viernes, 26 de agosto de 2016

EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO SOBRE LA ZONA TURÍSTICA DE BÁVARO Y PUNTA CANA













  La región este de la República Dominicana se ha convertido en uno de los destinos privilegiados en todo el Caribe, donde se encuentran representadas las mejores cadenas hoteleras del mundo.

El polo Punta Cana-Bávaro surge y se consolida como destino turístico, por los esfuerzos de los inversionistas privados que, durante más de tres décadas, han promocionado el lugar y han creado las infraestructuras hoteleras para la recepción de un turismo internacional de sol y playa (PNUD 2005).

El inicio de la construcción del Hotel Barceló Bávaro en 1984, desencadenó una sucesión de inversiones de empresarios de Palma de Mallorca (España), quienes priorizarían la zona como destino turístico.

A partir de ese año, reconocidas firmas hoteleras y grandes capitales internacionales reemplazaron a los inversionistas locales que hasta 1987 eran dueños del 80% de la inversión hotelera del país.

La apertura del Aeropuerto Internacional de Punta Cana en 1985 consolidó la base para el desarrollo hotelero de la zona de Punta Cana- Bávaro.

Con la finalidad de promover y programar las iniciativas de desarrollo turístico, de conformidad con las condiciones y necesidades respectivas de cada región, la Secretaría de Estado de Turismo (SECTUR) ha identificado las áreas de mayor potencial, y las han preparado como polos turísticos.

El polo turístico de Macao-Bávaro (Decreto 479, de 1986), conocido más comúnmente como Bávaro-Punta Cana, es el que ocupa nuestro interés.

La región este de la República Dominicana se ha convertido en uno de los destinos privilegiados en todo el Caribe, donde se encuentran representadas las mejores cadenas hoteleras del mundo.

La continua expansión de la zona convirtió a este aeropuerto en el de mayor movimiento de pasajeros del país y llegó, a recibir más del 40% de los pasajeros extranjeros no residentes, durante el año 2006 (Banco Central, 2007).





Desde el punto de vista de la división político administrativa del país, la región de estudio se ubica en la provincia La Altagracia, municipio Higüey, sección El Salado, y comprende los parajes de Arena Gorda, Bávaro, Cabeza de Toro y Punta Cana.


Abarca desde Arena Gorda hasta la Marina de Punta Cana (sin incluir el actual desarrollo de Cap Cana), con cerca de 40 km de longitud de costa, y aproximadamente, 105 km² de extensión de plataforma marina hasta la isobata de 50 m.

Con una longitud aproximada de 32 km, está la llamada región de Bávaro que forma una Unidad físico-geográfica, extendida por el noreste de la República Dominicana, en la línea de costa al Océano Atlántico, desde el Morro de Macao hasta Cabo Engaño

Para la organización cartográfica espacial de los hoteles en la región de Bávaro y Punta Cana partimos del estudio de Betancourt y Herrera-Moreno (2006) sobre Evaluación de impacto ambiental que ilustra el caso de la región en su capítulo de impactos acumulativos.

Aclaramos que la organización espacial de los hoteles se dificulta, pues, como regla muchos han añadido a su nombre la localidad “Punta Cana”, incluso a sus direcciones postales, evidentemente en un gesto de promoción turística por el significado que ha adquirido Punta Cana en el mercado internacional.

División del espacio geográfico de Macao a Punta Cana para la organización de las instalaciones turísticas. Se indican las coordenadas UTM, inicial y final, y la distancia estimada de la línea de costa entre puntos.

El Banco Central de la República Dominicana ofrece permanentemente estadísticas relacionadas con el turismo en su sitio web (Banco Central, 2007).

Los datos incluyen indicadores del flujo turístico como la llegada y la salida, vía aérea, según residencia, nacionalidad, características (sexo, alojamiento, edad, motivo del viaje y documentos), tipo de vuelo (regulares o charters), y aeropuertos (Cibao, Las Américas, Puerto Plata, La Romana, La Isabela y Punta Cana), la llegada, vía marítima (por Puertos de Santo Domingo, Puerto Plata, La Romana, Samaná, Manzanillo y Barahona); los gastos (en dólares), y estadas (noches) para extranjeros y dominicanos; las tasas de ocupación, por zonas, en porcentajes; los ingresos fiscales de la actividad turística, y datos generales de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES)l, en términos de habitaciones hoteleras (unidades), tasa de ocupación hotelera (%), ingresos por turismo (millones de dólares), y empleos generados, por la actividad (totales, directos e indirectos).

En términos de instalaciones, la información más completa proviene de la base de datos del departamento de Estadísticas, de la Secretaría de Estado de Turismo, que nos ofrecieron la lista completa, de los hoteles desde Uvero Alto a Punta Cana.




Para los datos de eventos meteorológicos extremos. Se empleó el Sistema de Información Geográfica, en línea de la NOAA Coastal Services Center (NOAA, 2007), para obtener datos primarios y mapas de los eventos meteorológicos extremos que han pasado entre 10, 25 y 50 millas náuticas o menos de tres puntos seleccionados de la región de interés: Bávaro (Coordenadas 18.662494 y -68.391175), Cabo Engaño (Coordenadas 18.662494 y -68.391175) y Punta Cana (Coordenadas 18.512611 y -68.37138056) en un período de 155 años, desde 1851 a 2005.


