Cuando un ecosistema queda alterado, ya
sea por un incendio forestal, por su uso agrícola o por la fragmentación del
hábitat, es crucial restaurarlo con la mejor estrategia.
Con frecuencia la restauración se basa
en plantar árboles y la posterior dispersión de semillas por mamíferos y aves.
Sin embargo, a menudo se desconoce la forma más óptima de plantar árboles, que
maximice la dispersión de semillas por animales.
Ahora, un estudio con participación del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un
modelo que muestra la forma más eficaz de plantar árboles para favorecer la
dispersión de semillas.
Su conclusión es que plantar árboles de
manera espacialmente agregada (grupos de árboles en alta densidad) es menos
eficaz, en términos de dispersión de semillas, que plantarlos de forma
regular(en cuadrícula) e incluso de manera aleatoria.
El estudio, publicado en la revista
Journal of Applied Ecology, aporta una herramienta clave para guiar la
restauración de hábitats.
“Para ilustrar nuestra aproximación
utilizamos como modelo de estudio al piruétano Pyrus bourgaeana, una especie de
peral dispersada por zorros rojos (Vulpes vulpes) y tejones (Meles meles) que
coloniza hábitats alterados del Parque Nacional de Doñana (Huelva)”, explica
José María Fedriani, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y
de la Universidad de Lisboa en el CEABN/InBIO.
“En concreto, quisimos identificar las
distribuciones espaciales y densidades de piruétanos plantados que maximizaran
la llegada de semillas en hábitats alterados por la actividad humana”, añade el
investigador.
“Nuestros resultados de simulación indican claramente que plantar árboles de manera
agregada fue menos eficiente en términos de llegada de semilla que hacerlo de forma
regular o, incluso, aleatoria”, señala Fedriani.
“Por ejemplo, plantar árboles agregados
aumenta sólo un 7-9% la llegada de semillas en comparación con el escenario
base de no intervención, mientras que cuando los piruétanos fueron plantados
regularmente dicho incremento fue de hasta un 40%”, indica.
“Duplicar el número de árboles plantados fue rentable para distribuciones regulares y aleatorias, pero no cuando los árboles fueron plantados de forma agregada.
Por ejemplo, si se duplica el número de
árboles plantados regularmente el aumento en el número de semillas que llegan
al hábitat alterado es de un 12% mientras que, curiosamente, no hubo ningún
incremento en el caso de que los arboles fueran plantados de forma agregada”,
detalla el investigador.
La elección de la distribución espacial y la densidad de árboles a ser plantados en hábitats alterados dependen de varios factores ecológicos y socioeconómicos, por lo que es una decisión compleja que requiere criterios científicos.
La elección de la distribución espacial y la densidad de árboles a ser plantados en hábitats alterados dependen de varios factores ecológicos y socioeconómicos, por lo que es una decisión compleja que requiere criterios científicos.
La combinación de datos de campo a largo
plazo y modelos de simulación basados en individuos tiene un gran potencial
para guiar dichos esfuerzos de restauración en diversos hábitats alterados por
la actividad humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario