El primer escáner para aviones es capaz de analizar
hasta el último rincón del fuselaje de un jet privado en sólo 45 segundos,
gracias a una tecnología fabricada por la empresa rumana MBTelecom que aspira a
desplegarse en aeropuertos de todo el mundo para mejorar su seguridad.
El sistema
Roboscan Aeria “puede cambiar la filosofía de la protección aérea, al igual que
lo hicieron los primeros aparatos creados para escanear los equipajes de mano”,
ha declarado el inventor del sistema, Mircea Tudor.
Esta tecnología permite examinar de manera rápida los espacios técnicos
más “vulnerables” del avión, incluyendo el fuselaje y las alas, a
menudo utilizados por el crimen organizado para el transporte ilegal de
armamento, explosivos o sustancias ilegales.
En la
actualidad, una amenaza de bomba en un avión comercial obliga al piloto a
aterrizar en el aeropuerto más cercano, desalojar a los pasajeros y revisar el
aparato.
Este
proceso suele durar varias horas, pero según Tudor los especialistas “dan un
resultado que no es 100 % seguro”, debido a que no pueden acceder a todos los
recovecos de la estructura sin la asistencia de miembros de la compañía
fabricante.
El escáner se compone de un brazo telescópico que se sitúa sobre el avión y
una pasarela de detectores sobre el suelo que hay debajo de él, que tiene un
grosor de 42 milímetros pero soporta el peso de aparatos de 100 toneladas.
Los rayos X atraviesan el fuselaje completo del aeroplano y caen sobre
los detectores, que transforman la información recibida a través de un “software”
que genera una imagen radiografiada en alta definición.
Según
Tudor, en esa imagen se puede localizar “cualquier tipo de objetos incluso los
que tienen un tamaño inferior a 0,5 milímetros”; además, los filtros de
procesamiento del sistema también localizan sustancias orgánicas, como diversos
tipos de explosivos o drogas.
Así,
Roboscan Aeria detectaría “armas, bombas disimuladas, narcóticos, grandes
cantidades de dinero e incluso anomalías mecánicas del aparato”, ha apuntado el
inventor.
El tiempo
estimado de escaneo es de 2 minutos como máximo en un avión tipo Airbus 320 y
de 5 minutos en el caso del A 380, el avión comercial más grande del mundo con
70 metros de longitud y capacidad para más de 800 personas.
Actualmente
el dispositivo se usa de forma experimental en Rumanía, pero Tudor asegura
estar en contacto con representantes de países y compañías aéreas de todo el
planeta, incluyendo México, Argentina, Colombia o Panamá.
“Existe
un diálogo abierto con potenciales clientes de más de 70 países y los socios de
EE.UU. ya han mostrado su interés por trasladar esta tecnología a sus
aeropuertos”, ha añadido Tudor.
En
España, una de las puertas de entrada a Europa para el transporte ilegal de
narcóticos procedentes de Iberoamérica y África, este escaneo integral
conseguiría “unos niveles mayores de seguridad y menor exposición a riesgos
como el de contrabando” en su territorio.
El
proyecto de investigación de Roboscan Aeria ha supuesto la inversión de 10
millones de euros y surgió en Washington a partir de una propuesta de un alto
oficial del Departamento de Estado norteamericano, quien demandó a Tudor una
solución para el escaneo de aviones a partir de los sistemas con los que ya
contaba su empresa MBTelecom para inspeccionar contenedores y camiones.
La
tecnología fue premiada con el “Gran Prix Trophy” el año 2013, cuando se
encontraba aún en fase de desarrollo, durante la 41º International Exhibition
of Inventions of Genova por ser un “método de inspección de avionetas no
intrusivo
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