Estados Unidos se
comprometió hoy ante la ONU a reducir para 2025 sus emisiones de efecto
invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005, e
instó a otros países a adelantar compromisos igual de “ambiciosos” para llegar
a un acuerdo global sobr
El Gobierno estadounidense formalizó ese objetivo, marcado por el
presidente Barack Obama durante su visita a China el pasado noviembre, al
enviarlo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC).
Estados Unidos, el país que más carbono emite a la atmósfera
después de China, materializó así su compromiso para la conferencia de la ONU
que se celebrará en diciembre en París, donde se debe adoptar un acuerdo global
vinculante sobre el cambio climático.
“El objetivo de Estados Unidos es ambicioso y alcanzable y tenemos las
herramientas que necesitamos para lograrlo”, dijo hoy un asesor de Obama en
materia de cambio climático, Brian Deese.
La meta supone el doble del recorte de las emisionesprevisto
entre 2005 y 2020 en Estados Unidos y se fijó en noviembre dentro de un acuerdo
entre Obama y el presidente chino, Xi Jinping.
Por ahora, 32 países han presentado a la CMNUCC sus objetivos de reducción de emisiones:
Estados Unidos, México, los veintiocho de la Unión Europea (UE), Noruega y
Suiza, a los que se suma la Comisión Europea (CE), según datos de ese
organismo.
La Casa Blanca destacó hoy en particular la contribución de México, que
el viernes pasado se comprometió a reducir en un 25 por ciento las emisiones de
gases y compuestos de efecto invernadero previstas para 2030 y se convirtió en
la primera “economía emergente” en entregar su plan a la ONU, en palabras de
Deese.
“Es hora de que otros países hagan lo que han hecho EE.UU., México y
otros miembros de la UE y entreguen objetivos ambiciosos y transparentes para
recortar las emisiones al CMNUCC”, con el fin de alcanzar un “acuerdo
global en París en diciembre”, subrayó Deese.
En la conferencia de París, todos los países sin excepción tendrán que
prometer acciones para luchar contra el cambio climático, pero algunas naciones
en desarrollo se han mostrado hasta ahora reticentes a anunciar contribuciones
por considerar que cierta factura energética es inevitable para su crecimiento
económico.
La meta confirmada hoy por la Casa Blanca situará a EE.UU. “en
el camino a una reducción en sus emisiones de alrededor del
80 por ciento” para 2050, según el secretario de Estado, John Kerry.
Para conseguirla, no será necesario aprobar nuevas leyes, siempre que se
avance sobre las medidas relativas al cambio climático que Obama ha tomado
durante su mandato, aseguró Deese.
En junio pasado, Obama presentó un plan para reducir las emisiones de
las plantas termoeléctricas de EE.UU. en un 30 por ciento para 2030 (respecto a
los niveles de 2005), y también planea mejorar la eficiencia energética de los
edificios en un 20 por ciento para 2020.
Además, el Gobierno estadounidense tiene previsto presentar en marzo de
2016 nuevas normas para el uso máseficiente de combustibles en los
camiones pesados y autobuses, que generan el 20 por ciento de la contaminación
por carbono en el sector del transporte.
Aunque Obama abandonará el poder en 2017, la Casa Blanca confía en que
la próxima Administración estadounidense “pueda avanzar sobre el marco”
establecido en los últimos años, afirmó Deese.
La oposición republicana ha criticado duramente las medidas de Obama
sobre cambio climático, por considerar que destruirán empleos y que declaran la
“guerra” al carbón y el petróleo, y hoy se pronunció en la misma línea sobre la
propuesta entregada a la ONU.
“La promesa de la Administración de Obama a la ONU no verá la luz del
día en el Congreso actual”, advirtió el senador republicano Jim Inhofe, que
preside el Comité sobre Medio Ambiente en el Senado.
Inhofe, que niega que exista el cambio climático, dijo en un comunicado
que espera que sus compañeros en el Senado, de mayoría republicana, se opongan
a este plan a la hora de ratificar el acuerdo global sobre cambio climático que
se alcance en París.
No obstante, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dejó hoy
entrever que es posible que el Gobierno no envíe el acuerdo al Congreso para su
ratificación, al argumentar que “es difícil pensar que algunos miembros del
Congreso que niegan que exista el cambio climático” puedan “juzgar un acuerdo”
sobre ese tema.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch
McConnell, advirtió en un comunicado de que incluso si se implementan por
completo las medidas anunciadas por Obama, “Estados Unidos no podrá cumplir las
metas fijadas en esta propuesta”.
En cambio, la iniciativa fue bienvenida por los grupos defensores del
medio ambiente, entre ellos el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuyo
vicepresidente para cambio climático, Lou Leonard, opinó que EE.UU. debe hacer
aún “más“, y su meta de reducción de emisiones en
un 28 por ciento “puede y debe ser un objetivo mínimo, no un tope”. EFE
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