Con su proyecto “Batería
Oceánica”, ingenieros lograron crear el primer sistema de almacenamiento de
energía submarina a escala real, capaz de guardar electricidad renovable en el
fondo del mar.
Así funciona: cuando sobra
energía de paneles solares o turbinas eólicas, el sistema bombea agua de mar a
embalses flexibles ocultos bajo el lecho oceánico. Y cuando la red necesita
energía, la gravedad devuelve esa agua a través de turbinas submarinas…
generando electricidad limpia. Es como una batería recargable, pero hecha de
océano.
Lo que lo hace brutal es que
puede escalarse globalmente: cualquier país costero podría usarlo para
estabilizar su red renovable y almacenar energía cuando el sol no brille o el
viento no sople.
Dato curioso
👉 con esta tecnología, Noruega pasa de
perforar petróleo a perforar el futuro de la energía.
La pregunta es inevitable: ¿te
imaginas que los océanos del mundo se conviertan en un banco de energía para
todo el planeta?