En el caso de los datos del ambiente físico-natural y socioeconómico, se empleó el Sistema de Información Geográfica en línea del ReefBase (2007), que brinda información sobre las formaciones coralinas de la región, la cual fue complementada con la fotointerpretación de las imágenes aéreas. El contorno de cada hotel, obtenido mediante digitalización; en la foto aérea fue superpuesto al mapa de ecosistemas para estimar aproximadamente la superficie de manglar, intervenida por cada hotel.

AMBIENTE SOCIOECONÓMICO

La información disponible sobre el ambiente socioeconómico de Bávaro y Punta Cana resulta de gran utilidad a los efectos de la información disponible sobre el ambiente socioeconómico de Bávaro y Punta Cana que puede ser relevante a los efectos de un futuro análisis del impacto del cambio climático sobre el turismo de la región.

Se ha priorizado información económica, social y demográfica demostrativa de los efectos positivos del turismo, de manera que ésta pueda servir de base a los modelos futuros para valorar la influencia que diferentes escenarios climáticos tendrán sobre los alcances del desarrollo turístico regionalComo punto de partida para el análisis de la situación turística regional, debemos enfocarnos hacia la infraestructura.

La región de Bávaro a Punta Cana en el transcurso de unas tres décadas, ha pasado de ser un área, prácticamente despoblada, a tener una cobertura casi total de su zona costera, por villas, hoteles sencillos, grandes complejos hoteleros u otras instalaciones asociadas.

Bajo la denominación de hoteles de Higüey, la base de datos de la Secretaría de Estado Turismo (SECTUR) hasta el 2006 agrupa unos sesenta hoteles de Higüey: Verón, Uvero Alto, Macao, Arena Gorda, El Cortecito, Bávaro, Cabeza de Toro y Punta Cana. De éstos, existen unos 37 hoteles o complejos hoteleros entre Arena Gorda y Punta Cana, que pueden considerarse de mayor importancia, por su categoría, número de habitaciones, flujo de turistas y empleos que generan.

Dichos hoteles se encuentran ubicados junto a la línea de costa, por lo que resultan los más relevantes a los efectos de un análisis posterior del impacto del cambio climático (Fig.453.7.5 Número de habitaciones y número de turistas Como es de esperar, existe una clara relación entre la construcción de nuevos hoteles y el número de habitaciones en la región de Bávaro y Punta Cana. 


Como puede verse en el gráfico acumulativo de la Figura 46, desde inicios de los 80 donde, prácticamente, solo existía el Club Med de Punta Cana, con unas 519 habitaciones, actualmente unos 37 hoteles ya ofrecen 21,853 habitaciones y las construcciones continúanHasta el momento, no hemos hallado ninguna estadística nacional acerca del número de turistas que llega por polos turísticos, que nos permitan conocer la variación interanual del flujo de turistas en la región de Bávaro y Punta Cana, en particular.


Las estadísticas del Banco Central de la República Dominicana, que son las más accesibles y actualizadas, ofrecen cifras de número de turistas para todo el país, y subdivididas por aeropuertos.


En ausencia de otro tipo de información más directa, asumimos que el número de turistas que ingresan al país, por el Aeropuerto de Punta Cana, debe ser un indicador razonable del flujo de turistas hacia destinos de Bávaro o Punta Cana. Los datos del número de turistas, total y por meses, que arriban por el Aeropuerto de Punta Cana (Cuadro No. 44 y Figura 47) muestra el incremento sostenido de pasajeros, durante la última década, para una cifra global actual cercana a un 1,600.000


Del conjunto, los turistas de Estados Unidos, Europa y Centroamérica y el Caribe que llegan a Bávaro y Punta Cana suman entre un 98 a un 99%; mientras que los de América del Sur, Asia y otras partes del mundo suman apenas un 2%

Por eso, los tres primeros grupos son los que se han seleccionado para el análisis de las tendencias de ocupación por nacionales y se muestran en la gráfica de las figuras 47 y 483.7.6 Aportes económicos directos


INGRESOS, POR SERVICIOS HOTELEROS

Existe un impacto directo del turismo, en términos de ingresos, para los complejos hoteleros como representantes de las megaempresas turísticas.

Recordemos que la oferta hotelera de Bávaro a Punta Cana es del tipo todo incluido, donde el turista tiene cobertura de alojamiento, alimentación y bebidas dentro del hotel, durante todo el período de su estancia, donde además, se realizan actividades deportivas y de recreación. Este producto está orientado al turismo de masa, procurando una alta ocupación hotelera.

Esta modalidad de turismo concentra los beneficios en los hoteles y en los tour-operadores, en la medida en que el turista no tiene que salir de las instalaciones hoteleras para consumir alimentos y bebidas, y cuenta con un programa de entretenimiento que se desarrolla diariamente (Ortiz, 2005). 3.7.6.2 Aportes económicos indirectos

El turismo en República Dominicana ha brindado un aporte fundamental a la economía nacional, en diversos órdenes (PNUD, 2005).

