República Dominicana enfrenta una
de las peores sequías de los últimos 20 años, debido a la falta de lluvia que
viene arrastrando desde 2014 y hoy los embalses de reserva de agua registran
una situación aún más critica.
El ingeniero y experto en recursos
hídricos del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (ITEC) Martin Meléndez,
aseguró a Efe que el país no vivía una situación semejante desde 1997 y que,
como entonces, la carencia de lluvias se debe al fenómeno denominado "El
Niño".
En el norte del país la situación
es "muy crítica", hasta el punto de que, si no llueve en el próximo
mes, "no va a haber agua para abastecer al Cibao", aseguró Meléndez,
basándose en un informe de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de
Santiago (CORASAAN) que revela los bajísimos niveles que presenta el embalse de
Taveras.
A día de hoy, el agua de los
embalses alcanza los 314 metros, cuando "el mínimo permisible es de
320" y, teniendo en cuenta que desciende a razón de diez centímetros
diarios, si eso sigue así, en unos 30 días estará seco, explicó.
El embalse de Jarabacoa (centro del
país) presenta una estampa similar, "se ve el fondo", apuntó el
ingeniero, quien afirmó que debería pasar un mes entero lloviendo para salir de
esta crisis hídrica.
La sequía en el país es evidente a
simple vista, especialmente en el norte del país donde la vegetación va
perdiendo su habitual verde intenso y donde los numerosos incendios forestales,
muchos de ellos presuntamente provocados, se propagan.
En la capital y el norte del país
ya hay restricciones y es habitual ver carteles de aviso de cortes de agua en
los barrios así como camiones cisterna de agua.
Históricamente mayo es un mes
lluvioso en el país, pero las precipitaciones aún no han llegado, pese a que
las predicciones anunciaban lluvia a partir de mitad de año y, llegados a este
punto, el Estado "debe declarar la emergencia" para evitar un consumo
rápido e irresponsable de los recursos, opinó.
"No podemos esperar" para
tomar medidas como "prohibir el lavado de carros, o restringir el
consumo" en viviendas, dijo Meléndez, que puso el ejemplo del estado
norteamericano de California, donde una reciente normativa prevé multas de 500
dólares a aquellos que no reduzcan su consumo de agua en un 25 por ciento.
En la capital dominicana la situación no es tan
"dramática", aunque el subdirector de Operaciones de la Corporación
del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Luis Salcedo, la
calificó de "sequía extrema", comparándola con la vivida en 1997 y,
en menor medida, a la registrada en 2007.
Según explicó a Efe, en las presas de Valdesia y de Higüey
tienen almacenados 70 millones de metros cúbicos de agua que, sumados a los
recursos de los seis acueductos que abastecen al Gran Santo Domingo, garantizan
el suministro hasta que lleguen las lluvias que, según Salcedo, son inminentes.
Aún así, la institución ha reducido en un 25 por ciento su
producción diaria de agua, unos 100 millones de galones de agua menos cada día,
disminución que se deja notar en un menor caudal de agua potable en los puntos
topográficamente más altos del Gran Santo Domingo.
Para mitigar las consecuencias de esta merma, la entidad ha
dispuesto una flotilla de camiones cisterna que están distribuyendo unos
900,000 galones del líquido elemento en los sectores más vulnerables.
El CAASD se mantiene "en contacto permanente con la
población para que haga un uso responsable del agua" y trabaja en
solucionar las averías en la red de distribución para evitar el desperdicio de
agua a causa de roturas, apuntó Salcedo.
Las predicciones de la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET)
anuncian que la presencia de una vaguada en los niveles medios de la atmósfera
incidirá sobre el país, pero no encontrará humedad suficiente para producir lluvias
generalizadas.
Tal y como ocurrió ayer, solo provocará chubascos locales en
algunas localidades de la región noreste, sureste y la cordillera Central, y en
el resto del área seguirán predominando condiciones secas y ventosas
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