miércoles, 21 de enero de 2015

CONTAMINACIÓN EN INTERIORES: EN TU CASA, EN TU TRABAJO...















Se ha demostrado que en muchas ocasiones el aire de los interiores está contaminado. 

Soluciónalo fácilmente.

Muchos materiales emiten compuestos orgánicos volátiles que contaminan el aire que respiramos en nuestra casa o en nuestro trabajo.

Estos materiales los encontramos en alfombras, tapicerías, plásticos, fibras artificiales... a esto hay que añadir la contaminación química de limpiadores, insecticidas, pegamentos, pinturas y barnices...

De hecho, si acercamos la nariz a muchos objetos podremos percibir el olor de algunas de esas sustancias perjudiciales para nuestra salud.

Al separar la nariz, esos olores están tan dispersos que pueden no ser percibidos pero siguen estando ahí aunque sea en menor concentración.

En 1990, un estudio de la EPA (la Agencia de Protección Ambiental del gobierno estadounidense) concluyó que esta "contaminación de interiores" es uno de los 11 problemas ambientales más importantes.

Por otra parte, ese mismo estudio revela que el público no tiene preocupación suficiente por este tipo de contaminación y, sin embargo, sí la tiene por otros tipos de contaminación más impactantes, como son los "derrames petroleros", los cuales no están explícitamente en la lista de la EPA, sino que se pueden incluir en el apartado de "alteración del hábitat".

Hay que aclarar que aunque los derrames petroleros causan gravísimos daños a los ecosistemas, esta forma de contaminación es una causa insignificante de la cantidad de hidrocarburos que contaminan los mares y que no salen en las noticias cuando ocurren.

Nos referimos, por ejemplo, a las tareas de "limpieza" que hacen cientos de buques vertiendo al mar ilegalmente grandes cantidades de contaminantes, sin que los gobernantes lo impidan.

Resulta curioso constatar que de las 13 mayores inquietudes de la ciudadanía sólo 3 están en la lista de la EPA.












Ponga plantas en su vida y regálelas, parece un buen lema para respirar mejor.

Ponga plantas en su casa y en el lugar de trabajo, pues es donde más tiempo se pasa.

Además, las plantas absorben CO2, por lo que también es un ligero remedio contra otros tipos de contaminación.

También puede aprovechar sus ventanas o su patio para que las plantas aprovechen la energía solar para crecer, o incluso, puede cultivar un pequeño huerto.

Si no quiere dedicar mucho tiempo a cuidarlas busque especies que requieran pocos cuidados, dependiendo del clima en donde viva. Por ejemplo, en climas secos los cactus y las crassulas son muy resistentes y no requieren casi ningún cuidado.
















No podemos cerrar este artículo sin decir que cuidar plantas y plantar árboles es una tarea educativa y cultural para niños y adultos, además de aumentar nuestra sensibilidad por la naturaleza, y la de aquellos que nos rodean.

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