La actividad turística de la región de Bávaro y Punta Cana ha generado en su entorno –que en este reporte acotaremos, por razones prácticas, a la provincia La Altagracia- cambios en diversos órdenes de la vida social económica, positivos y negativosLos impactos indirectos asociados al desarrollo del turismo conciernen a los aportes, por ingresos fiscales, generación de empleos, desarrollo de las microempresas e incremento de las relaciones comerciales con otros sectores productivos, como la agricultura, energético, construcción e industria química, de los cuales el turismo demanda productos y servicios, como analizaremos seguidamente.

Aportes por ingresos fiscales

Aunque PNUD (2005) reconoce que el aporte del turismo a los ingresos fiscales es muy limitado, si se considera el tamaño del sector en la economía dominicana, aun así, existe un aporte que debe ser considerado, en un futuro, modelo económico. Los impuestos que paga la industria turística de la República Dominicana son los siguientes:
a) tarjeta de turismo, a razón de US$10.00 por turista extranjero, con pocas excepciones;

b) impuesto de salida de US$20.00, por pasajero al salir;

c) impuesto a la transferencia de bienes y servicios (ITBIS) del 16% del valor añadido; y

 e) impuesto sobre la renta corporativo, equivalente a un 25% de las ganancias. 3.7.6.4 Generación de empleos directos e indirectos
Cuando se habla de impactos positivos del turismo, el primer elemento que surge es la oferta de empleo.




De modo general, es cierto que el turismo es uno de los principales generadores de empleos, tanto de forma directa como indirecta.

En el caso de la región de Bávaro y Punta Cana, existe una clara relación entre el desarrollo de nuevas infraestructuras, en términos de número de hoteles y habitaciones.

Actualmente, el número de empleados directos, por el turismo en la región de Bávaro y Punta Cana alcanza unas 19,422 personas.

Existen pequeños hoteles de 75 habitaciones como el Cortecito Inn, que dan empleo sólo a 48 personas; pero hoteles, como la Bahía Príncipe, de hasta 1,680 habitaciones, ofrecen empleo a 1,700 personas3.7.7 Red de relaciones económicas y de infraestructura

El desarrollo del turismo en Bávaro y Punta Cana ha llevado aparejado la creación de una red de relaciones con varios sectores productivos, no solo de la región, sino también del país, lo cual constituye otro de los impactos económicos indirectos.

Por ejemplo, se estima en que cerca del 40% de los productos agrícolas consumidos por los turistas que visitan la región de Bávaro y Punta Cana tienen un origen importado.

El restante 60% se ha venido produciendo en Constanza, San José de Ocoa, Cotuí y otros lugares, es decir, zonas a más de 300 km de la región, lo cual implica un beneficio económico para los agricultores nacionales.

Los mayores encadenamientos están relacionados con otros sectores, entre los que se incluyen: la construcción, la industria química y la energética, entre otros... 3.7.8.1 Manglar de cuenca En la región de Bávaro, desde aproximadamente el Morro de Macao hasta un poco más allá de Cabeza de Toro, se ha desarrollado históricamente un bosque de manglar de cuenca en forma de una franja estrecha, longitudinal, paralela a la costa, que se ensancha hacia la Laguna de Bávaro, con un área total aproximada de 21.38 km².

La distribución general de los ecosistemas costeros y marinos de uso turístico de la región de Bávaro y Punta Cana. La distribución del manglar corresponde a su situación original, no a la actual3.7.8.2 Costas arenosas y rocosas La región de Bávaro y Punta Cana, desde el Morro de Macao hasta Punta Bobadilla tiene unos 49.27 km de longitud de costa, de la cual unos 13.04 km corresponden a costa rocosa abrasiva, y unos 36.23 km a costa acumulativa de arena.


Praderas de pastos marinos y arrecifes coralinos
Las praderas de pastos marinos se presentan cercanas a la orilla, alternadas en parches con el sustrato rocoso y arenoso, formando parte de la laguna arrecifal.
La especie dominante es la hierba tortuga Thalassia testudinum, aunque para la región se han reportado otras fanerógamas.

Estos ecosistemas juegan un papel esencial en la productividad del área y contribuyen además a consolidar el sustrato particulado en una zona de elevado hidrodinamismo.

Dentro de los ecosistemas marinos, los arrecifes coralinos constituyen uno de los más relevantes de la región de Bávaro, formando una unidad ecológica que se extiende prácticamente por toda la costa noreste de la provincia La Altagracia en forma de una franja arrecifal ininterrumpida (Geraldes, 1994), que en nuestro caso de estudio la consideraremos extendida entre Macao y Palo Bonito.

La región exhibe el desarrollo arrecifal más extenso de la Isla, con cerca de unos 30 km de longitud y con una formación de tipo barrera.


LAGUNA COSTERA DE BÁVARO

Con una superficie de espejo de agua de 2.9 km², la Laguna de Bávaro es un ecosistema costero rodeado de 4.1 km² de manglares y con una extensa zona de humedales (5.8 km²) que se extienden hacia el oeste y sur de este cuerpo de agua; mientras que al Norte y hacia el Este limita con el Océano Atlántico, el poblado de Cabeza de Toro y su vía de acceso.

