Que la fractura hidráulica o fracking es perjudicia para el medio ambiente se demuestra por un hecho: las clompañías que lo llevan a
cabo no informan de todos los productos químicos que usan.
Ocultan información. Y si lo guardan en secreto es porque se avergüenzan
de ello. No ser transparentes les señala como culpables.
En el estado de Ohio, por increíble que
parezca, no es ilegal este ocultamiento de información por parte de las
empresas de fracking. Pero la EPA (la Agencia Ambiental de Estados Unidos) ha
decidido que esa ley no es justa y se debe permitir a bomberos, policías y
otros funcionarios locales saber qué químicos tóxicos usan las empresas de
fracking.
Pero hay otra ley, de 1986, que obliga
a las empresas a realizar un inventario de los productos químicos peligrosos
que usan y ponerlo en conocimiento de los funcionarios locales.
Para hacer frente a emergencias y
derrames
La razón no es sólo medioambiental y ética, sino por seguridad: las
autoridades locales tienen que saber qué productos químicos se utilizan en los
pozos de fracking por si hay un incendio, un derrame u otro tipo de emergencia.
Algo que ocurrió en enero, cuando se produjo un derrame en un pozo de
petróleo en el citado estado y los servicios de emergencia locales no pudieron
acceder a los datos químicos necesarios para hacer frente a la situación.
Es una lucha entre la EPA, activistas ecologistas y ciudadanos contra el fracking y las empresas de la industria de extracción de gas de pizarra, que creen que no se violó la ley federal.
Incluso un representante
ridiculizó la importancia de las leyes nacionales, diciendo que los bomberos
van a guardar los informes en una caja y que, si se produce un accidente,
ninguno va a ir a revisar lo que dice el informe.
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