

El batey es una comunidad rural diferente a las demás por su economía, separación social, racial y cultural. La mayoría de sus habitantes viven de la siembra, cuidado y corte de caña. En tiempo de zafra un picador de caña gana entre $50.OO y $60.OO pesos dominicanos diarios, pero la empresa le paga con un tiket que es vendido a los comerciantes por un 70% del total.

Hay dos tipos de bateyes: el batey central y el batey agrícola.

El batey central es donde está ubicado el ingenio azucarero y allí residen las personas que procesan la caña después de cortada y pesada en el batey agrícola.

La mayoría de las personas que viven en el batey central son dominicanos, mientras que en el batey agrpicola predominan los haitianos. El batey central cuenta con frecuencia con una escuela y está ubicado cerca de un poblado.

A la hora de analizar la estructura de la producción azucarera en la República Dominicana hay que partir de un marco mucho más amplio que nos permita captar sus rasgos específicos.

La producción azucarera tuvo en la primera mitad del Siglo XVI un éxito relativo en la parte oriental de la Española, hasta contraerse sensiblemente durante el Siglo XVII y el XVIII, adquiriendo el hato ganadero, la supremacía en la sociedad.

Para algunos autores, la primera etapa de la producción azucarera en el área hispano-parlante no pertenece a la fase capitalista. En Cuba y la República Dominicana, el desarrollo de la economía de plantación se realiza dos siglos después que en el Caribe inglés y francés donde al principio tuvo un carácter capitalista.

A finales del Siglo XIX, se inicia la dependencia de mano de obra extranjera.

Miles de haitianos participan en la zafra azucarera dominicana cada año, contratados por el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) para el corte de la caña. Históricamente, las condiciones en que viven los braceros y el trato del que son víctimas han dado origen a numerosas denuncias.

Así, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo y la CIDH han incluido el tema en sus informes, presentando una evaluación sobre el seguimiento de las normas y convenciones internacionales que rigen la materia.

La preocupación internacional ha trascendido el plano exclusivamente laboral, y organizaciones no gubernamentales de derechos humanos también han publicado informes que denuncian la participación de fuerzas policiales y militares en los reclutamientos de braceros y de la existencia de prácticas abusivas de las autoridades del CEA dentro y fuera de los períodos de zafra.

La problemática migratoria dominicana no ha escapado tampoco a la situación política que se ha desarrollado entre la República Dominicana y Haití, afectando a los trabajadores haitianos que laboran cortando caña, y que en la actualidad se han expandido a otros sectores diferentes del azúcar, entre los que se cuentan los cultivos de café, arroz y cacao.

Igualmente han incursionado en diferentes actividades laborales en el sector urbano, como la construcción y el servicio doméstico. La participación de los haitianos en estas actividades de la economía dominicana ha venido en aumento durante los últimos años.

4. Condiciones de trabajo y vida en los bateyes: Las condiciones de trabajo y de vida en los bateyes son extremadamente difíciles. Según la misión de asistencia técnica a la República Dominicana del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, “Es frecuente que los cortadores de caña sufran abusos por parte de las autoridades de migración y las autoridades militares, y además los niños y las mujeres carecen de existencia jurídica”.

El Gobierno dominicano informó que en el año de 1998 se entregaron carnets a 15.485 trabajadores haitianos para laborar en la industria azucarera y en el año de 1999 se le entregaron a un número de 12.390 cortadores de caña.

Los contratos de trabajo estaban redactados en español y creole, para un mejor entendimiento; sin embargo, no hay garantía que los trabajadores que aceptan estos contratos estén de acuerdo con sus términos, dado que la gran mayoría de ellos son analfabetos.

En algunos lugares, los cortadores de caña son siendo pagados con vales (vouchers) y no con dinero. Estos vales no eran aceptados en los comercios locales; sólo podían ser utilizados en el almacén de la propia compañía. Los salarios eran muy bajos y los trabajadores y sus familias difícilmente podían subsistir.

Su remuneración era asimilada al de un jornalero agrícola y se les pagaba RD$42.00 pesos dominicanos (aproximadamente $3.00 US dollars) por tonelada de caña cortada, y el monto total dependía de la habilidad del bracero.

2.5 MATANZA DE 1937

La mañana del 28 de septiembre de 1937, se inició al sur de Da jabón, el exterminio de los residentes haitianos. Estos fueron asesinados brutamente con cuchillos, palos y machetes con la intención de que pareciese un motín llevado a cabo por campesinos dominicanos; intensificándose y expandiéndose a partir del 2 de octubre. Entre 12,000 y 25,000 nacionales haitianos fueron asesinados en esta matanza, las cifras no son exactas debido al clima de especulación preponderante en la época.