Es considerada una de las áreas protegidas más valiosas de la República Dominicana, pues sustenta importantes valores de biodiversidad, donde se destaca la avifauna residente y migratoria y especies endémicas de peces como el Ciprinodon higüey (Martínez, 2000).

BIOTA MARINA

La flora y la fauna marina de la región cuentan con alguna información biológica con trabajos sobre macroalgas, esponjas, octocoralios, corales escleractíneos, hidrocorales, moluscos y peces (Almodóvar y Álvarez, 1978; Díaz y Bonnelly, 1978; Terrero 1981; y 1982; Geraldes, 1994. La presencia de importantes y extensos ecosistemas costeros y marinos en la región de Bávaro a Punta Cana contribuye al desarrollo de una biota diversa, de la cual resulta de especial interés la fauna coralina (anémonas, hidrocorales, corales pétreos y octocoralios), tanto por su valor para el buceo contemplativo turístico, como por constituir la base de los arrecifes coralinos, cuya vulnerabilidad extrema a los cambios bruscos de la temperatura confiere especial importancia para los análisis del impacto del cambio climático.


METODOLOGÍAS

Durante el desarrollo del estudio, se uso información de varias fuentes, desde cartográfica hasta estadísticas y estudios de investigación de la zona costera.

Desde el punto de vista de la división político administrativa del país, la región de estudio se ubica en la provincia La Altagracia, municipio Higüey, sección El Salado, y comprende los parajes de Arena Gorda, Bávaro, Cabeza de Toro y Punta Cana. Abarca desde Arena Gorda hasta la marina de Punta Cana (sin incluir el actual desarrollo de Cap Cana), con cerca de 40 km de longitud de costa y aproximadamente 105 km² de extensión de plataforma marina hasta la isobata de 50 m.

Construcción de escenarios climáticos
Los escenarios climáticos que se manejan en el presente reporte provienen de Limia (2007), quien ofrece todos los detalles de su construcción.


Para dar continuidad a los escenarios creados para República Dominicana en sus estudios de impactos para la Primera comunicación nacional (SEMARENA, 2004), Limia (2007) consideró para la zona de Punta Cana la utilización de los modelos de circulación general, acoplados a modelos oceánicos (AOGCM), y para lograr un mayor nivel de detalle incorporó un modelo atmosférico regional.
La selección del modelo de circulación general acoplado océano-atmósfera se realizó utilizando el paquete de programas MAGICC/SCENGEN Versión 4.1 y SCENGEN (Wigley et al., 2002). El modelo atmosférico regional utilizado es PRECIS (Providing Regional Climates for Impacts Studies) (Jones et. al., 2003).

Evaluación de los impactos

Para la evaluación de los impactos del cambio climático sobre el turismo de Bávaro y Punta Cana, se revisaron todos los documentos generados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) durante la primera conferencia internacional sobre Cambio Climático y Turismo, celebrada en abril de 2003 en Djerba (Túnez), cuya Declaración de Djerba sobre Turismo y Cambio Climático (OMT, 2003) ofrece una referencia básica y un marco para la acción.

Como parte del análisis del impacto del cambio climático sobre la industria turística, se consideraron aquellos impactos humanos actuales relacionados con el desarrollo de la propia industria, que al presente están tornando más vulnerable el ambiente y creando las bases para que los impactos del calentamiento global sean aún más desfavorables, muchos de ellos resumidos por PNUD (2005).



Ascenso del nivel del mar

Los escenarios de emisiones SRES A2 e IS92A seleccionados para la región de Bávaro y Punta Cana, los valores de incrementos del nivel del mar varían, -según la sensibilidad climática que se asuma- entre 1.6 a 14.5 cm para el primer escenario, y entre 1.7 a 25.9 cm en el segundo, respectivamente (Cuadro No. 46). 3.7.10.5 Impactos biogeofísicos
Los impactos esperados sobre algunos factores biogeofísicos claves relacionados con el desarrollo turístico de Bávaro y Punta Cana: el propio incremento del CO2 atmosférico, el ascenso en el nivel del mar, el incremento de la temperatura, los cambios en el patrón de precipitaciones, el incremento de eventos meteorológicos extremos, arrecifes coralinos, playas arenosas, manglares y representantes claves de la biota costera y marina, de acuerdo con los escenarios, previamente discutidos y establecidos.

 Se asume de manera general que cualquiera de los efectos discutidos, ya está ocurriendo o pueden ocurrir en la región estudiada.

Los impactos que se han de tratar comprenden, según la matriz: Se considera que un incremento del CO2 atmosférico tenga un efecto en la reducción del potencial de calcificación de los corales.

Al presente, el océano absorbe un tercio del CO2 antropogénicos, lo cual cambia de manera significativa las características químicas del agua de mar, particularmente el Ph y las concentraciones de los iones carbonato y bicarbonato, afectando la habilidad de los organismos arrecifales para calcificarse (Houghton et al., 2001).

Muchos organismos marinos, entre ellos los corales y las algas calcáreas, utilizan los iones calcio (Ca2+) y de carbonato (CO3 2–) del agua para secretar el CaCO3 de sus esqueletos.

