Los restos de un vehículo cuando va a
ser destruido se consideran residuos peligrosos y representa un riesgo para el
medio ambiente.
Contiene elementos líquidos y sólidos propios clasificados en esta
categoría: aceites, filtros de aceite, líquidos de frenos y refrigeración,
baterías de plomo-ácido, fluidos de aire acondicionado, elementos pirotécnicos
utilizados en airbags o pretensores de cinturones de seguridad.
También incluyen neumáticos, parachoques, parabrisas, partes de la
carrocería. Almacenados en malas condiciones y/o tratados inadecuadamente
o no de acuerdo con los requisitos ambientales, pueden dañar seriamente el
medio ambiente al contaminar el suelo y el agua.
Debido a su naturaleza, estos residuos peligrosos deben tratarse
especialmente para evitar cualquier riesgo de contaminación. Y sólo al final de
este tratamiento se puede reclasificar un vehículo reciclado en no peligroso.
Normativa para una
mejor protección del medio ambiente
Se han establecido normas para garantizar el almacenamiento y el
tratamiento en buenas condiciones ambientales y la trazabilidad de cada
vehículo hasta su destrucción final. Sus objetivos son, por una parte, promover
un sistema que garantice un mejor control de la contaminación de los vehículos
al final de su vida útil y, por otra, aumentar el reciclado de los vehículos.
Así pues, todo propietario de un vehículo al final de su vida útil debe
entregarlo a un centro de reciclado autorizado. Esta homologación certifica que
esta instalación cumple con los nuevos requisitos de tratamiento más
respetuosos con el medio ambiente para los vehículos.
Además, estas compañías deben tener una verificación anual por parte de
una organización tercera acreditada. Si necesita saber dónde encontrar un
desguace cerca de su domicilio, entre en esta web desguaces.eu y encontrará
centros de reciclados de vehículos de cualquier parte de España. Además de una
extensa lista de desguace de Valencia, por los diferentes pueblos de la
comunidad.
LOS VEHÍCULOS EN
CUESTIÓN:
Los vehículos afectados por este Reglamento son los turismos y las
furgonetas, así como los ciclomotores de tres ruedas; los vehículos dañados,
técnicos y/o económicamente irreparables o los vehículos viejos que son
demasiado viejos para su reventa en el mercado de ocasión
TURISMO:
Vehículo de motor de cuatro ruedas como mínimo, excluidos los
cuadriciclos de motor, destinado al transporte de viajeros, con un máximo de
nueve asientos, incluido el del conductor, y un peso total en carga admisible
no superior a 3,5 toneladas.
FURGONETA
Vehículo de motor de cuatro ruedas como mínimo, excluidos los
cuatriciclos de motor, destinado al transporte de mercancías y cuyo peso total
en carga autorizado no exceda de 3,5 toneladas.
CICLOMOTOR DE TRES
RUEDAS:
vehículo de tres ruedas con una velocidad máxima por construcción no
superior a 45 km/h y equipado con un motor de cilindrada no superior a 50 cm³
si se produce un encendido por chispa o con una potencia neta máxima no
superior a 4 kW para otros tipos de motores.
VEHÍCULOS QUE
PROVIENEN DE ACCIDENTES:
Tenga cuidado, si su asegurador tiene que compensarle porque su vehículo
ha sido dañado, póngase en contacto con ellos primero. Él o ella pueden
encargarse de tratar su vehículo dañado, que ya no está en uso, de acuerdo con
las regulaciones.
LAS SANCIONES
PREVISTAS
El propietario de un vehículo al final de su vida útil que no cumpla con
estas disposiciones está sujeto a las sanciones previstas. Se impone una pena
de dos años de prisión y una multa de 75 000 euros a la persona que” entregue o haga entregar residuos a cualquier persona
que no sea el explotador de una instalación autorizada”.
El titular también podrá ser considerado responsable si su vehículo,
confiado a una instalación distinta de un centro autorizado, causa
contaminación del suelo o del agua.
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