La clasificación de los climas tiene que ver con la
ciencia llamadaclimatología, que se dedica a estudiar en
profundidad los tipos de clima alrededor del mundo y sus características.
A grandes rasgos se podría clasificar el clima en
tres grupos según su ditribución latitudinal:
climas de bajas
latitudes, de latitudes medias y de altas latitudes.
Los autores
clásicos dividieron la Tierra en tres grandes zonas climáticas que se
correspondían con los climas frío, templado y tórrido.
En general, se
considera la isoterma de los 10 ºC para el mes más cálido, que coincide
aproximadamente con el límite de la tundra y el bosque de coníferas, como valor
para distinguir los climas templados de los fríos; por otro lado, la separación
entre los climas tórridos o tropicales de los templados se establece en la
isoterma de los 18 ºC para el mes más frío.
Sin embargo, dentro de cada una de estas zonas cabe
distinguir diferentes tipos y subtipos en función de factores tales como la
temperatura y la precipitación. Otros elementos que contribuyen a explicar el
clima de una región pueden ser la presión atmosférica, los vientos, la humedad, la latitud, la altitud, el relieve, la proximidad de los mares, las
corrientes oceánicas y la influencia de la naturaleza del suelo y la
vegetación.
Muchos climatólogos
han establecido sus propias clasificaciones climáticas, entre las que cabe
destacar la de Köppen, una clasificación empírica dada a conocer por primera
vez en 1918 y sometida posteriormente a varias revisiones. Köppen y su
colaborador Geiger definieron seis grandes grupos de climas, asociados a la
vegetación, a los que designaron mediante letras mayúsculas: A (tropical), B
(subtropical), C (templado), D (frío), E (polar) y H (montaña). Estos grupos se
subdividían a su vez en función del régimen pluviométrico y de las
temperaturas, también señalados mediante letras, en este caso minúsculas, que
unidas a las anteriores especificaban la variedad climática de un espacio
determinado dentro de cada categoría principal.
Clima ecuatorial
Es característico
de las regiones de latitudes bajas, localizadas fundamentalmente entre los 10º
N y 10º S. La temperatura y la humedad son altas y constantes a lo largo del
año. La temperatura media del mes más frío supera los 18 ºC, y la temperatura
media anual se sitúa por encima de los 25 ºC. Las precipitaciones anuales
sobrepasan los 1.500 mm e incluso, en algunas áreas, los 3.000 milímetros. La
duración del día y de la noche es muy similar.
Clima tropical
Es propio de las
regiones tropicales. Las temperaturas medias mensuales son elevadas y bastante
uniformes a lo largo del año, siendo la media anual superior a los 20 ºC. El
régimen térmico varía entre 3º y 10º, mayor en el interior y menor en las áreas
costeras. Las precipitaciones oscilan entre los 400 y los 1.000 mm anuales,
aunque la variedad de clima monzónico alcanza valores muy superiores. Alternan
las estaciones secas y lluviosas. En función de la distribución estacional de
las precipitaciones y de la cantidad se distinguen las variedades siguientes:
sudanés (precipitaciones entre 750 y 1.100 mm y tres estaciones, una seca y
fresca, otra seca y calurosa, y otra lluviosa), subecuatorial (dos estaciones
lluviosas y dos secas), saheliense (precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una
larga estación seca) y monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que
alterna con otra seca).
Clima desértico
Propio de las áreas
desérticas, se caracteriza por altas temperaturas y escasez de precipitaciones.
Se distinguen dos importantes variantes: el clima desértico cálido, con una
temperatura media anual en torno a los 20 ºC, una fuerte oscilación térmica
(puede alcanzar los 20º) y precipitaciones inferiores a los 200 mm, y el clima
desértico costero, que presenta una temperatura media anual inferior a los 20
ºC, menor oscilación térmica (en general por debajo de los 10º) y
precipitaciones insignificantes, por debajo de los 100 mm anuales. Además de
estos desiertos propios de la zona cálida o tropical, existen otros tipos en la
zona templada resultado de la degradación de los climas propios de sus
latitudes.