El ministro haitiano en Santo Domingo Evremont Carrié, se presentó delante Trujillo para presentar sus quejas al respecto. Trujillo dio órdenes para parar la operación, aparentemente, pues la matanza de haitianos continúo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y esporádica.

Desde el sur de Dajabón se extendió por toda la zona norte, hasta llegar al este. La Vega, Bonao, Puerto Plata y Samana fueron los más afectados, pero las provincias donde más haitianos residían, eran Barahona y Azua, donde no hubo asesinatos en octubre, sino en febrero de 1938 aunque en menor escala.

Los protagonistas de esta masacre fueron militares y algunos presos de confianza. La población civil en ningún momento se unió, como se pretendió alegar después, inclusive, muchos civiles trataron de ocultar nacionales haitianos en sus hogares.

Todas sus propiedades fueron apropiadas por los militares.

La prensa dominicana por su parte, no dio ninguna noticia a respecto en los primeros días al igual que la prensa haitiana.

El Presidente Vincent estaba temeroso de que con cualquier publicación al respecto ofendía a Trujillo lo que provocaría un ataque a su país.

2.6 LEGALIDAD E ILEGALIDAD DE LOS HAITIANOS EN REPUBLICA DIMINICANA

Los inmigrantes haitianos no están protegidos por el Código de Trabajo vigente en la República Dominicana, ni por ninguna otra disposición legal. Por otro lado, en forma ilegal que llegan los inmigrantes haitianos y en la penetración clandestina que en forma individual o colectiva realizan algunos, se encuentran el punto de partida de la superexplotación a que son sometidos miles de haitianos que trabajan en las plantaciones de caña de azucar, café, cacao y arroz en la República Dominicana.

El peso de la fuerza laboral haitiana en la industria azucarera, en la recogida de café, cacao y arroz y en la industria de la construcción, pone de manifiesto el alto índice de haitianos residentes en la República Dominicana y el gran papel que desempeñan en las distintas áreas de la economía nacional.

Su incidencia e influencia en la economía dominicana no solamente reduce el importante papel que desempeñan en la industria azucarera; se manifiesta también en la recogida del café, el cacao, el arroz, el algodon, el tomate y la parte pesada de la industria de la construcción urbana. Con este último sector la mano de obra inmigrante ha penetrado a sectores de la economía dominicana que anteriormente estaban reservados exclusivamente para los dominicanos.

El carácter ilegal de los inmigrantes haitianos en la República Dominicana comprende tres tipos:

A. El haitiano que penetra a la República por la frontera.

B. El inmigrante haitiano que llega a la República por vía legal a trabajar en uno de los ingenios, pero luego terminada la zafra, o antes de terminar la misma, se escapa del ingenio.

C. Los haitianos hijos de inmigrantes que nacen en le República, hijos de madres dominicanas, que carecen de documentación alguna, y luego crecenn convirtiendose tambien en inmigrantes haitianos apátridas.

De los haitianos que viven en la República Dominicana el 90% reside en forma ilegal. Es insignificante el número de inmigrantes haitianos residentes de forma legal.

Desde el año 1940 hasta el año 1952, los braceros haitianos que trabajaban en la República Dominicana lo hacían en forma ilegal, como consecuencia del tráfico clandestino.

En fecha de 5 de enero de 1952 fue concluido y suscrito en la República Dominicana un Acuerdo sobre la Contratación enn Haití y la Entrade a la República Dominicana de Jornaleros Temporales Haitianos.

El acuerdo tenía una duración de 5 años y constaba de 17 artículos. Este Acuerdo fue aprobado con un formulario de trabajo que debía ser firmadopor la empresa que contrataba al bracero y por éste.

Desde ese entonces se han ido firmando Acuerdos con Haití los cuales tienen la misma finalidad.

2.6 COMPLEJO RACIAL DOMINICO-HAITIANO

La presencia haitiana en la República Dominicana está generando una serie de fenómenos sociales y culturales que no pueden, por más tiempo, pasar desapercibidos.

Aparte del vudú y el gagá, ya mencionados, están la segregación de una población residente y de3 sus descendentes dominicanos, el bilingüismo por socialización estrictamente familiar, el pago en artículos industrializados, los “echadías” en zonas fronterizas, el trabajo migrante temporal y sistemático de una a otra región dentro del país.

Los dominicanos tratan de ignorar este colectivo aun cuando dicen que en su país no se anida menosprecio alguno por los hombres, en razón del color de su pie, sin embargo, a los haitianos se les considera inferiores en virtud de que la mayoría son negros.

