28 de marzo se celebro “La hora del planeta”. La
invitación de los ambientalistas es para que a las 8:30 de la noche toda la
población y las instituciones apaguen las luces de sus hogares y
establecimientos, mostrando con ello su apoyo a la consecución de un planeta
más sostenible.
Para la ONU, es un día en el que “todos estamos unidos
frente a un mismo desafío, sin importar nuestro país, cultura o religión. Nuestra
salud y la del planeta son una sola”. De esta forma invita el
organismo, a través de sus redes sociales, a unirse a la causa.
La acción global ya cumple 12 años como uno de los principales movimientos contra el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Es, como dice el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés), un “sencillo gesto que consiste en apagar las luces de hogares, negocios, edificios y monumentos durante una hora”.
Este gesto simbólico nació en Sidney, Australia, en 2007 para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. A la acción se unen cada año unos 188 países.
“El tiempo se acaba –alerta la WWF-. La ciencia es clara: quedan 10 años para evitar los peores impactos del cambio climático. Es ahora o nunca, hay que actuar antes de que sea tarde
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