Cuando llega el buen tiempo, la
naturaleza revive y los campos y jardines se llenan de flores y plantas, lo que
conlleva a que aparezcan los molestos mosquitos y sus correspondientes
picaduras. Las hembras de los mosquitos se alimentan de sangre para ayudar a
sus huevos a desarrollarse. Cuando ellas pican, dejan pasar saliva al área
donde están picando. La saliva contiene proteínas que pueden causar una
reacción alérgica, como ronchas y picazón. Algunas personas que son más
sensitivas, pueden desarrollar ampollas o reacciones inflamatorias mayores.
Pero hay formas para evitar que nos
piquen. Los repelentes de mosquitos.
Los repelentes de insectos hacen
que los humanos no sean atractivos a los mosquitos por lo cual los mosquitos
evitan acercarse a las áreas del cuerpo cubiertas por estos productos. Éstos no
matan a los mosquitos sino que evitan que se nos acerquen. Todo repelente para
que se considere eficaz debe contener DEET. Esta sustancia lo que hace es
interrumpir la producción de dióxido de carbono, producido por nuestra piel que
es lo que atrae a los mosquitos y como consecuencia nos pican, al interrumpir
este proceso, el repelente hace que no nos puedan localizar durante varias
horas.
A continuación se citan una serie
de consideraciones a tener en cuenta a la hora de aplicarse un producto de
estas características:
– Siga las instrucciones que
aparecerán en las etiqueta del producto.
– Aplicar sobre la piel expuesta o
la ropa, nunca por debajo de ésta.
– No poner repelente sobre cortes,
heridas o piel irritada
– Limpiarse la piel con agua y
jabón cuando entre a casa
– No rocíe con repelente las áreas
cerradas.
– No aplicar directamente en la
cara
Los seres humanos estamos tan
acostumbrados a lo químico que no pensamos que la naturaleza también tiene
remedio contra los mosquitos. El mundo vegetal ofrece una gran gama de
repelentes de insectos eficaces y a pesar de ello las industrias siguen
fabricando productos cuyos efectos sobre la vida animal son letales y la
influencia sobre la salud humana todavía no se conoce bien.
Hay distintos remedios caseros que
pasamos a citar a continuación:
Se cuecen unas hojas de eucalipto,
se cuelan y el líquido que se obtiene se vierte en recipientes pequeños para
después colocarlos en todas las habitaciones y en las estanterías de los
armarios.
Se mezcla aceite lavanda, que
venden en cualquier herboristería, con algún aceite o crema corporal y aplicado
sobre el cuerpo, forma una agradable y excelente loción repelente de insectos.
Para ahuyentar los insectos
voladores de una habitación, colocaremos una maceta de albahaca ya que no les
gusta el olor de esta planta y de este modo los mosquitos saldrán fuera.
Debido a que a los insectos no les
gusta el olor que desprende esta planta evitaremos que entren a las
habitaciones en las que la coloquemos.
También el vinagre o los aceites
esenciales de limón diluidos en agua y aplicados sobre la piel son otro remedio
anti insectos.
Ponemos a cocer 15 gramos de
capítulos florales desecados de caléndula en un l litro de agua. El líquido que
se obtiene se coloca en forma de compresa en la zona donde no queremos que nos
piquen los insectos.
La caléndula es eficaz una vez nos
hayan picado, para aliviar los síntomas de la picadura.
El aceite de citronela se aplica
directamente sobre la piel para ahuyentar a los mosquitos en la India, Europa y
Estados Unidos. También se mezcla con la cera de las velas.
La flor de la alfalfa atrae con el
néctar a los machos de los mosquitos y estos mueren por el tóxico que esta
planta contiene.
Esta planta atrae a los mosquitos
con gran facilidad, y mueren envenenados
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