Esta actitud puede entenderse con el resultado de las relaciones históricas conflictivas entre las dos naciones y como producto de un prejuicio racial, difícil de comprender por una población predominante mente mulata y negra.

El prejuicio es un reflejo ideológico de las relaciones sociales de producción existentes en la sociedad. Naturalmente estas relaciones involucran la coexistencia de más de una clase social, una frente a otra.
El prejuicio racial es una forma de expresión de la conciencia social de las clases dominantes en el marco vital de su actividad y de sus intereses materiales. Es decir, el prejuicio racial es un producto de las relaciones materiales preponderantes y se expone como idea de las clases sociales opresoras.

El anti haitianismo sigue vigente en el país, gracias a que las clases dominantes, proporcionan constantemente campañas a favor del mismo. Muchos dominicanos han sido educados bajo la condición ideológica de que es buen dominicano y nacionalista aquel que odia al haitiano.

2.7 TRABAJO CULTURAL DE LOS HAITIANOS

La inmigración haitiana esta provocando un numero importante de fenómenos culturales en la Republica Dominicana.

La mayoría es estos fenómenos están velados por una especie de misterio o de prohibición para la generalidad de los dominicanos.

El Vudú como fenómeno político-religioso-cultural y el Gagá como plataforma de prestigio son abordados como expresiones de un pueblo en el exilio, a la vez que conectan con algunas de las fibras del tejido social y cultural dominicano. Entre algunas de las expresiones tenemos:

A.El Vudú

El Vudú es la religión dominante en Haití. Muchos de los principios y prácticas del vudú pueden sonarnos a pura superstición, pero imagínese qué le pueden parecer ciertas características del cristianismo a quienes no saben de qué se trata:) ¿Qué pensarían de la Santísima Trinidad, o de la resurrección de Cristo, de su presencia en la eucaristía? Cualquiera de estas prácticas, creídas totalmente por el más inteligente de los cristianos, le parecerían tontas supersticiones a alguien no familiarizado con el cristianismo.

Hay que reconocer pues, en primer lugar, que el vudú es la religión de Haití, y que es tomada muy en serio, no solo por campesinos analfabetos, sino por los estratos más preparados y educados de la sociedad haitiana. No se trata de creer en el vudú -como no se espera que se convierta al islamismo si visita Irán- sino que aprenda a reconocerlo como cualquier otra religión del mundo.














TÉRMINOS PRINCIPALES USADOS EN EL VUDU HAITIANO

•Serviteurs. Son los practicantes habituales del vudú.

•Ason. Aclamación utilizada para invocar los espíritus.

•Lave tet. Lavado de cabeza, una ceremonia de iniciación para los serviteurs que han sido ‘montados’ por primera vez.

•Kanzo. La ceremonia de iniciación para aquellos que entran en la práctica seria del vudú.

•Veve. Dibujos ceremoniales de las diferentes loas.
•Peristile. El templo de vudú.

•Poto mitan. El poste central en el peristile. Representa el centro del universo, y todo el baile gira en torno a él.
•Les invisibles. Todos los espíritus.

•Les misteries.

•- Los mismos loa
•- El conocimiento sagrado, también llamado konesans.

•El Cruce. Imagen recurrente del vudú, es el lugar donde los dos mundos (terreno y espiritual) se encuentran. Todos los actos del vudú, incluso las curaciones, comienzan con el reconocimiento del cruce.













LOS PRINCIPALES LOAS DEL VUDÚ

•Legba. Un hombre anciano, guardián de los dos mundos. Es el espíritu de la noche, el origen de la oscuridad, simbolizado por la luna. Es un loa símbolo de San Pedro.

•Kalfu. Es la contraparte Petro a Legba. Es literalmente un payaso, muy cómico y erótico. Es el señor del erotismo.

•Papa Guede. Loa de la muerte y resurrección, es la fuente de la paz y la tranquilidad. Se le ofrece un huevo cuando llega poseer a una persona. Es muy amado y buscado. Lo cuida su esposa, Aida-wedo.

•Agw. El soberano de los mares. Hoy día sigue siendo la fuerza de la política. Es violento.

•Erzuli. La madre Tierra, espíritu de la diosa del amor. Es también la musa de la belleza, muy identificada con la Virgen María. Puede adivinar el futuro en los sueños. Es un loa muy amado y respetado.

•Terremille. Espíritu que se invoca para protección y para conseguir deseos.

•Holichard. Gran espíritu Rada.

•Badadrí de Marie. Loa protector.