La reducción de estos iones puede afectar la tasa de deposición del esqueleto, más aún en el caso del carbonato, menos abundante que el calcio y que parece jugar un papel clave en el proceso de calcificación (Langdon, 2003).

Los arrecifes coralinos también estarán afectados por el ascenso del nivel del mar; pero se plantea que, como un todo no debe tener un impacto demasiado severo por este concepto, asumiendo que el crecimiento individual de los corales y del arrecife es como promedio superior al de la tasa de incremento del nivel de mar.

A nivel individual, hay corales como Acropora cervicornis con crecimientos reportados de 100 mm/año en Florida (Shinn, 1976), y 264 mm/año en Jamaica (Lewis et al., 1968) o Acropora palmata con 99 mm/año en Islas Vírgenes (Gladfelter et al., 1978). Esta última especie es un representante abundante de los arrecifes de Bávaro y Punta Cana, donde crece en condiciones saludables (Brandt et al., 2003) en áreas no accesibles al buceo turístico.

Todos estos valores de crecimiento coralino están por encima de las tasas de incremento del nivel del mar de 1.24 a 2.27 mm/año reportadas para Cuba, Puerto Rico y Florida (Hernández y Díaz, 2003; NOAA, 2007), la estimada por modelos para República Dominicana (Limia, 2007), y las últimas cifras del incremento global promedio del mar de 1.8 mm/año (entre 1.3 a 2.3 mm/año) desde 1961 a 2003, y 3.1 mm/año (entre 2.4 a 3.8 mm/año) desde 1993 a 2003, reportadas por el Panel IPCC (UNEP, 2007).

Por eso, se considera que los arrecifes tendrán la habilidad de adaptarse al ascenso proyectado del nivel del mar (Smith y Buddemeier, 1992), situación extensible a los arrecifes de la zona turística de Bávaro y Punta Cana. Por lo tanto, el ascenso del nivel del mar habría igualmente que valorarlo en relación con el tipo de arrecife, la zona ecológica que se trate, la profundidad, la geomorfología costera y su estado ecológico.


Sin embargo, en el caso de los corales, más preocupante que los impactos anteriores es el incremento de la temperatura, pues de los factores físicoquímicos que determinan el desarrollo y la distribución de los arrecifes coralinos, el más importante es la temperatura.
Los incrementos en la temperatura del agua, vinculados al calentamiento global, pueden causar un masivo blanqueamiento de corales. Este fenómeno ocurre cuando los pólipos del coral, estresados por el calor o por radiación ultravioleta, expulsan el alga simbiótica que vive en los tejidos del coral.

El incremento en la precipitaciones tiene el efecto de que reduce la salinidad e incrementa la descarga de sedimentos y deposición cerca de la desembocadura de los ríos, a veces con alta mortalidad de los arrecifes circundantes (Buddemeier et al., 2004). Sin embargo, en el caso de Bávaro y Punta Cana no tenemos cursos de agua superficiales de importancia que influyan sobre el arrecife.

Finalmente, se considera que con el incremento de eventos meteorológicos extremos se espera una mayor mortalidad de corales, a medida que las tormentas y ciclones se tornen más frecuentes e intensos. Quizás la tasa de crecimiento de los arrecifes de coral no pueda ser suficiente como para contrarrestar el efecto de estos eventos destructivos, por lo que el saldo neto podría ser un daño físico importante a los arrecifes de coral.

Para la región de Bávaro y Punta Cana no existe ningún pronóstico en tal sentido, aunque de ocurrir incrementos sí sería un impacto considerable ya que esta zona del país es la puerta de entrada de ciclones y huracanes.

Valorar los impactos de los eventos extremos en las playas de Bávaro y Punta Cana resulta al presente una tarea difícil, pues no se cuenta con planos adecuados de la topografía costera; y la cartografía existente en el país, con costas de altura superiores a 1 m, no permiten la evaluación cartográfica del ascenso del nivel del mar de una forma precisa; de manera que puedan delinearse las áreas inundables y calcular, con cierta exactitud, las superficies perdidas. Por otra parte, los estudios seriados de perfil de playa, uno de los métodos para evaluar los cambios en la costa, son prácticamente inexistentes.

Con un mayor nivel del mar, en conjunción con los cambios que se esperan en la frecuencia e intensidad de los eventos meteorológicos extremos y el cambio en el patrón de olas, el incremento del riesgo de inundaciones es un hecho cierto. Las implicaciones de la inundación de la zona costera dependerán de la extensión afectada, la periodicidad del impacto y, sobre todo, de las características del terreno inundado.

El impacto de las inundaciones será especialmente severo en las playas arenosas, durante las tormentas, tanto por la elevación del nivel del mar, como por el aumento de precipitaciones (Maul, 1989).

A lo largo de la costa de Bávaro, se observa un frente de playa con su estructura típica, desde la orilla hasta duna con su vegetación costera trasera; pero detrás de esta playa configurada ha existido siempre una zona de acumulación de arena, considerada una importante reserva.

