domingo, 12 de julio de 2015

MINIMIZAR EL USO DEL AIRE ACONDICIONADO













Al llegar el calor y las altas temperaturas, necesitamos mantener nuestro hogar y oficina frescos y agradables.
Muchas veces, podemos mantener abiertas las ventanas si corre la brisa suficiente o instalar un ventilador pequeño que nos proteja del calor. Sin embargo, cada vez son más las casas y los comercios que instalan aparatos de aire acondicionado para mantener las estancias frescas.
El mayor problema de estos aparatos es su gran consumo de energía, lo que hace que su uso desmesurado acabe dañando al medio ambiente y repercuta en nuestra factura eléctrica.


Te proponemos una serie de consejos para usar el aire acondicionado sólo cuando sea necesario, haciendo una utilización eficiente del mismo.
Primer consejo:
Aprovecha el aire natural cuando sea posible
Aunque hay días de verano en los que el aire no corre, podemos aprovechar cuando la naturaleza nos regale corrientes de aire. Para ello, intenta abrir las ventanas cuando sea posible y así, además de ventilar tu casa de forma natural, podrás disfrutar de la brisa que entre por las mismas.
Los problemas que suele plantear esta solución son el ruido y la entrada de insectos. Para mantener los insectos alejados de forma sencilla y, además, disfrutar de la brisa fresca.


Segundo consejo:
Instalar equipos energética mente eficientes
Si este verano has decidido instalar un equipo de aire acondicionado o sustituir el viejo, ten en cuenta los equipos eficientes para su instalación.
Existen marcas que ya venden aparatos de aire acondicionado con garantía ecológica, de la marca A+++. Además, éstos se pueden adaptar según las necesidades de tu hogar. No es lo mismo refrigerar una estancia grande que una habitación pequeña. Consulta con un experto en estos equipos que te ayude a elegir un aparato con eficiencia energética (lo verás en la etiqueta, al igual que ocurre con otros electrodomésticos) y escoge que tenga las frigorías necesarias para tu hogar.

Tercer consejo:
Controlar los grados
Llegamos a casa acalorados y enchufamos el aire a su máxima potencia. Esto es un error porque en cada grado que bajamos aumentamos en un 7% por ciento su consumo y muchas veces no es necesario. 

No es preciso mantener la casa a 18 grados, que suele ser el mínimo en estos aparatos, aunque fuera haga mucho calor, sino es preferible dejar un tiempo a que la casa se acondicione. 
En general, unos 23 ó 24 grados serán suficientes durante la primera hora. Después, podemos dejar a los aparatos “descansar” un rato (ahorrando, a su vez, en la factura de la luz) mientras aprovechamos la frescura que nos han dado.
Sé responsable con su uso. Nunca enchufes el aire teniendo las ventanas abiertas, ni siquiera por una rendija, pues esto hará que el frío se vaya y nuestro aparato de aire acondicionado nos estará dando un uso mucho menos eficiente.

Cuarto consejo:
Lleva la cuenta de las horas en las que usas el aire acondicionado
No es necesario pasar calor, pero sí estar seguros de que no estamos usando el aire acondicionado más de lo que deberíamos. Para ello, apágalo siempre que salgas de una estancia, para evitar que se nos olvide y esté funcionando durante varias horas, sin necesitarlo. Asimismo, no salgas de casa sin asegurarte de que todos los equipos están correctamente apagados. 
Calcula cuánto tiempo diario lo tenemos encendido y comprueba si, con menos horas, realizará la función de enfriamiento. Estas pequeñas precauciones, que pronto se convertirán en hábitos automáticos, protegerán al medio ambiente y te harán economizar muchísimo en la factura de la luz.
Además, puedes utilizar para ello los programadores. La mayoría de aparatos climatizadores modernos nos dan la opción de poder programarlos. Por ejemplo, durante la noche, la etapa del día donde más a menudo se usan los aires acondicionados desmesuradamente.
 ¿Cuántas veces no nos hemos dormido con el aire puesto y nos hemos despertado tapados con una manta? 
Además de ser perjudicial para la salud y dar origen a resfriados, es un gasto totalmente innecesario. Por la noche, las temperaturas suelen bajar, y podemos aprovecharnos por ello de las corrientes de aire naturales externas, dando así una tregua a nuestros aparatos de aire acondicionado.

Quinto consejo:
Un buen mantenimiento
Mantén siempre los aparatos libres de polvo y suciedad, para que puedan funcionar debidamente y no trabajar en exceso. Asimismo, los filtros, que también pueden ser ecológicos, deben mantenerse limpios y no estropeados. Esto hará, además, que reduzcas los malos olores en tu hogar.

Sexto consejo:
Las cortinas térmicas
Aunque pueda parecer una barbaridad usar cortinas gruesas durante el verano, éstas nos ayudarán a mantener el frío generado por el aire acondicionado más tiempo en el interior del hogar. Instálalas en lugares como el salón y notarás como la sensación de frescura dura más.

Séptimo consejo:
Los ventiladores
También consumen energía eléctrica, pero mucho menos. Aunque disfrutes de las ventajas climáticas que nos da un equipo de aire acondicionado, colocando varios ventiladores en sitios estratégicos estarás aprovechando las corrientes de aire y, por tanto, manteniéndote fresco consumiendo mucha menos electricidad.

Por ejemplo, si vas a estar en el escritorio varias horas, quizá solo un ventilador de mesa sea suficiente para permitirte trabajar sin calor, evitando así que tengas que tener la máquina de aire acondicionado encendida toda la tarde.
Los aparatos de aire acondicionado en verano pueden ser un placer. No es preciso renunciar por completo a ellos, sino usarlos de una manera más eficiente que te va a permitir tener mejor calidad de vida (someterse a ellos largo rato es perjudicial), ahorrar en la factura y poner, también en verano, tu granito de arena para no dañar al planeta



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