Hay dos tipos principales de vudú :

– Rada. Este es un vudú de espíritu familiar, el de las loas más o menos pacíficas y felices.

– Petro. (llamado Congo en algunas áreas). Este es un vudú de magia negra; es el vudú de los loa malos y negativos. Nada bueno se puede esperar del rito Petro, incluyendo la creación de zombies y salvajes orgías sexuales.

Todos los estudios serios al respecto coinciden al señalar que el 95% o más del vudú que se practica es Rada. Existe el vudú de magia negra, pero su práctica está muy limitada.

B) El Gagá

El Ga-Ga como manifestación de la cultura dominicana, en particular de los bateyes, está muy enraizada de manera profunda entre los dominicanos.

“Esta manifestación cultural es el resultado del encuentro y hermandad entre los pueblos haitiano y dominicano. Existen diferentes formas de Gaga ; pero la de mayor difusión es la que tiene lugar en los bateyes (comunidades vinculadas a la producción de caña de azúcar) y ciudades cercanas.

El Gaga inicia sus actividades con la cuaresma, siendo Semana Santa su principal período de realización, celebrando con su música, los bailes, ritos y ceremonias, sus creencias en Dios y en determinados espíritus, loases, seres o santos.

Todo esto basado en el principio de la reencarnación y la esperanza de que las fuerzas o “misterios” puedan mejorar y renovar la vida.

La música resalta en el Gaga por su riqueza de variaciones de tonos y ritmos producidos por un conjunto de instrumentos, talvez única, que demuestra su origen africano y la experiencia de la esclavitud. Incluye : dos tambores, cuatro o más bambúes o fututos, una trompeta casera o tua-tuá, maracas o cha-chá, un caracol (lambí) y pitos”.

Entre sus rituales y ceremonias están los de iniciación, sacrificio, protección, bautismo, bendición y purificación. La participación de sus integrantes se basa en “promesas” que duran de tres a siete años. A su interior se presenta el fenómeno de la asociación espiritual o el “trance” en ciertas personas, según las circunstancias.

Su organización social es jerárquica y compleja. Entre los puestos más relevantes, además del dueño, el jefe espiritual y el presidente, están los mayores y las reinas ; quienes danzan contagiosamente con gran destreza, llenando el espacio de energías y colores.

En diversas ocasiones, entre 1860 y 1940, la Iglesia católica organizó campañas contra el vudú, pero sin éxito alguno. En 1949, algunos elementos de la Iglesia católica emprendieron una guerra santa total contra el vudú, llegando a quemar peristiles y a golpear y matar a houngans y mambos, exigiendo a la sociedad salir de su ostracismo.

Pero apenas tuvo el efecto deseado. El vudú quedó hasta cierto punto relegado a prácticas secretas, pero su popularidad creció, quizá debido a la misma opresión. A principio de los cincuenta la Iglesia católica paró la guerra e hizo las paces con el vudú, llegando a asimilar alguna de sus prácticas, como la de los tambores y los cánticos. Desde entonces, las relaciones entre los católicos y los serviteurs han sido apacibles.

2.9 CONSECUENCIAS DE LA INMIGRACIÓN HAITIANAY SOLUCIONES

La inmigración haitiana ha causado mucho revuelo tanto en el Estado dominicano como en toda la población, ya que estos han venido ocupando nuestro territorio desde hace ya mucho tiempo.

Aunque los haitianos han venido en busca de trabajo para tratar de mejorar su status social, si así le podemos llamar, con esta acción van poco a poco desplazando a los dominicanos.

Porque en un principió ellos solo se dedicaban al corte de caña de azúcar, pero ahora se han ido adentrando más y más en las distintas actividades económicas del Estado dominicano, como son al algodón, el arroz, el café y el cacao.

Los haitianos nos han ido ocupando, y todo esto se debe mayormente a que nuestros Gobiernos no han sabido poner mano dura a estos inmigrantes.

El unido Gobierno que trabajó con el caso de la inmigración haitiana, y tubo algo de bueno, fue el Gobierno de Rafael Leonidas Trujillo, aunque, en la forma en que el lo manejó no fue de lo mas cordial que digamos.

A pesar, de que Trujillo hizo mal, al realizar aquella matanza de haitianos en 1937, en cierto modo para ese entonces le hizo gran ayuda al país.

Los haitianos han ido reemplazando la mano de obra dominicana, porque estos realizan trabajos que los dominicanos no hacen, y mucho menos por el poco dinero que ofrecen para hacerlo. Y al seguir así los haitianos se quedarán con todo el mercado. Percepción de los jornaleros haitianos y dominicanos de sus relaciones en mercado, laborales y étnicas.