Producto de las construcciones hoteleras, esta zona de reserva se ha ido perdiendo, la arena fue tomada para construcciones, y los suelos fueron impermeabilizados con caminos, carreteras y edificios.

Al presente, en el sector de Macao a Punta Los Nidos tenemos una extensión de playa de 20123.23 m, de la cual más del 50% está ocupada por instalaciones hotelerasQuiere esto decir que con el ascenso del nivel del mar solo la mitad de este sector de playa libre de construcciones sería capaz de reconfigurarse al retroceder la costa; mientras que en el sector restante llegaría un punto en el cual el agua en ascenso encontraría estructuras rígidas y no tendría la posibilidad de recuperarse.

En un segundo enfoque de análisis, tomamos solamente la Playa de Cabeza de Toro, por ser el único sector para el cual hallamos información de perfiles de playa que estiman una pendiente promedio de 5º (USAID, 2005), y calculamos la pérdida de costa por entrada del mar para los escenarios SRES2, Limia (2007) (Cuadro No 52), considerando que la amplitud de marea en la costa atlántica dominicana es de unos 90 cm (Marcano, 2006).

Sobre la base de estos criterios se estima que el mar podría penetrar en condiciones normales, por efecto de la marea, entre 5.3 a 5.8 m para el 2010, hasta 6.3 m, para el 2020, y hasta 6.8 para el 2030 (Fig 58.). Considerando el máximo ascenso de 6.8 m, y multiplicando este espacio cubierto por la pleamar por los 6075 m de línea de costa de la Playa de Cabeza de Toro tendríamos un área cubierta bajo el agua, para el 2030, de 41310 m². Por otra parte, se han3.7.10.6 Impactos socioeconómicos

Como punto de partida, para el análisis de impactos socioeconómicos al turismo regional, debemos enfocarnos hacia la infraestructura que la sustenta. La región de Bávaro a Punta Cana, en el transcurso de unas tres décadas, ha pasado de ser un área prácticamente despoblada a tener una cobertura de unos 37 hoteles o complejos hoteleros entre Arena Gorda y Punta Cana24 que ofrecen 21,853 habitaciones.

Todas estas infraestructuras constituyen una importantísima inversión cuyo valor bastaría por sí mismo, para brindar un elemento de juicio acerca del impacto económico que tendría su pérdida, parcial o total, por los efectos del cambio climático (Cuadro No. 53).
Por su cercanía al borde costero, estas infraestructuras están amenazadas por el ascenso del nivel del mar que podría ocasionar pérdidas de infraestructuras por sumersión, especialmente aquellas ubicadas más cerca de la costa como las edificaciones ligeras de las concesionarias de buceo, las áreas de sombrillas y lechos de sol o espigones para las actividades náuticas.


En términos de daños económicos a la infraestructura turística, el incremento de eventos meteorológicos severos es, sin dudas, una amenaza permanente que ya se ha hecho sentir en la actualidad. La CEPAL, en el 2004, cuantificó los daños causados por el Huracán Jeanne, y pueden servir de ejemplo de cuanto puede significar el paso de un evento de esta naturaleza sobre la economía turística, en términos de daños a infraestructura.

Se reportaron daños en la infraestructura del aeropuerto de Punta Cana y varias de sus instalaciones y equipos de ayuda a la aeronavegación, con daños directos de 15 millones de pesos, e indirectos, por 211 millones de pesos dominicanos.


Finalmente, en el caso de las infraestructuras turísticas, se considera que el incremento de la temperatura implicará un gasto adicional, por concepto de equipos de climatización necesarios para satisfacer a un turismo que viene de altas latitudes y más aún en condiciones de una temperatura creciente.

a)   Número de turistas: Las posibles pérdidas, el aumento o reducción del número de turistas que llega a la región de Bávaro y Punta Cana devienen en un indicador clave de la situación económica del turismo regional, pues los mismos constituyen la puerta de entrada del ingreso económico a la región. El número de turistas total y por meses que arriban por el Aeropuerto de Punta Cana muestra el incremento sostenido de pasajeros, durante la última década, para una cifra global actual cercana a un 1,600,000 (Banco Central, 2007), representativa de un 40% del turismo nacional.

Se espera que, por los efectos el cambio climático, especialmente el incremento de la temperatura, tengan un efecto negativo sobre el turismo, y se reduzca el número de turistas en los diferentes destinos, bien sea porque las temperaturas en sus lugares de destino, originalmente más frías, se han elevado o porque los destinos turísticos tradicionales donde el aumento de la temperatura incrementa el riesgo de insolación o quemaduras severas, reduce el tiempo de actividades al aire libre, o ha dañado los ecosistemas tropicales que atraen al visitante.
Sin embargo, al presente, en la región de Bávaro y Punta Cana no existe ninguna tendencia de disminución del número de turistas.

El incremento de eventos meteorológicos extremos tendrá también una influencia notable en el número de turistas, bien sea por sus desplazamientos ante la llegada de tormentas inesperadas o por el temor de los propios turistas de venir en un periodo ciclónico, con alto número de eventos catastróficos. b) Los patrones de ocupación: El incremento de la temperatura se asume que tendrá una influencia notable en los patrones de ocupación ya que los mismos están regidos por la estacionalidad térmica.

