Se llama aguas territoriales de la República Dominicana (o, simplemente, mar
dominicano) a las aguas comprendidas entre
sus costas y una trazada a 6 millas náticas (11 kilómetros) de las mismas.
El Estado Dominicano tiene
facultades exclusivas de propiedad y jurisdicción sobre ellas, así como sobre
el suelo y subsuelo de las mismas.
Y se llama Zona Contigua dominicana a una franja de otras 6 millas náticas a
partir de nuestras aguas territoriales sobre las que el país tiene derecho de
patrullaje a fin de prevenir la violación de los reglamentos de aduanas,
sanidad, inmigración o fiscalía, dentro de su territorio o mar territorial.
Pero no tiene derecho a impedir el
paso de buques de otros países por ella.
La Ley No.
573 de 1977 estableció la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas, incluyendo al norte, los
bancos de La Plata y de la Navidad de tradicional interés pesquero para la
República Dominicana y hoy convertido en Santuario de Ballenas Jorobadas.
El área total marina bajo la
jurisdicción de la República Dominicana, incluyendo la zona económica
exclusiva, es de unos 138,000 km².
Por plataforma continental o
insular se entiende la parte de la
línea costera sumergida, cuya profundidad no es mayor de 200 metros.
El límite exterior de la
plataforma submarina forma lo que se llama zócalo continental o insular.
Nuestra plataforma insular es
reducida (9,484 km²); su anchura promedia es de unos 7.4 kilómetros.
En general es más amplia en la
costas norte y este que en la sur.
Sus zonas de mayor extensión son
de Montecristi a Punta Rucia (abarcando el Banco de Montecristi y los Cayos 7
Hermanos); la Bahía de Samaná; frente a Cabo Engaño, donde llega hasta 44
kilómetros de la costa; alrededor de la isla Saona; al sur de Baní y en la
Bahía de Ocoa; y alrededor de las islas Beata y Alto Velo.
Estas zonas coinciden con las de
mayor potencial pesquero del mar dominicano.
Los suelos de la plataforma
insular, al igual que en otros lugares de la región del Caribe, están
constituidos por afloramientos de rocas y corales y por llanuras de arenas
coralinas.
La Bahía de Samaná es quizás de
las pocas áreas con sedimentos lodosos debido principalmente a que en ella
desembocan dos caudalosos ríos:
Yuna y Barracote.
La plataforma continental continúa
en un talud de una longitud aproximadade 1,300 km. La cresta y ladera, con
profundidades entre 200 y 1,000 m., presenta fuertes pendientes (a lo largo de
la costa norte y en el suroeste en la península de Pedernales) y menos
pendientes en la parte meridional.
Los suelos están dominados por
sedimentos lodo-arenosos y en las regiones de fuertes declives por
afloramientos rocosos.
A unos 140 km. de la costa
Atlántica se encuentran dos bancos oceánicos:
El Banco de la Plata y el de La Navidad con fondos principalmente dominados por arena coralina
y con formaciones rocosas y coralinas.
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