WASHINGTON.
El calentamiento global interfiere con la hora de la cena programada por la
naturaleza, lo que hace que las criaturas hambrientas y aquellas que están en
su menú lleguen a horas muy diferentes, indicó un nuevo estudio.
El momento oportuno lo es todo en la
naturaleza. Las abejas deben estar por ahí y las flores tienen que florecer al
mismo tiempo para que funcione la polinización. Los depredadores deben migrar
al mismo tiempo que su presa.
Pero el estudio dice que las
temperaturas más cálidas interfieren con eso. El reporte analiza los tiempos de
88 especies interdependientes, y halló que se han desfasado por cerca de seis
días en una década. Señala que la sincronización de algunas especies en
realidad se acerca más.
Los cambios en los tiempos de las
especies son mayores de lo que eran antes de la década de 1980.
El estudio se publicó el lunes en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences
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