En el sector más poblado de la
parte alta del Distrito Nacional 36 grupos de trabajo social hacen sus aportes
a la comunidad
Los jóvenes se preparan en diferentes áreas
profesionales, deportivas y culturales para lograr el desarrollo del barrio
Su nombre se debe a la gesta histórica del Grito del
Capotillo y es uno de los barrios más poblados del Distrito Nacional con más de
36 grupos organizados, donde cada uno hace un aporte desde su propia estrategia
del trabajo social.
Entre estos grupos que luchan por un Capotillo
diferente están las juntas de vecinos, grupos de mujeres, asociaciones de amas
de casa, fundaciones de desarrollo y trabajo social, y cada uno de ellos tiene
una representatividad en el quehacer cultural y social del barrio, aportando a
la solución y a la superación de ser mejores cada día.
Durante los años 70 y 80 el Capotillo se caracterizó
por las protestas sociales, y en los años 90 fue marcado por el microtráfico;
sin embargo, a pesar de esto hay muchas personas que luchan por levantar el
barrio y progresar.
Capotillo está ubicado en la parte norte del Distrito
Nacional y políticamente pertenece a la circunscripción número tres. Tiene como
límites al norte el río Isabelita, al sur la avenida Nicolás de Ovando, al este
la calle Simón Bolívar y al oeste la avenida Duarte.
Al transitar por cualquiera de las calles del
Capotillo es normal ver canchas improvisadas, espacio donde muchos jóvenes
practican deporte como una forma de recrearse, así como varios negocios que lo
convierten en el barrio de los emprendedores.
Las principales actividades económicas del barrio son
el chiripeo, el Mercado Nuevo, los colmados, peluquerías, drinks, colmadones,
cafeterías y otros tipos de trabajo, pero además cuenta con talleres de
herrería, ebanistería, desabolladura y pintura, mecánica, compraventas, fábrica
de calderos, construcción y carpintería, bancas de lotería y apuestas,
motoconcho y concho en vehículos del transporte público.
Actividades culturales
A nivel cultural el barrio tiene el club deportivo
Tierra Santa de Capotillo, fundado el 16 de agosto del 2016, cuando se inició
el primer torneo de intramuros con la participación de más de 80 niños, que
tiene como propósito desarrollar la niñez a nivel del baloncesto, un deporte
que no existía en el barrio.
Según el presidente de la Empresa de Saneamiento
Comunitaria de Basura (Escoba), Luis Javier, los clubes deportivos y culturales
más importantes del país se gestaron en este barrio, y uno de esos fueron el
club Samuel Santana, Salomé Ureña y el movimiento cultural Gregorio Castillo.
“Aquí hemos trabajado la cultura hasta en los peores
momentos, y ahora hay una casa de la cultura y un grupo que se llama “Sonido
del Capotillo” formado por jóvenes que a partir de reciclajes hacen música, y
esto lo han llevado a varios lugares. Del Capotillo han salido muchas cosas
buenas, grandes periodistas, músicos, médicos. En el campo de la comunicación
tenemos grandes pilares, y un ejemplo de esto es Jéssica Soriano, periodista de
Noticias SIN, también en el campo de la medicina está el doctor Jesús Suardí y
otros personajes en diversas áreas que han dejado grandes aportes”, destaca
Javier.
Fundación Escoba
La fundación Escoba nace luego de gestionar por varios
años, los desechos sólidos en el barrio Capotillo por la gran cantidad de
población que tiene, ya que el Ayuntamiento del Distrito Nacional se quejaba,
pues el barrio era tan accidentado y los camiones grandes no podían entrar, y
fue ahí cuando se estableció un sistema alterno de recolección de desechos
sólidos en el barrio.
“Para garantizar que se recogían los desechos en los
lugares en los callejones y parte atrás, fundamos la institución Escoba. Pero
además de crear empleo, que hoy tiene más de 70 empleados del Capotillo, recibe
y moviliza un millón y medio de pesos mensuales facturado al ADN que ofrece
servicios importantes como fumigación; los trabajadores tienen seguridad social
y reciben apoyo para la educación de sus hijos”, indicó Javier.
La fundación Escoba se remonta a los años 1995 con la
conformación Unión Comunitaria de Recogida de Basura de Los Manguitos, dirigida
en su primera etapa por las juntas de vecinos Los Manguitos, y Rubén Darío, el
Movimiento Cultural Gregorio Castillo y la Asociación para el Mejoramiento y el
Desarrollo de Los Manguitos (Amdem), luego del impacto positivo se sumaron
otras organizaciones más.
