Si
tenemos en cuenta al precio actual del petróleo, es fácil imaginar que no hay
grandes estímulos para adoptar otras fuentes de energía, pero la tendencia
indica lo contrario.
Las
alternativas solares y eólicas son cada vez más económicas, y a
partir de su abundancia se pueden desarrollar proyectos como el E-Diesel de
Audi, que al utilizar una fuente renovable logra combinar hidrógeno
y monóxido de carbono para formar gasóleo sintético.
Se
trata de un balance que en realidad nadie quiere calcular.
La
baja del petróleo es producto de un mayor nivel de producción, una caída en la
demanda, y un incremento en el uso de energías alternativas.
El
dominio histórico y absoluto del petróleo se ha transformado en «casi»
absoluto, y ahora lentamente, la gente se está dando cuenta de que hay otras
opciones a la estación de servicio, y esto también se extiende a compañías como
Audi.
Las
optimizaciones de consumo para sus coches están bien documentadas, pero a
través de una planta en Dresden administrada por la compañía Sunfire, el
fabricante comenzó a producir gasóleo sintético.
Algunos
de los términos escogidos son «crudo azul» o simplemente E-Diesel. Todo
comienza con una fuente de energía renovable, sea solar, eólica, u otra
variante compatible. Esta energía se utiliza para extraer hidrógeno del agua
vía electrólisis, y para procesar dióxido de carbono capturado directamente del
aire, que lo convierte en monóxido de carbono.
La
combinación de hidrógeno y monóxido de carbono (con agua como subproducto) da
forma al antes mencionado crudo azul, que después de refinarlo se convierte en
E-Diesel listo para ser utilizado como sustituto directo del gasóleo
tradicional.
La
ausencia de azufre en la mezcla convierte al E-Diesel en un combustible más
limpio, y de acuerdo a Sunfire, el proceso entero mantiene un nivel de
eficiencia cercano al 70 por ciento.
La
idea de Audi es buena… siempre y cuando la energía para activar el proceso sea
100 por ciento renovable.
También
hay que considerar el uso de agua, ya que el hidrógeno debe salir de alguna
parte. Técnicamente estamos ante una variante más ecológica del proceso
Fischer–Tropsch que lleva 90 años entre nosotros, y que está siendo aplicado
alrededor del globo, especialmente en Sudáfrica, donde Sasol desarrolla métodos
de «carbón-a-líquido» y «gas-a-líquido». ¿Acaso puede E-Diesel cambiar el
mercado? No en el corto plazo, pero si encuentran la manera de producirlo a
gran escala, bueno
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