viernes, 13 de noviembre de 2020

HALCONES MIGRATORIOS EN SANTO DOMINGO


SANTO DOMINGO.  A finales de 1996, mientras participaba en una evaluación de la Plaza de "San Antón", en la Ciudad Colonial, observé un ave que sobrevolaba a gran altura las ruinas de San Francisco. Aunque me resultaba muy difícil identificarla sin los binoculares, era evidente, por la longitud de la cola y la forma puntiaguda de las alas, que se trataba de un ave de la familia de los halcones.

 


Como la "Cuyaya" o "Cernícalo" (Falco sparverius) es el único representante de esta familia residente en el país,  y la silueta que veía planear en círculos lucía unas pulgadas más grande, supuse que se trataba de un Merlin o "Halcón de Palomero" (Falco columbarius),  depredador migratorio que se reproduce en Norteamérica, y emigra en invierno a Suramérica y el Caribe.


En efecto, se trataba de un ejemplar de esta especie, fácilmente distinguible al vuelo,  por las barras blancas que se observan en su cola. Como sé que esta especie tiene una predilección tal por las palomas domésticas (Columba livia) que éstas se mencionan en su nombre científico (Falco columbarius significa en latín "Halcón Palomero"),  resultaba evidente que las palomas eran el  motivo de sus vuelos circulares. Como la literatura infantil les ha creado una mala reputación a los depredadores, se me ocurrió tocar el tema en una de las charlas que dimos a la junta de vecinos.


En esa ocasión, expliqué que estos halcones, no eran una amenaza real para la supervivencia de las palomas, sino que contribuían a mejorar la salud de la población, ya que ellos cazan, mayormente, los ejemplares enfermos y más viejos (y los más mansos que se dejan atrapar), permitiendo así que sobrevivan los más fuertes y sanos.

También les expliqué que no hay que preocuparse por las palomas, pues es una especie que ha logrado establecerse en todas las ciudades del mundo. De hecho, su proliferación excesiva es un problema muy serio, ya que son portadoras de enfermedades transmisibles a otros animales y al hombre, y sus heces fecales corroen el material de los edificios.


En algunas ciudades como Roma han tenido que electrificar los techos de los edificios monumentales para ahuyentarlas. En ciertos parques de Londres se leen avisos que aconsejan no dejar que los niños las toquen.  De modo que los halcones, al limitar las poblaciones de palomas, funcionan como un control biológico gratuito, evitando posibles brotes epidémicos y contribuyendo a la preservación de los monumentos.

En esa barriada un vecino dio muerte a un ave que atacaba las palomas. Por la descripción es casi seguro que se trataba de un Halcón Palomero. Mi  prédica no logró salvarlo.


En el otoño del 2002 se repitió la historia, pero el protagonista fue un Halcón Peregrino (Falco peregrinus), otro depredador migratorio que visita nuestras costas en esa época. El conflicto fue mayor pues se trataba de un ave nacida en cautiverio en Canadá, que fue liberada por la Fundación Peregrino, y que es el cazador aéreo más veloz y eficiente, favorito de los amantes de la cetrería.



Este halcón había aprendido a cazar palomas en la ciudad y se instaló en un parque de San Francisco de Macorís, donde encontró altas torres desde las cuales se lanzaba en picada tras sus presas. La primera reacción de la gente fue de rechazo y algunos hablaron de matarlo. Sin embargo, primó la sensatez y la gente comprendió la importancia ecológica de esta ave legendaria. Lightning (Relámpago), como se llamaba el halcón, regresó a Canadá vía Houston, luego de hacer escalas en Cuba y en Yucatán. Este final feliz sirvió de promoción a nuestro país, ya que miles de personas seguían la trayectoria de "Relámpago" vía internet.


 

Los halcones migratorios forman parte de nuestra fauna, aunque  se reproduzcan en el Norte, ya que pasan más tiempo en nuestra isla que en sus áreas reproductivas. Estas aves no pueden ser cazadas en ninguna época del año, y son muy útiles como control de plagas. Como rezaba un afiche conservacionista, "Somos Aves de Rapiña, pero no somos Dañinas".

 Fuente: Diario Libre


 

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