Las
autoridades sanitarias se comprometieron también a “incentivar la voluntad
política y financiera” para que se puedan realizar estas acciones, plasmadas en
el llamado “Consenso de La Habana”.
Delegaciones
de más de 30 países acordaron impulsar una serie de medidas prioritarias para
prevenir y controlar los arbovirus, un grupo de virus transmitidos por
mosquitos, como el zika, dengue y chikungunya.
Estas
medidas incluyen el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia
epidemiológica de todos estos virus y de la capacidad de diagnosticar los
distintos virus, así como formar al personal de salud para detectar estas
enfermedades en el primer nivel de atención médica.
Las
autoridades sanitarias se comprometieron también a “incentivar la voluntad
política y financiera” para que se puedan realizar estas acciones, plasmadas en
el llamado “Consenso de La Habana”.
Con
este consenso se concluyó el debate de dos días entre las autoridades de salud
de las Américas, convocado por la Organización Panamericana de la
Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Ministerio de Salud Pública
de Cuba.
Las
acciones pondrán en práctica la estrategia para abordar los arbovirus en las
Américas, aprobada en octubre por los ministros de Salud en el 55.o Consejo
Directivo de la OPS.
“Que
el consenso de la Habana sea el punto que marque el declive definitivo de las
enfermedades arbovirales en nuestra región”, pidió ayer la directora de la
OPS/OMS, Carissa F. Etienne, al abrir la reunión.
“Se
necesita para ello que todos se involucren; un liderazgo del sector salud, sí,
pero con todos los sectores: educación, medioambiente, economía, la academia,
todos”. añadió. Más de 500 millones de personas viven en las Américas en
lugares donde pueden contraer algún tipo de arbovirus como el zika, dengue o
chikungunya, porque está presente el mosquito Aedes Aegypti que los transmite,
advirtió Sylvain Aldighieri, director adjunto interino de Emergencias de la
OPS/OMS.
Añadió que la región enfrenta el riesgo de que
se reintroduzcan virus como el de la fiebre amarilla, y que es necesario
vigilar otros como el mayaro y oropuche, que están circulando o circularon
antes en el área.
En el
cierre del encuentro, Sylvia Mathews Burwell, secretaria de Salud y Servicios
Humanos de Estados Unidos, agradeció a Cuba y a la OPS por organizar la
reunión.
Explicó
que su país está trabajando con organizaciones como la OPS/OMS en fortalecer la
comunicación para cambiar el comportamiento y mejorar el diagnóstico de estos
virus, pero también en el área científica para obtener vacunas.
Indicó
que están explorando la cooperación con países de América Latina y el Caribe en
ese sentido. “El zika es una amenaza a la salud que causa mucha preocupación a
nuestras poblaciones. Pero con una respuesta efectiva y con alianzas, y con la
colaboración de organizaciones multinacionales como la OMS y la OPS, se puede
superar. Y eso empieza aquí, en este encuentro”, indicó. Esta fue la primera
visita oficial de la secretaria de Salud estadounidense a Cuba.
Por su
parte, la ministra de Salud de Honduras, Yolani Batres, destacó que en estas
reuniones “se rompen las fronteras” para trabajar todos juntos en acciones
conjuntas. John Boyce, ministro de Salud de Barbados, afirmó: “Este es el
comienzo de una nueva agenda en nuestra batalla contra la amenaza del Aedes y
todas las enfermedades arbovirales que nos amenazan”.
Añadió
que ahora se trata de implementar las medidas consensuadas y en eso será
necesario la cooperación entre los países.
Puntos
del Consenso de la Habana En el Consenso de la Habana, las autoridades de salud
de las Américas acordaron que los países fortalecerán su sistema de vigilancia
epidemiológica, para poder reportar de manera específica de qué enfermedad
arboviral se trata, cómo es la circulación del virus y cuál es el riesgo de que
se introduzcan nuevos virus.
Esto
permitirá entender mejor la correlación entre cómo se manifiesta la enfermedad
en el paciente, el virus, el vector y el ambiente donde circula para dar una
respuesta oportuna a brotes. Fortalecer las capacidades de diagnóstico y de los
sistemas de gestión de calidad de los laboratorios, para hacer una buena
vigilancia de los virus, es otro acuerdo, al que se suma el garantizar el
funcionamiento y la operatividad de la Red de Laboratorios de Diagnóstico de
Arbovirus en la región de las Américas (RELDA).
También se plantea capacitar en
los servicios de salud, en particular en el primer nivel de atención médica
(consultorios, policlínicas) para que la condición de los pacientes sea
detectada a tiempo y así se prevengan muertes.
Esta
acción se complementa con el acuerdo para elaborar y actualizar las guías de
manejo clínico, que deben estar a disposición de todo personal médico.
En
materia de control de vectores, los delegados destacaron en la necesidad de
capacitar a quienes llevan adelante los programas de control del mosquito y
eliminación de sus criaderos, junto con el monitoreo y evaluación de estas
actividades, incluyendo el uso adecuado de insecticidas. Además, se insta a
trabajar con la población como eje fundamental en el control del mosquito.
El consenso de la Habana señala además la
necesidad de impulsar una participación activa de las comunidades y garantizar
el acceso a la información para que puedan asumir un papel activo en las
medidas de prevención y control de estos virus que transmiten los mosquitos.
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