POSIBLES SOLUCIONES

2.Que se ejecuten acciones de política migratoria, que regulen la presencia de los trabajadores haitianos.

3.Que se reforme la Administración Policial de la frontera
4.Que se deporte a todo aquel haitiano indocumentado a Haití

5.Que se evite la entrada a haitianos sin la debida identificación

6.Que se penalice a las personas que permitan la entrada de haitianos por soborno

7.Exigir a los haitianos los documentos de identificación y los permisos de entrada antes de su ingreso al país

8.Regularizar el paso de los comerciantes haitianos para la venta del mercado

9. Reforzar la vigilancia en los chequeos militares a las salidas de las provincias del Sur y de la Línea Noroeste a.Otorgamiento de permisos de trabajos a los trabajadores haitianos.

b.Regularización del estatus de los haitianos ilegales.
c.Regularización de la situación de las fuerzas de seguridad ubicadas en la frontera.

d.Eficientización del personal de las instancias administrativas de la frontera.

CONCLUSIÓN

Desde hace mucho tiempo, los haitianos han estado inmigrando a nuestro territorio, aunque esta sea la fecha en que mayor repercusión haya hecho, ya que, claro, es mayor y más fácil de notar.

En un principio los haitianos eran buscados por el mismo Estado para la producción de caña de azúcar en los ingenios, pero estos se fueron llevando hasta quedarse en nuestro territorio, de una u otra manera.

Los haitianos han ido quedando y habitando, poco a poco, a nuestro territorio pacíficamente, de forma que no han llamado la atención del Estado, de tal manera que hagan algo al respecto.

Sería bueno, y un buen apoyo a la sociedad dominicana, si el Estado se hiciera cargo de este problema haitiano, y que hiciera algo son los inmigrantes ilegales que se encuentran en nuestro país, como son la mayoría de los haitianos residentes en el país.

Si se hicieran cargo de esto, estaría evitando que la población, principalmente obrera, dominicana no fuera desplazada lentamente por los inmigrantes haitianos.

Esperamos que este trabajo haya sido de gran interés y que haya aportados a sus conocimientos gran e importante información sobre esta situación que nos afecta cada día mas y que se esta convirtiendo en una realidad cada vez mas curda.

Gracias…

ENTREVISTA # 1
Franklin Martínez, Ingeniero Civil.

Este es un hecho real que nuestros políticos no quieren afrontar, porque saben que esto representa un conflicto internacional y un costo económico muy elevado. Pienso que a pesar, de que esta es una invasión de apariencia pacifica, nosotros debemos de tratar de mantener la presencia haitiana en su mínima expresión, ya que estos les están quitando a los dominicanos de los estratos dominicanos bajos, la oportunidad de tener un ingreso.

2.¿Qué piensa usted de la invasión pacífica haitiana?

Sólo aquellos que estén debidamente identificados en su consulado y en el consulado dominicano, así como también en su trabajo y con sus patrones. También hay diferentes razones que no permiten la estadía de haitianos, como son:

a.La mano de obra haitiana deprime el salario nacional

b.El gobierno dominicano tiene sus propios y grandes problemas que necesitan ser resueltos de manera prioritaria, por lo que la inclusión de la problemática haitiana, sería en detrimento de la dominicana.

c.Los haitianos desplazan a los dominicanos de sus empleos

d.Estos aumentan las enfermedades y los gastos en servicios públicos

e.Desean imponer su cultura, considerada primitiva

3.¿Deben permanecer los haitianos en República Dominicana?
4.¿Qué piensa de la posible integración dominico-haitiana?

Es una idea que se ha estado cocinando desde hace tiempo entre las grandes naciones, pero en nada nos favorece por tratarse de dos naciones con características étnicas, religiosas y culturales completamente diferentes.

ENTREVISTA # 2

Jean Louis Louigene, Estudiante 5to. Semestre, Ingeniería de Sistemas de Computación

Por mis estudios universitarios y en busca de una mejor calida de vida.

1.¿Cuál es la razón que usted tuvo para venir a la República Dominicana?
Siempre han existido muchos problemas raciales y denuncias de maltratos

2.¿Qué sabes de la historia entre República Dominicana y Haití?
Trabajo

3.¿Trabajas o estudias?
4.¿A qué crees que se debe la condición económica y social de Haití?

Por múltiples factores:

•Los dirigentes políticos no se preocupan por el pueblo, sino por sus intereses personales

•Por países muy desarrollados que no permiten el florecimiento de la soberanía

•Por la falta de inversión para la educación

•Por la falta de apoyo de los empresarios hacia el desarrollo del país

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