UIT
Brasil y México
encabezan la lista de generadores de residuos electrónicos en la región, según
estudio de la ONU.
¿Qué le pasa a una computadora o un refrigerador cuando dejan de
funcionar? ¿Adónde van todos esos residuos? En 2016, los aparatos eléctricos y
electrónicos desechados generaron 44,7 millones de toneladas de residuos, o el
equivalente a nueve pirámides de Giza. Los expertos calculan que para 2021 el
problema crecerá todavía más: sobrepasaremos los 50 millones de toneladas de
residuos electrónicos.
El informe Global E-waste Monitor 2017 del programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas
(UNU)analiza el estado de la creciente acumulación de
este tipo de desechos electrónicos y eléctricos, además de proponer soluciones como
el reciclaje y estándares para reutilizar materiales. También destaca la
importancia de que los ciudadanos contribuyan a reciclar y reducir la
acumulación de electrónicos.
“El problema de los residuos electrónicos del mundo
sigue creciendo. Es esencial que se mejoren las mediciones para poder monitorear
los objetivos e identificar políticas públicas”, dice Jakob Rhyner, vicerrector de la UNU.
Pérdidas millonarias
En 2016, tan solo el 20% de
los residuos electrónicos fueron recolectados y
reciclados, a pesar de que contenían ricos depósitos de oro, plata, cobre,
platino, paladio y otros materiales de gran valor para ser reutilizados.
El estudio calcula que el valor de los materiales
reutilizables contenidos en este tipo de residuos superaría los 55.000
millones de dólares, más que el producto interior bruto (PIB) de la
mayoría de países del mundo.
Los países que más desechos electrónicos generan
son Australia y Nueva Zelanda, con 17,3 kilos por
persona.
Las Américas generaron 11,6 kilos de residuos electrónicos por habitante en
2016 y solo reciclan el 17%, un registro parecido al de Asia (15%). Sin
embargo, el continente asiático genera tan solo un tercio de los residuos por
habitante.
Este tipo de aparatos son los que generan el 75% de
los residuos electrónicos:
Aparatos pequeños: como aspiradoras,
microondas, equipos de ventilación, tostadoras, máquinas de afeitar eléctricas,
calculadoras, radios, cámaras de video, juguetes eléctricos. Generaron 16,8
toneladas de residuos en 2016. Se espera que para 2020 crezcan un 4% anual.
Aparatos grandes: lavadoras, secadoras,
friegaplatos, hornos eléctricos, impresoras, paneles fotovoltaicos. En 2016
generaron 9.2 toneladas de residuos, con un crecimiento anual del 4% hasta
2020.
Aparatos de cambio de temperatura: neveras,
congeladores, aires acondicionados, calentadores. Generaron 7,6 toneladas de
residuos en 2016, y se calcula que crecerán un 6% anualmente.
Aparatos de telecomunicaciones pequeños: celulares,
teléfonos, computadoras, calculadoras, sistemas de GPS. En 2016 generaron casi
4 toneladas, con un crecimiento proyectado del 2% cada año.
Más celulares que personas
El crecimiento constante del uso de internet y de
la aplicación de nuevas tecnologías en ámbitos como la salud, la educación, las
políticas públicas, el entretenimiento o el comercio han contribuido al aumento
de la demanda de equipos electrónicos para gestionar la información.
Con una población mundial de 7.400 millones de personas,
el mundo tiene actualmente 7.700 millones de suscripciones a
teléfonos celulares: es decir, hay más celulares que personas.
El informe aporta algunos datos sorprendentes sobre
los aparatos de telecomunicación:
·
Más de ocho de cada 10 personas tiene cobertura
celular en el mundo.
·
Casi la mitad de la población del mundo (3.600
millones de personas) usa internet y tiene ordenador con conexión en casa.
·
Con la conversión de la televisión analógica a la
digital, muchos televisores son desechados sin necesidad, dejando montañas de
tubos de rayos catódicos en el mundo.
·
La media de vida de un teléfono celular en Estados
Unidos, China y Europa no pasa del año y medio o dos años.
Tecnología más barata
La caída de los precios de los
productos electrónicos y eléctricos los han hecho más asequibles en todo el
mundo. Además, se ha establecido una cultura consumista que alienta al
reemplazo de los aparatos cada poco tiempo.
El aumento del poder adquisitivo de
ciudadanos en muchos países en desarrollo se ha reflejado en un aumento de
ventas de productos electrónicos y eléctricos, siendo los productos que
registran un mayor crecimiento de ventas entre 2000 y 2016 en estos países.
Reciclar, reutilizar y reparar
El informe aboga por que se mejore el diseño de los
componentes en los aparatos electrónicos y eléctricos para que resulte más
fácil reciclarlos, se recolecten y reutilicen más
equipos viejos y que se controlen más de cerca este tipo de residuos y la
recuperación de recursos útiles.
Un dato optimista es que cada vez más países están
aprobando leyes para el reciclaje de este tipo de residuos. Actualmente
son 67 los países comprometidos con el problema de la
acumulación de desechos electrónicos.
Pero queda mucho por hacer, explican los autores
del informe. Tan solo 41 países cuantifican los residuos que
se generan y reciclan oficialmente. El paradero de la mayoría de los desechos
(34 toneladas de más de 44) sigue siendo desconocido.
“Muchos recursos se echan a perder. Todavía
hay mucho por hacer a la hora de canalizar mejor los flujos de residuos para
incrementar los índices de reciclaje y recuperar los materiales que
puedan ser útiles en el futuro”, explica Rüdiger Kühr, coautor del informe.
En los países donde no existen regulaciones sobre
residuos electrónicos, este tipo de desecho son a menudo tratados como
cualquier otro residuo, causando graves riesgos a la hora de
manejar materiales tóxicos de los
aparatos, como la extracción de recursos valiosos como el cobre o el oro por
grupos informales que no ofrecen protecciones a sus trabajadores.
“Debemos considerar más seriamente lo que estamos
comprando y el impacto medioambiental de estas tecnologías”, subraya Kühr.
“También sería bueno que los consumidores presionaran más a la industria para
mejorar el impacto medioambiental de sus productos”.
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