lunes, 6 de abril de 2015

LA CONTAMINACIÓN ÓPTICA

















El cerebro humano tiene una determinada capacidad de absorción de datosLos sentidos son los encargados de transmitir al cerebro toda información que perciben del entorno.

Entre ellos, el sentido de la vista es uno de los más complejos y de los que mayor incidencia tiene en la percepción global del entorno y, por lo tanto, en las reacciones psicofísicas del hombre. El ojo es una máquina óptica muy compleja.

La retina retiene la imagen durante 1/10 de segundo, como si fuera el cuadro de una película. De hecho, este mecanismo ha sido aprovechado para crear el efecto de movimiento en el cine. La información visual retenida en tan corto tiempo tiene una acción directa sobre nuestra capacidad de atención.

Cuando una imagen supera el máximo de información que el cerebro puede asimilar (estimado en 4 bits/seg), se produce una especie de "stress" visual, el panorama perceptual se vuelve caótico y la lectura ordenada del paisaje se hace imposible. Por otro lado, cuando la riqueza de la imagen no alcanza un mínimo de información (alrededor de 0,4 bits/seg), la atención decae y los reflejos se embotan. De este modo podemos definir la complejidad visual como un proceso que oscila entre el desorden y la monotonía perceptual.

Se refiere a todos los aspectos visuales que afectan la complacencia de la mirada. Se produce por la minería abierta, la deforestación incontrolado, la basura, los anuncios, el tendido eléctrico enmarañado, el mal aspecto de edificios, los estilos y los colores chocantes, la proliferación de ambulantes, etc.

  




LA CONTAMINACIÓN PUBLICITARIA

Es originada por la publicidad, que ejerce presiones exteriores y distorsiona la conciencia y el comportamiento del ser humano para que adquiera determinados productos o servicios, propiciando ideologías, variaciones en la estructura socioeconómica, cambios en la cultura, la educación, las costumbres e, incluso, en los sentimientos religiosos.

La publicidad es una de las palancas que mueven el mundo.

Es gracias a ella que podemos leer el diario o ver televisión a un precio accesible, que podemos saber donde comprar aquello que nos interesa, y que podemos ofrecer al mundo nuestros productos y servicios. Sin embargo, los avisos publicitarios llegan a cansar y a irritar cuando se convierten en invasivos, lo que puede comprobarse por ejemplo en la televisión y enInternet.

En el caso de la televisión, el problema no son tanto las larguísimas tandas publicitarias, sino las trampas al televidente. Al menos en Argentina, un primer ejemplo nos lo ofrece la serie "El hombre que volvió de la muerte", donde en un momento dado se anuncia que se reanuda el programa pero enseguida aparece un breve anuncio intrusivo.



Un segundo ejemplo aparece en el canal de National Geographic: cuando termina una parte del programa que estamos viendo, aparece un trivial del tipo "¿Cuál es el ave más grande: el avestruz, el águila o el cisne?". Como anuncian también que la solución aparecerá al final de la tanda publicitaria, el curioso televidente quedará aprisionado en ella a la espera de los resultados.

Los publicitarios se llaman ostentosamente a sí mismos "creativos", pero la creatividad parece estar más al servicio de generar usuarios esclavos que usuarios satisfechos.


Pero, ¿es posible la publicidad no invasiva? Los programas publicitarios de Google parecen demostrar que se puede hacer publicidad sin incomodar al usuario.

Sus anuncios son sencillos, discretos y carecen de imágenes, y sin embargo todo indica que resultan altamente efectivos, habida cuenta de las millonarias ganancias de la empresa de Mountain View.

Otro aspecto de la publicidad inteligente de Google es su manera de administrar los espacios publicitarios. Mediante el programa AdWords usted puede publicitar su empresa en la web pagando solamente por cada clic que hacen los usuarios hacia su sitio, y mediante el programa AdSense usted puede ofrecer anuncios de otros en su sitio web, cobrando por ello. Gana el anunciante, gana el anunciador y gana el usuario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario