El cineasta James
Cameron llegó al lugar donde solamente dos hombres han llegado jamás: el punto
más profundo de la Tierra.
El director de
``Titanic'', ``Avatar'' y otros filmes se introdujo en el batiscafo Deepsea
Challenger para descender cerca de 11 kilómetros al fondo de la fosa de las
Marianas, situada a unos 320 kilómetros de la isla de Guam, en el Océano
Pacífico.
Inició la inmersión a las 5:50 de la mañana del lunes, hora local, informó Stephanie Montgomery, de la National Geographic Society, donde Cameron está registrado como explorador. Alcanzó el lecho marino una hora y media después.
``íSOLTAR, SOLTAR, SOLTAR!'' fueron las últimas palabras de Cameron antes de iniciar el descenso en la nave de 12 toneladas de peso, de color verde lima, de acuerdo con una publicación en Twitter de parte de la expedición.
La magnitud de la fosa es difícil de captar: 120 veces más grande que el Gran Cañón de Arizona y un kilómetro y medio más que la altura del Monte Everest.
Una vez allí, Cameron planeaba pasar seis horas, recolectando muestras para que las estudien biólogos y geólogos. Viajar de regreso a la superficie tomará unos 70 minutos.
La primera y única vez que alguien descendió a esas profundidades fue en 1960.
Inició la inmersión a las 5:50 de la mañana del lunes, hora local, informó Stephanie Montgomery, de la National Geographic Society, donde Cameron está registrado como explorador. Alcanzó el lecho marino una hora y media después.
``íSOLTAR, SOLTAR, SOLTAR!'' fueron las últimas palabras de Cameron antes de iniciar el descenso en la nave de 12 toneladas de peso, de color verde lima, de acuerdo con una publicación en Twitter de parte de la expedición.
La magnitud de la fosa es difícil de captar: 120 veces más grande que el Gran Cañón de Arizona y un kilómetro y medio más que la altura del Monte Everest.
Una vez allí, Cameron planeaba pasar seis horas, recolectando muestras para que las estudien biólogos y geólogos. Viajar de regreso a la superficie tomará unos 70 minutos.
La primera y única vez que alguien descendió a esas profundidades fue en 1960.
El ingeniero suizo
Jacques Piccard y el capitán de la Armada estadounidense Don Walsh tomaron
cerca de cinco horas para llegar al fondo y pasaron solamente 20 minutos.
Sin embargo, no pudieron decir mucho sobre lo que vieron ahí porque su batiscafo revolvió demasiado la arena y sedimentos depositados en el lecho marino.
Sin embargo, no pudieron decir mucho sobre lo que vieron ahí porque su batiscafo revolvió demasiado la arena y sedimentos depositados en el lecho marino.
Uno de los riesgos
de una inmersión tan profunda es la extrema presión del agua. A 10.9 kilómetros
bajo la superficie del mar, la presión equivale al peso de tres camionetas
sobre un dedo del pie.
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