Santiago
Alrededor de 30 cañadas, altamente
contaminadas, desembocan directa e indirectamente en el río Yaque del Norte. En
cada una de estas se han asentado barrios marginados que sirven de refugio a
haitianos y dominicanos que han levantado casuchas en sus alrededores.
Ocho de esas cañadas desembocan
directamente en el río Yaque del Norte, tras realizar largos recorridos por
diferentes puntos de Santiago y recibir las aguas no tratadas de otros
afluentes.
Aunque instituciones como la
Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi), la Corporación del Acueducto
y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), el Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, Plan Yaque, el Ayuntamiento, Consejo de Desarrollo del Plan
Estratégico de Santiago; la Sociedad Ecológica del Cibao (Soeci) y otros
organismos ambientalistas, hacen denodados esfuerzos para sanear esas
fuentes hídricas, se han visto afectados por la gran cantidad de personas
criollas y extranjeras que han hecho de esos lugares su hábitat preferido.
El Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales y el cabildo local han desalojado a comerciantes y habitantes
del barrio Nueva York Chiquito, ubicado casi en la misma ribera del río Yaque
del Norte, debido a su elevado grado de contaminación.
Esto ha provocado protestas
callejeras de las personas que viven en ese improvisado sector, pero Medio
Ambiente defiende la medida, alegando que forma parte del plan de saneamiento y
rescate de esa importante fuente de agua de la región.
Entre las cañadas que más contaminan
el Yaque del Norte están la del Diablo, Arroyo Hondo, Vietnam, Nibaje, Arroyo
Gurabo, Los Guandules, El Fracatán, Los Salados, Pontezuela, Puente Ercilia
Pepín, Hoyo de Bartola, Puchula, Rafey, La Gloria Hato Mayor y otras, por
los desperdicios sólidos y líquidos que vierten en ellas personas que viven en
sus alrededores y comerciantes que tienen negocios en el entorno.
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