Por la estrecha relación que tiene el factor climático, especialmente la marcha anual de la temperatura, con la llegada de los turistas, pues estos vienen en busca de condiciones climáticas favorables, en relación con las que tienen en su lugar de origen el incremento de la temperatura, debe tener una influencia marcada en el patrón de ocupación. Resulta prematuro generar conclusiones al respecto, pues estos cambios dependerán tanto de las variaciones de la temperatura en el destino turístico y en la región de origen; pero ya se postula en el Modelo de Hamilton et al. (2005). que el turismo continuará creciendo en el mediano y largo plazos; pero el cambio climático provocará un desvío de los destinos turísticos hacia altas latitudes y altitudes, donde el turismo clásico europeo, amante del sol y la playa, permanecerá más cerca de sus sitios de origen.

El incremento en la intensidad y frecuencia de eventos meteorológicos extremos, también puede tener una influencia negativa en los patrones de ocupación ya que su ocurrencia tiene también un carácter estacional.

Uso del agua: El agua es un recurso clave para el desarrollo de cualquier actividad humana, y para el sector turístico tiene una gran demanda, pero la oferta de agua se podría ver reducida, como consecuencia de un cambio del régimen de precipitación que pronostica una reducción de las lluvias, unido a los procesos de salinización de las cuencas por el ascenso del nivel del mar; son impactos del cambio climático, que se harán sentir en zona turística de Bávaro y Punta Cana.

Esto es particularmente importante, pues el Banco Mundial (2004) presenta el caso de la zona Bávaro y Punta Cana, como ejemplo de cómo las políticas turísticas actuales están dirigidas, primordialmente, a captar a más turistas, sin tomar en cuenta la capacidad de carga de la base de recursos naturales existentes.

d) Uso de la playa arenosa: De todos los posibles impactos del cambio de clima que afectan el turismo, ninguno es considerado más importante que la erosión de las playas, producto del ascenso del nivel del mar, por cuanto estas constituyen la principal imagen del turismo tropical.
Desde el punto de vista socioeconómico, la pérdida de la playa puede enfocarse como pérdida de espacio recreativo para los turistas.

Ya hemos puntualizado que valorar la pérdida espacial en las playas de Bávaro y Punta Cana resulta, al momento, una tarea difícil, pues no se cuentan con los estudios y los medios necesarios; pero en el caso de la Playa Cabeza de Toro que explicamos en el capítulo anterior donde se estimó que, considerando el máximo ascenso de 6.8 m (Limia 2007), tendríamos un penetración de unos 5 m con un área cubierta bajo el agua de 41,310 m², para el año 2030, equivalente a un 29% de la playa actual que tiene 142,877 m².

El análisis de la capacidad de carga de la playa, expresada en superficie de playa (m²), disponible para turistas, deviene en un parámetro importante, a los efectos de evaluar el impacto futuro del cambio climático sobre el turismo regional, por un ascenso del nivel del mar con su consecuente pérdida de superficie de playa y, por tanto, de espacio de esparcimiento.


Medidas de rectificación y adaptación

La adaptación al cambio climático se ha concebido de dos maneras:

a) interviniendo sobre las causas, mitigación de las emisiones;

b)   interviniendo sobre las consecuencias, que es la adaptación propiamente dicha.

A estas dos deberíamos añadir medidas de rectificación para calificar aquéllas, encaminadas a rectificar impactos actuales no atribuibles al cambio climático, sino a otras acciones humanas.

El primer paso para proteger y adaptar la región de Bávaro y Punta Cana es comprender la necesidad de investigación y monitoreo permanente de la situación regional ante el cambio climático, en un esfuerzo coordinado, regionalmente, y financiado por las empresas turísticas y sus concesionarias de buceo, para dar seguimiento a las evidencias sutiles o concretas de este cambio, y, ante todo, resolver serios impactos actuales que, o bien ya son más catastróficos que los cambios que se avecinan y/o están comprometiendo la salud ambiental de la región, para hacer frente a un clima cambiante.

El éxito en la implementación y adopción de un plan de acción, como el propuesto en el presente reporte, y de las medidas de rectificación y adaptación, recomendadas en el mismo está fuertemente relacionado con el nivel de percepción del público, en general, el sector privado y las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales pertinentes, sobre los problemas del cambio climático, sus potenciales impactos, los beneficios de las medidas de adaptación y el papel respectivo de cada actor, para asistir en la implementación del plan.

Manejo del agua
Realizar una reevaluación de las reservas de agua en los acuíferos regionales y de los procesos de salinización de las cuencas, por el ascenso del nivel del mar, a fin de lograr un panorama actual sobre datos reales que permitan conocer la situación de las reservas de agua, en términos de cantidad y calidad, y tomar medidas realistas, tanto al presente, como proyectar medidas de adaptación convenientes.


Protección a los arrecifes coralinos

Realizar un estudio ecológico y paisajístico integral de los actuales sitios de buceo, con snorkel y scuba, a fin de establecer la situación real de los arrecifes sobre bases cuantitativas y promover su uso sostenible.