Sus logros
El Instituto para el Desarrollo de las Artes y la
Educación (Indarte) es una de las entidades que ha aportado al desarrollo de
este barrio, a través de los diferentes cursos desarrollados en cuatro ejes de
acción.
En el primer eje el Indarte trabaja la capacitación
técnico laboral donde cada año forma y gradúa unos 100 estudiantes en
diferentes cursos y carreras técnicas, aunque para este año tienen proyectado
llegar a mil jóvenes formados.
Aparte de esa formación laboral, los jóvenes se
preparan en diferentes áreas como contabilidad de costo y fiscal, farmacia,
visitador a médico y otros, y desde ese eje se sienten satisfechos porque es un
trabajo que está acreditado por el Instituto Nacional de Formación Técnico
Profesional (Infotep).
El segundo eje de acción está basado en arte y cultura
que está presente desde el año 1999 como institución en el sector artesanal
hasta el 2003.
“Primero se crea la institución para la investigación
y el fomento de la artesanía en República Dominicana, siendo la primera de ese
carácter, luego entramos en la fase de la formación artística con los niños, y
damos inicio a una escuela que le llaman Centro Educativo Capotillo o Escuela
Marcelino como le llama la comunidad y ahí comenzamos con danza folclórica y de
música con miras a crear la estructura del carnaval del Capotillo que se
celebró por tres años consecutivos”, observa Cuello.
Los frutos de esta escuela han sido positivos para
esta comunidad porque han ganado premios internacionales y otros premios de
reconocimiento en el área de educación artística como son el premio de la Ford
Motor Company en el año 2009, además de otros premios de mucho prestigio.
Sobre las artes han trabajado varias disciplinas como
danza, guitarra, cantos, flauta dulce y otros.
Un tercer eje de acción lo trabaja Indarte junto a una
institución adscrita al Ministerio de Educación que es el Instituto Nacional de
Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi) donde trabajan un Centro de
Atención a la Infancia y a la Familia (Cafi), en la que se interactúa y se
mejora la conducta y los mecanismos de buena crianza a la familia, con 368
niños y 309 familias.
Y el cuarto eje es el área artesanal con materiales
reciclados, con una meta de formar mil artesanos.
En el sector educativo el barrio Capotillo tiene sus
aportes, pues posee siete centros educativos de los cuales cinco son de básica
y dos de media, sin embargo las escuelas están abarrotadas de niños,
sobrepobladas, lo que indica que hay un ánimo de superación en la familia y en
los jóvenes.
Cuenta con el politécnico Santa Clara de Asís que cada
año gradúa entre 100 a 120 jóvenes de la comunidad en las áreas de artes
culinarias, turismo, contabilidad e informática, y otros.
A nivel de empleo, según el profesor y dirigente
comunitario Danilo de la Cruz, más del 80% de la población vive del chiripeo, y
eso incluye a la juventud, que también trabaja en diferentes áreas como construcción,
vendedores en el mercado, la fábrica de muebles, de zapatos, y una mínima
expresión son empleados públicos o privados.
En Capotillo hay 23 iglesias evangélicas además de la
iglesia católica Santa Clara y Santo Cura de Ars.
En este ámbito el barrio ha tenido su aporte, pues
desde el 2004 el padre Wilfredo Montaño, conocido como el padre de la alegría,
ha hecho un trabajo de acompañamiento familiar para luchar en contra de la
delincuencia. Luego de 13 años el sacerdote ha logrado la formación de jóvenes
y reconstrucción de familias.
La herramienta, el instrumento y el arma que utilizó
el padre Montaño para conquistar el corazón de los católicos fue la alegría.
Al ser trasladado a otra parroquia dice “Salgo del Capotillo con Cristo iluminando mi camino”.
Al ser trasladado a otra parroquia dice “Salgo del Capotillo con Cristo iluminando mi camino”.
El Capotillo tiene 16 juntas de vecinos, 37 iglesias
evangélicas y una parroquia, cuatro clubes culturales y deportivos, un comité
de amas de casas, fundaciones de desarrollo y trabajo social como Amdem, Centro
de Desarrollo para el Capotillo (CDC), Escoba, entre otros; equipos deportivos:
dos de voleibol, tres de basketball, dos de artes marciales, dos de softbol,
varios de dominó, etc; dos comités de Derechos Humanos, un comité de socorro y
emergencias; una sociedad de socorro mutuo; una cooperativa de ahorros y
préstamos, entre otras.
Pero Capotillo tiene personajes como Brendaliz
Jiménez, una atleta de 19 años que logró ganar 26 medallas, entre ellas una de
oro en México.
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