Aunque su
percepción es prácticamente imposible para los hombres, existe un constante
zumbido de baja frecuencia reverberando en todo el planeta Tierra.
No se
trata de un temblor, sino de un zumbido continuo, como un murmullo, o las
vibraciones sonoras que deja una campana, tras ser golpeada con fuerza.
Según un
estudio reciente de la revista Geophysical Research Letters, esta actividad,
denominada 'micro-sísmica', es originada en gran medida por las olas del mar.
Los
investigadores ya sospechaban que las olas marítimas podían ser responsables
del zumbido terrestre, por lo que propusieron dos mecanismos para explicar las
causas de la actividad 'micro-sísmica': por un lado, enormes y profundas olas
submarinas, que se propagan a lo largo del lecho oceánico; por el otro, la
interacción de estas olas al chocar.
Sin
embargo, nada podía explicar el espectro completo de las vibraciones
registradas por varios sensores sísmicos. Este rango vibratorio va, desde los
más enérgicos 'micro-sismos', con ciclos de 3 a 10 segundos, hasta los que
verifican ciclos sísmicos más prolongados, de 13 a 30 segundos.
Un equipo
de investigadores franceses, dirigidos por Fabrice Ardhuin, del Laboratorio de
Oceanografía Espacial, pensó que, tal vez, ambos tipos de ondas sísmicas
podrían explicar el constante zumbido del planeta. Así, combinaron los dos
mecanismos en un mimo modelo para comprobar que las olas del mar, cuando
colisionan, pueden generar ondas sísmicas que toman 13 segundos, o menos, en
completar su modulación.
Mientras
tanto, las olas del mar que se mueven sobre las crestas y el lecho oceánico
pueden generar ondas sísmicas con un rango de frecuencia más prolongado.
"Creo
que nuestro resultado es un paso importante en la transformación del ruido
misterioso en una señal comprensible", asegura Ardhuin.
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