Clima templado
Bajo este epígrafe
se aúnan una gran variedad de climas que tienen en común el hecho de contar con
unas temperaturas estivales más elevadas que en invierno. Los climas templados
se clasifican en:
Clima mediterráneo
Este tipo de clima
se da particularmente en los países ribereños del mar Mediterráneo, de ahí su
denominación, aunque se han establecido varios subtipos en relación con la
distancia a las masas oceánicas. También se da en la costa meridional de
Australia, en el suroeste de la República de Suráfrica, en California y en las
estrechas áreas costeras de Chile central, donde los Andes actúan como barrera
climática. En sentido amplio, define el clima de las regiones costeras occidentales
de los continentes comprendidas dentro de la zona de las latitudes medias de la
Tierra (entre los 30º y los 45º, aproximadamente). Se caracteriza por veranos
cálidos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas
medias anuales varían entre los 12 ºC y los 18 ºC, y la oscilación térmica
anual está comprendida entre los 10º y los 15º por lo general. El promedio de
precipitaciones se sitúa entre los 400 y los 700 mm, concentradas en el
invierno, ya que durante el verano el clima está sujeto a la presencia de
anticiclones subtropicales, y en el invierno, a las depresiones de la
atmósfera.
Clima chino
Este clima presenta
una temperatura media ligeramente superior a la del mediterráneo, lo mismo que
la oscilación térmica anual, que supera los 15º. El promedio de precipitaciones
sobrepasa los 1.000 mm, concentradas en el periodo estival, que contrasta con
la sequedad del
Clima oceánico
Es el clima
característico de las regiones comprendidas dentro de la zona de latitudes medias
de la Tierra sujetas a la influencia oceánica. La proximidad del mar determina
una amplitud térmica anual en general pequeña y unas precipitaciones
importantes (1.000-2.000 mm) y bien distribuidas a lo largo del año, aunque el
máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura media depende de la
latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 ºC; los inviernos
presentan unas temperaturas moderadas y en verano son frescas.
Clima continental
Este clima es propio de las regiones del interior de los continentes. Se
caracteriza por una relativa escasez de precipitaciones, sobre todo en
invierno, debido a la distancia que las separa de las áreas de influencia
marítima, y por una notable amplitud térmica estacional (que puede alcanzar
hasta los 60º), con unas temperaturas estivales bastante altas que contrastan
fuertemente con los inviernos fríos. La temperatura media anual es inferior a
los 10 ºC. Las precipitaciones oscilan entre los 300 y los 700 mm de promedio,
que se producen principalmente en verano. Se pueden distinguir varios tipos: el
siberiano (el más extremado, con una temperatura media inferior a los 0 ºC, una
oscilación térmica que puede alcanzar los 60º y precipitaciones inferiores a
los 200 mm anuales concentradas en el periodo estival); el manchuriano (con un
temperatura media inferior a los 10 ºC, oscilación térmica en torno a los 40º y
precipitaciones, concentradas en el periodo estival, que superan los 500 mm); y
el ucraniano (con unas características térmicas similares al anterior, aunque
la temperatura media es ligeramente más baja y la amplitud un poco superior, y
unas precipitaciones comprendidas entre los 300 y los 400 mm anuales).
CLIMA POLAR
Clima propio de
aquellas regiones que presentan una temperatura media mensual y anual por
debajo de los 0 ºC, amplitudes térmicas superiores a los 30º y precipitaciones
insignificantes que se producen en forma de nieve. En estas regiones, cubiertas
por la nieve durante la mayor parte del año, el tipo de suelo característico es
el permafrost.
Clima de alta montaña
En las montañas la
temperatura disminuye con la altitud, mientras que aumentan las
precipitaciones, al menos hasta un cierto nivel altimétrico. La montaña, en
este sentido, altera las características de la zona climática en la que se
sitúa. Por este motivo, no se pueden establecer unos rasgos con validez
universal que lo definan, aunque sus variedades climáticas son fácilmente
reconocibles, como el clima alpino. Presenta unas temperaturas invernales
negativas y unas estivales positivas, aunque la temperatura media anual se
establece en torno a los 0 ºC; la oscilación térmica es inferior a los 20º y
las precipitaciones, más abundantes en verano que en invierno, superan los
1.000 mm anuales. Este clima de alta montaña es el que predomina en la
cordillera andina.
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