jueves, 2 de junio de 2016

ALIMENTOS PARA LA LONGEVIDAD











Canela – La canela ha sido una especia de sabor y medicina durante miles de años y se caracteriza por ser rica en fibra, manganeso y calcio. Puede resultar apta para tratamientos a personas que sufren de diabetes. Asimismo, ayuda en la prevención del cáncer y detener la artritis.

Ajo – Ayuda a prevenir el cáncer. Asimismo te permite desintoxicar el cuerpo y es usado para tratamientos para dolor de muelas o tos. Puedes incorporarlo a tu consumo diario agregando una pizca para condimentar alimentos como carne asada, ensaladas, etc, realzando su sabor.

El aceite de oliva
 – El aceite de oliva es uno de los alimentos más recomendados para vivir más años. Es rico en grasas y posee propiedades capaces de mantener nuestro corazón y nuestro cerebro en condiciones saludables. A la vez, previene el deterioro cognitivo y el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

Miel – La miel de abejas es también fundamental para alcanzar la longevidad, posee muchas propiedades que lo incluyen entre uno de los productos predilectos para mejorar las condiciones de salud por los beneficios que aporta, entre las que se cuentan: propiedades antibacterianas, antifúngicas, antisépticas y antioxidantes.

Chocolate – Es recomendable comer chocolate, pero el autentico ‘cacao’, derivado del árbol Theobroma cacao. Sin embargo, deben evitarse productos similares al chocolate o que resultan de su adulteración (ejemplo, chocolate hidrogenado). El chocolate real es un alimento exquisito pero a la vez muy saludable. Posee flavonoides (derivados de plantas), llenas de antioxidantes, sustancias antiinflamatorias e ingredientes que resultan en aportar un importante valor energético a nuestro cuerpo a la vez de resultar muy propicios para nuestra salud.

Lógicamente, la buena alimentación es fundamental para vivir largos años pero no es el único factor, sino que debe estar acompañada de un estilo de vida apropiado que considere una serie de otros hábitos igualmente beneficiosos como: hacer ejercicio físico regularmente, consumir bajos niveles de sal en alimentos, comer bien pero no en exceso, incorporar altos niveles de vitamina E (que aporta beneficios al cerebro), tomar té (en especial el té verde por sus increíbles beneficios), dormir la siesta regularmente y llevar una vida relajada y/o reducir el estrés en todo lo que sea posible.




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