Este estudio debe contemplar de manera especial; a) la luz de los impactos del cambio climático, la relación de las coberturas coralinas y de algas; b) los fenómenos de blanqueamiento y/o enfermedades; y c) la composición cualitativa y cuantitativa de las comunidades coralinas y otros representantes sésiles como octocoralios y esponjas.

El estudio debe arrojar sitios permanentes de monitoreo que estén enlazados con arrecifes similares en la región del Atlántico y el Caribe, como por ejemplo, siguiendo el modelo de CARICOM.

Protección y Rehabilitación de los Manglares
Realizar un estudio minucioso de la actual situación y ubicación de las infraestructuras hoteleras en relación con el manglar de cuenca con dos propósitos básicos.

Primero, conocer la situación ecológica del manglar en términos de déficit de agua por enclaustramiento y/o problemas de contaminación por vertimiento de aguas negras, a fin de tomar las medidas que correspondan.

En segundo lugar, detectar dónde se encuentran los puntos que ocasionan retención de agua o desvíos del curso natural del drenaje, provocando problemas comprobados de inundaciones ante eventos meteorológicos extremos, a fin de realizar los arreglos correspondientes.

Realizar paralelamente un estudio ecológico e hidrológico integral del manglar, a todo lo largo de su área de distribución en Bávaro y Punta Cana, con el fin de valorar y proponer nuevas alternativas para mejorar sus condiciones ecológicas y restablecer el flujo transversal de agua.


Conservación de las playas

Realizar un estudio integral –geomorfológico, sedimentológico y oceanográfico de la situación de todas las playas de Bávaro a Punta Cana para determinar sus características ambientales de línea-base, como punto de partida de un monitoreo permanente que permita continuar el uso de la playa, garantizando su preservación, sobre la base de sus condiciones naturales particulares ante el ascenso del nivel del mar por el cambio climático3

Protección a la biota costera y marina

Establecer las coordinaciones necesarias para impedir el comercio de especies de la flora y la fauna arrecifal, tanto mediante acciones directas con las autoridades de turismo como con la adopción de medidas de educación ambiental a nivel de los turistas, donde se les informe que la compra de estas especies constituye un violación de las leyes nacionales e internacionales, que debilita la integridad de los ecosistemas ante los impactos del cambio climático.

Eventos extremos

Cuando se estudia la climatología de la región atlántica y caribeña se advierte que la República Dominicana se encuentra sobre una de las trayectorias preferidas de los ciclones tropicales de la cuenca del Atlántico, de modo que está amenazada anualmente por tormentas tropicales y huracanes.

En particular, la posición geográfica de la provincia La Altagracia en el extremo Este del país la ubica en un sitio estratégico ante la entrada de los huracanes y ciclones y dentro de ella nuestra región de estudio de Bávaro a Punta Cana expone directamente más de 45 km de costa a la dirección principal de entrada de estos fenómenos.

Si asumimos, además, los pronósticos asociados al cambio climático, donde se esperan incrementos en la frecuencia e intensidad de los eventos meteorológicos, actuando sobre un mayor nivel del mar, se torna relevante considerar la influencia de los ciclones y huracanes en vistas a una futura evaluación de los impactos del cambio climático sobre el turismo regional.

Se reconoce que el cambio climático tendrá un impacto serio en la industria turística a nivel global, pero especialmente en las pequeñas islas (Jones, 2003), lo cual pone en riesgo los aportes sociales y económicos de este sector. En el caso de la República Dominicana, esta realidad es especialmente relevante en polos turísticos importantes como la región de Bávaro y Punta Cana, Polo Turístico que se ha convertido en uno de los destinos privilegiados en todo el Caribe, donde se encuentran representadas las mejores cadenas hoteleras del mundo.

Por ser el clima uno de los factores más relevantes en la selección de un destino por parte de los turistas (Bigano et al., 2006).

Los impactos directos del cambio climático desencadenarán impactos indirectos, secundarios y terciarios, relacionados entre sí, de lo cual comentaremos un ejemplo sólo para ofrecer una idea de la complejidad de las relaciones y el alcance de sus efectos negativos.

La acidificación del océano limitará el crecimiento coralino por su relación con la producción de carbonato de calcio, pero el incremento de la temperatura promoverá fenómenos de blanqueamiento en las colonias coralinas; mientras que la mayor frecuencia de huracanes y ciclones será responsable de una mayor destrucción de este ecosistema, más aún debilitado por impactos previos que han alterado su tasa de crecimiento y la robustez de sus esqueletos.

Regulaciones y cambio climático

Incorporar la temática del cambio climático en la Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales( 64-00) como un apéndice necesario que regule la protección de los recursos costeros y marinos con un enfoque científico de los potenciales cambios futuros y sus evidencias actuales.

Reforzar todo el marco regulatorio nacional en aquellos aspectos que conciernan a la protección de los recursos costeros y marinos ante los impactos del cambio climático, considerando que las amenazas a dichos recursos ponen en serio riesgo al país ante los futuros cambios del clima, por lo que constituye un delito ambiental de mayor magnitud.

Proponer a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales que la creación de Centros de Buceo debe llevar un estudio de impacto ambiental con su correspondiente Plan de Manejo y Adecuación Ambiental



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